Más de mil pacientes con enfermedad coronaria y un seguimiento de siete años. Es lo que ha necesitado un grupo de internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) para demostrar por primera vez que “la dieta mediterránea previene la recurrencia de eventos cardiovasculares frente a una dieta baja en grasa”. Así queda reflejado en un artículo científico publicado en la revista británica The Lancent bajo el título “Long-term secondary prevention of cardiovascular disease with a Mediterranean diet and a low-fat diet (CORDIOPREV): a randomised controlled trial”.

La dieta baja en grasa -rica en hidratos de carbono complejos- y la dieta mediterránea -rica en grasa monoinsaturada cuya fuente principal es el aceite de oliva virgen- han probado ser eficaces en prevención primaria de pacientes de alto riesgo sin enfermedad cardiovascular desarrollada. Sin embargo hasta la fecha, la dieta mediterránea no había demostrado tener efectos beneficiosos sobre la salud en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, comparada con otra dieta cardiosaludable como es la dieta baja en grasa.

Según recoge The Lancet, el estudio CORDIOPREV puede considerarse el único ensayo en los últimos 23 años que evalúa de forma fehaciente el efecto de la dieta mediterránea en prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular.

José López Miranda, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía e investigador principal del Proyecto señala que “el estudio CORDIOPREV demuestra en pacientes con enfermedad coronaria establecida que la dieta mediterránea tuvo un efecto superior al de la dieta baja en grasas en la prevención de la aparición de eventos cardiovasculares recurrentes como infarto de miocardio, revascularización, accidente cerebrovascular isquémico, enfermedad arterial periférica y muerte de origen cardiovascular evitando la aparición de uno de cada cuatro eventos cardiovasculares mayores”.

Estos hallazgos, señala Javier Delgado Lista, primer firmante del artículo y profesor titular de la Universidad de Córdoba “son de enorme relevancia para la práctica clínica diaria, apoyando el uso de la dieta mediterránea para prevenir la recurrencia de la enfermedad cardiovascular y demuestran la utilidad de recomendar este tipo de dieta a personas que previamente han tenido un evento cardiovascular.” De este modo, en el propio artículo científico se indica que estos resultados son de utilidad para poder “cambiar las guías clínicas sobre recomendaciones dietéticas y seguimiento de pacientes con enfermedad coronaria”.

“Estos hallazgos demuestran la utilidad de recomendar este tipo de dieta a personas que previamente han tenido un evento cardiovascular.”

Javier Delgado Lista, firmante del artículo y profesor de la Universidad de Córdoba

La enfermedad cardiovascular sigue siendo una de las primeras causas de mortalidad y gasto sanitario tanto en España como en Europa. El estilo de vida es un factor clave a modificar para prevenir la incidencia y recurrencia de eventos cardiovasculares, junto a fármacos y otros procedimientos, como las técnicas de revascularización.

Colaboración científica de múltiples organismos

El estudio ha sido desarrollado e impulsado conjuntamente a nivel científico entre el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), el Hospital Universitario Reina Sofía (HURS), la Universidad de Córdoba (UCO) y el CIBEROBN. En palabras de Pablo Pérez Martínez, director científico del IMIBIC y médico internista miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI): “supone un hito al crear nueva evidencia científica y demostrar que la dieta mediterránea rica en aceite de oliva es útil para prevenir nuevos eventos cardiovasculares en personas con enfermedad coronaria ya establecida”.

“Supone un hito al crear nueva evidencia científica y demostrar que la dieta mediterránea rica en aceite de oliva es útil para prevenir nuevos eventos cardiovasculares en personas con enfermedad coronaria ya establecida”.

Pablo Pérez Martínez, director científico del IMIBIC y médico internista de la SEMI

Para demostrarlo, se ha desarrollado ‘CORDIOPREV’, un ensayo clínico aleatorizado realizado en el HURS. En el mismo, participaron 1.002 pacientes con enfermedad coronaria establecida de entre 20 y 76 años, que recibieron intervención dietética con dieta mediterránea o dieta baja en grasa y fueron seguidos durante siete años. Un total de 500 (49,9 por ciento) de los 1.002 pacientes fueron asignados al grupo de dieta baja en grasas y 502 (50,1 por ciento) al de dieta mediterránea.

Como objetivos principales de investigación, se establecieron: “valorar la aparición de nuevos eventos cardiovasculares mayores (o evento principal), incluyendo infarto de miocardio, revascularización (bypass, cateterismos, stents), accidente cerebrovascular isquémico (ictus), enfermedad arterial periférica y muerte de origen cardiovascular (muerte súbita)”. Se evaluó la aparición de estos eventos con los dos tipos de dieta seguida por los pacientes, reclutados entre octubre de 2009 y febrero de 2012.

Población analizada y hallazgos

Las participantes en la investigación tenían una edad media de 59,5 años, y, como es habitual respecto a la incidencia de la enfermedad coronaria, eran mayoritariamente varones (un 82,5 por ciento). El evento principal del estudio se produjo en 198 participantes, 87 en el brazo de la dieta mediterránea (un 17,3 por ciento) y 111 en el de la dieta baja en grasas (un 22,2 por ciento), lo que supone una disminución de la frecuencia de entre un 25 y un 30 por ciento, aproximadamente, en los participantes que siguieron la dieta mediterránea. Estos efectos fueron más evidentes en los varones, donde la diferencia entre dietas fue casi de un 35 por ciento en favor de la dieta mediterránea. Cabe resaltar que la incidencia que se encontró en las dos ramas del estudio es inferior a la habitual en este tipo de pacientes (un 25 por ciento a los cinco años), lo que podría indicar que, a pesar de las diferencias encontradas, ambas dietas ejercieron efectos cardiosaludables.


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