La llegada de nuevos tratamientos en Oncología se ha traducido en una mayor supervivencia de los pacientes. Y, con esta figura de los largos supervivientes, surgen nuevas necesidades a las que atender a diferentes niveles.
Una de ellas, es la relacionada con las alteraciones de la función sexual durante o tras el tratamiento de cáncer de pulmón. Para estudiar el impacto en este ámbito, como parte del proyecto europeo CLARIFY H2020 (Cancer Long Survivor Artificial Intelligence Follow-Up ), nace el estudio LÚDICAS. Se trata del primer estudio iberoamericano que medirá la disfunción sexual en los pacientes con cáncer de pulmón. Como explica Aylen Vanessa Ospina, oncóloga en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid e investigadora principal de LÚDICAS, “en el Puerta de Hierro trabajamos en el proyecto CLARIFY, y una de sus fases de desarrollo evaluaba la calidad de vida de los pacientes, incluyendo la función sexual”. “Cuando hicimos un análisis de esta información el año pasado, ya que se pudo reclutar a más pacientes con cáncer de pulmón, vimos que se obtenía una alta frecuencia de alteraciones a este nivel”.
Ospina destaca que esto es relevante puesto que “siempre se ha sabido de la alteración de la función sexual de los pacientes de cáncer de mama, próstata, testículo o recto, como consecuencia de las cirugías o tratamientos administrados, pero en cáncer de pulmón los tratamientos no son diferentes y no contábamos con mucha información”. En este sentido, añade, que “ahora que podemos decir que la supervivencia en cáncer de pulmón ha aumentado gracias a los tratamientos innovadores, estamos viendo pacientes que viven muchos años y están presentando alteraciones en su calidad de vida que no teníamos correctamente caracterizadas ni descritas”. Por ello, estudios como CLARIFY y su para iberoamericana LÚDICAS tienen como objetivo, según la investigadora, “hacer un seguimiento adaptado a la situación y poder contribuir a que la calidad de vida de estos pacientes no se deteriore”.
“Ahora que podemos decir que la supervivencia en cáncer de pulmón ha aumentado gracias a los tratamientos innovadores, estamos viendo pacientes que viven muchos años y están presentando alteraciones en su calidad de vida que no teníamos correctamente caracterizadas ni descritas”
Datos del estudio
El proyecto LÚDICAS reclutará pacientes supervivientes de cáncer de pulmón durante el segundo semestre del 2023 en hospitales de España, Portugal y de Latinoamérica (Colombia, Argentina, México y Perú). Los criterios para participar en este estudio son que los pacientes sean mayores de 18 años y menores de 75 con un diagnóstico de cáncer de pulmón desde estadios iniciales hasta metastásicos; además, deberán haber recibido tratamiento sistémico oncológico por lo menos durante tres meses o estar en seguimiento oncológico después de haber recibido tratamiento sistémico por un mínimo de tres meses y presentar enfermedad tumoral estable o en respuesta parcial o completa en imágenes.
Con esto como contexto, Ospina indica que “el apartado iberoamericano está por empezar, pero en CLARIFY se incluyeron 883 pacientes, la mayoría con cáncer de mama, un 38 por ciento, y con cáncer de pulmón un 26 por ciento”. “Uno de los puntos que nos llamó la atención fue la diferencia entre sexos, ya que los hombres registraron un 79 por ciento de actividad sexual en las últimas cuatro semanas anteriores a la consulta, mientras que en las mujeres era un 31 por ciento; además, en cuanto a la satisfacción, un 76 por ciento de las mujeres revelaron insatisfacción sexual frente al 24 por ciento de los varones”.
Asimismo, la investigadora detalla que “se ha impulsado esta pata del estudio incluyendo pacientes de países de Iberoamérica porque hemos trabajado con el oncólogo Mariano Provencio y nos parece que es una buena iniciativa compartir este tipo de investigaciones”. “Sabemos que en Iberoamérica, la población de pacientes puede presentar diferencias sociodemográficas o clínicas, por lo que consideramos relevante tener una muestra que incluya a estos pacientes para diferenciar mejor los niveles de riesgo asociados, viendo complicaciones concretas o cómo afecta a este grupo la enfermedad o el tratamiento al plano sexual”.
“En Iberoamérica, la población de pacientes puede presentar diferencias sociodemográficas o clínicas, por lo que consideramos relevante tener una muestra que incluya a estos pacientes para diferenciar mejor los niveles de riesgo asociados“
Abordaje de las alteraciones
Ospina remarca que, por el tamaño de la muestra los pacientes con cáncer de mama van a estar más magnificados, pero que al profundizar en los datos concretos de cáncer de pulmón, “entre los hallazgos más importantes se ve que en mujeres con cáncer de pulmón hay una insatisfacción sexual importante a pesar de que la muestra sea pqueña”. “A pesar de esto, cuando hicimos seguimiento con una muestra más grande de 141 pacientes e incluyendo más mujeres con lo que pudimos concluir que hay datos estadísticamente significativos, que no son al azar”.
Una vez el estudio avance y se obtengan datos, el objetivo es definir un protocolo de intervención que sea de ayuda para estos pacientes. “Una vez reclutemos a todos los pacientes, el siguiente paso es ver cuáles son las características de la disfunción sexual, detectando los pacientes de mayor riesgo y posteriormente ayudarles con un board multidisciplinar, ya que este abordaje no solo es responsabilidad del oncólogo, hay que incluir a ginecólogos, urólogos, psiquiatras o psicólogos”, especifica Ospina.
La necesidad de profundizar en las diferentes esferas de afectación de los pacientes nace al surgir la figural del largo superviviente. “Es una situación nueva, ya que antes estos pacientes fallecían en cortos periodos de tiempo; cuando vivían menos, no podía estandarizarse un seguimiento especial ni adicional en cáncer de pulmón, por lo que es una situación clínicamente nueva para todos”. “En este momento no hay un seguimiento estandarizado, por lo que hay que mejorar el soporte a estos pacientes, ayudándoles a conseguir una mejor calidad de vida”, concluye Ospina.
“Hay que analizar las características de la disfunción sexual, detectando los pacientes de mayor riesgo y posteriormente ayudarles con un board multidisciplinar, ya que este abordaje no solo es responsabilidad del oncólogo, hay que incluir a ginecólogos, urólogos, psiquiatras o psicólogos”