Un ensayo clínico, coordinado por Adrián Montesano, profesor e investigador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y por el catedrático de la Facultad de Psicología y el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona (UBNeuro), Guillem Feixas, examinará nuevas herramientas para tratar de mejorar el tratamiento psicológico de jóvenes diagnosticados con depresión.  

El estudio analizará la utilidad de la llamada terapia de constructos personales en jóvenes de entre 18 y 29 años con síntomas leves o moderados de depresión.

Además, explorará si es más eficaz aplicarla juntamente con una aplicación novedosa y pionera de realidad virtual. El ensayo está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. “La terapia de constructos personales está especialmente centrada en cómo las personas construyen su realidad y el significado que dan a las cosas que les pasan y a las personas que los rodean”, explica Montesano.

 En las últimas décadas, ha ido mostrando resultados positivos, pero “este es el primer ensayo que se hace aplicándola específicamente a personas jóvenes con síntomas depresivos“, añade. Se comparará su eficacia con la de la terapia cognitivo-conductual, que es la que se considera como referencia y que se basa especialmente en las conductas observables.

Asimismo, las aplicaciones de realidad virtual se han probado en terapias de exposición para tratar algunos tipos de fobias, pero “esta es la primera vez que se investigará en el tratamiento de la depresión y como psicoterapia en general”, confirma Montesano.

Claves de la terapia psicológica

La aplicación, denominada EYME, es un “desarrollo pionero” de la propia UB. A través de una entrevista previa, el sistema transforma los significados y las personas importantes en la identidad en un espacio en 3D en forma de esferas y palabras.

Esto permite, según Montesano, “acompañar a la persona en un paseo por su mente, por su universo de significados y valores personales, favoreciendo la conversación terapéutica”. “Los algoritmos que usa se basan en el trabajo acumulado durante dos décadas y creemos que puede tener un valor añadido entre la población joven, en la que puede mejorar la adherencia al tratamiento y el atractivo de la psicoterapia”, señala.

Precisamente, una de las claves de la terapia psicológica es la implicación del paciente. Varios tipos de psicoterapia han mostrado una eficacia equivalente de forma global, pero aproximadamente un 35 por ciento de los pacientes abandona el tratamiento antes de considerarse completado.

Si el ensayo clínico resultase positivo, ayudaría a abrir el abanico de opciones disponibles. “Es fundamental poder personalizar sobre la base de preferencias personales”, asegura Montesano.

225 pacientes

El ensayo ya se ha iniciado y las primeras consultas están efectuándose en las universidades implicadas, así como en centros de salud y hospitales asociados al proyecto. Englobará a 225 pacientes, y el reclutamiento seguirá abierto hasta principios del año 2023.

Las personas candidatas son jóvenes de entre 18 y 29 años con síntomas leves o moderados de depresión, a los que se ofrecerá “sesiones de terapia gratuita con calidad científica, conducida por profesionales expertos como parte del estudio”, explica Montesano.

“Tradicionalmente, las intervenciones y la investigación en psicoterapia se han centrado en las formas más graves, lo que en parte ha llevado a que los jóvenes estén infrarrepresentados”, reconoce Montesano. “Ahora sabemos que cuanto antes se aborde el problema, mejores resultados habrá a largo plazo”, concluye.


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