GM Madrid | viernes, 02 de marzo de 2018 h |

Investigadores del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Biomedicina de la UB (IBUB) han descrito los mecanismos por los que la vía de señalización intercelular Hippo está implicada en el desarrollo de tumores.

El estudio, dirigido por Teresa Adell, profesora del mencionado departamento de la UB, ha descubierto que esta cadena de reacciones bioquímicas controla el ciclo celular y restringe la plasticidad celular en las planarias, un tipo de gusano capaz de regenerar cualquier parte de su cuerpo.

El estudio, que ha sido publicado en la revista PLOS Biology, permiten entender mejor el funcionamiento de la vía Hippo, pero también de los procesos tumorales, ya que demuestra que la base celular de la formación de tumores no se basa en un incremento de la proliferación celular, como sugerían estudios anteriores, sino en el mal funcionamiento de otros procesos que llevan a las células a actuar de una forma descontrolada.

Los resultados del nuevo estudio demuestran que bloquear la vía Hippo en las planarias no da lugar a gusanos mayores, que es lo que se podía esperar según lo que ocurre en otros modelos animales como la mosca del vinagre, sino que directamente provoca tumores. El estudio molecular de estas planarias ha permitido deducir a los investigadores que la vía Hippo no controla la proliferación celular, sino otros procesos esenciales como son la muerte celular, el ciclo celular y también el mantenimiento del estado diferenciado de las células.

“Las células diferenciadas tienen una función clara dentro del organismo (células de la piel, neuronas, etc.) y no pueden proliferar. En cambio, si Hippo no está, estas células pueden volver atrás y convertirse de nuevo en células pluripotentes, capaces de convertirse en cualquier tipo de célula y proliferar”, explica Teresa Adell.

“Si juntas esta capacidad con el hecho de que, sin la vía Hippo, la muerte celular también está inhibida, tienes una bomba: unas células que se han desdiferenciado de manera errónea, que pueden tener hijas que tampoco son normales.

Además, como no pueden morir, inevitablemente se acumulan células con errores en el material genético, que son el origen de los tumores”, destaca la investigadora. Las planarias son unos gusanos planos de agua dulce que se han convertido en un modelo clave para estudiar la regeneración y las células madre, ya que pueden regenerar cualquier parte de su cuerpo.