Desde que nació en 2014, la Unidad Mixta Roche-CHUS, ha ido avanzando con grandes logros a sus espaldas. La colaboración público-privada es clave para el avance de la investigación. Muestra de ello es esta unidad. Sus logros y éxitos se han puesto de manifiesto durante el Encuentro Virtual ‘La colaboración público-privada en investigación en salud. Las Unidades Mixtas como modelo de éxito’, organizado por GM con el apoyo de Oncomet, Roche, la Agencia Gallega de Innovación (GAIN), y la Xunta de Galicia.

Como recuerda el director de esta Unidad, Rafael López, surgió en un momento de ebullición en Galicia, y lo hizo gracias a la colaboración del ámbito público y privado con varias iniciativas y el respaldo de la Administración.

Gloria García, projet manager de la Unidad, añade que “se pone en marcha buscando el desarrollo de soluciones innovadoras en cáncer metastásico de mama y próstata, gracias a que es promovida por GAIN”.

Para promover la Xunta este tipo de unidades utiliza convocatorias competitivas en las que se presentan propuestas, en la que entre Roche y Oncomet presentan su propuesta y una vez resultan beneficiarias, GAIN se compromete a financiar un parte de la investigación que se desarrolla en la unidad, y la compañía otra parte del presupuesto. Además, cuentan con personal de Roche que participa de forma parcial y del mismo modo personal de Oncomet, Gain, y el propio hospital que participan parcialmente en esta unidad el hospital. Además, pone a disposición espacios, y cuentan con acceso a todas las infraestructuras de uso común. En total, el presupuesto movilizado asciende a 4,5 millones.

Toda la gestión se realiza a través de distintos comités: comité ejecutivo; científico externo y otro comité de seguimiento.

“Todas las decisiones que se toman se hacen de forma conjunta entre todas las entidades implicadas”

Gloria García, projet manager de la Unidad Mixta Roche – CHUS

¿Cuáles son las características de este modelo?

Como apunta García se trata de un instrumento favorecedor de la cooperación entre organismos de investigación y el tejido empresarial. De este modo, y de manera conjunta y coordinada, desarrolla actividades de investigación, innovación y desarrollo. Lo que se conoce como innovación abierta. “Los riesgos y beneficios son compartidos”, algo que diferencia a esta unidad de otros modelos.

En cuanto a la actividad que realiza, como remarcó García, las áreas son cáncer de mamá y cáncer de próstata metastásico. “Se hace a través de la biopsia líquida”.

Actualmente, hay tres líneas investigación: biopsia líquida, nanononcología y modelización. “Cada una de ellas tiene un investigador principal que dirige la línea y todas centran sus proyectos en estos dos bloques: desarrollo de modelos preclínicos de metástasis, y la identificación y validación de biomarcadores”, destaca la experta.

Con esta información, García indica que lo que se pretende es desarrollar herramientas para su utilización en la clínica y llegar a lo que se conoce como oncología de precisión.

¿Y cuál es el impacto en los indicadores?

La Unidad lleva a sus espaldas 19 publicaciones y más de 70 comunicaciones en distintos foros. “Se han captado fondos en convocatorias competitivas: 9 ayudas con más de 600.000 euros y además participa en otros 9 proyectos con otras entidades públicas”.

En total, se han establecido colaboraciones con más de 20 centros de investigación. “Se han logrado dos patentes; una en la línea de biopsia líquida y otra en nanotecnología”. Otra de las cuestiones que destaca es la creación de empleo “altamente cualificado”.

Uno de los aspectos claves de esta unidad es la puesta en valor de los grupos de investigación a través del desarrollo de proyectos de alto impacto. Además, facilitan y aceleran la transferencia de resultados de I+D+i.

“Sirve como tractor de fondos para la investigación en Galicia”. No solo fondos directos, también los fondos que se captan a a través de las convocatorias competitivas. En esta línea, la visibilidad de la investigación y la innovación gallega es clara. “También sirve como tractor para retener y captar, y formar talento”, apunta.

Los beneficios

Entre los beneficios de la puesta en marcha de esta unidad se encuentran las oportunidades que ofrecen para la compañía. Como recuerda García, el acceso al conocimiento científico en etapas muy temprana; la colaboración con profesionales médicos, investigadores y pacientes; así como la detección y abordaje de necesidades clínicas no cubiertas.

No hay que olvidar tampoco, dice García, que “es un proyecto también de responsabilidad social corporativa en el sentido de invertir en investigación”.

Para Oncomet, las ventajas son claras: acceso a financiación; posibilidad de tener contacto con una gran empresa, adquisición de nuevas competencias y habilidades que habitualmente no tiene un investigador, y que se generan gracias a ese contacto con la compañía.

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