J. A. R.

Barcelona

| viernes, 18 de noviembre de 2016 h |

El adecuado tratamiento de los pacientes con cáncer debería ir más allá de los servicios de Oncología de los hospitales, comenta Antonio Benedicto Redón, jefe del Servicio de Urología del Hospital de La Ribera, centro que recientemente ha logrado el Premio Best in Class (BiC) a la mejor calidad asistencial en la categoría de Comité Interhospitalario de Tumores de Próstata y Urológicos, otorgado por GACETA MÉDICA y la Cátedra de Innovación y Gestión Sanitaria de la Universidad Rey Juan Carlos.

Este experto comenta que sería necesario que, desde el Sistema Nacional de Salud, “se fomentara la creación de los comités de tumores, que, en nuestro caso, están formados por distintos especialistas, como oncólogos médicos y radioterápicos, radiólogos, urólogos o patólogos, y que nos permiten realizar un completo seguimiento de los pacientes durante el tratamiento”. Además, Benedicto aboga también por la creación de “unidades funcionales y un mayor uso de la robótica”.

En este sentido, Benedicto señala que en el Servicio de Urología del Hospital de La Ribera ya empezaron en la década de los años 2000 a realizar las intervenciones quirúrgicas mediante la técnica de la laparoscopia. “En esa época era difícil, ya que no había en España centros de excelencia donde formarse. Ahora ya hay muchos centros, como el nuestro, por lo que la curva de aprendizaje para los expertos se ha simplificado, aunque todavía no es el gold estándar para el tratamiento de los tumores urológicos”. La laparoscopia es una técnica menos invasiva y permite que la recuperación del paciente sea más rápida. De todos modos, añade Benedicto, “España sigue por detrás de otros países en lo que hace referencia, por ejemplo, a la cirugía robótica”.

Por otro lado, Benedicto señala que en los últimos años el tratamiento de los pacientes con tumores urológicos ha mejorado en buena parte gracias a la aparición de dos nuevos fármacos, como son la abiraterona y la enzalutamida. Estos fármacos son dos tipos de tipos de terapia hormonal. La abiraterona (comercializado por Janssen como Zytiga) bloquea una enzima llamada CYP17 que ayuda a que las células cancerosas dejen de producir andrógenos.Y enzalutamida, comercializado como Xtandi por Astellas Pharma, también es un antiandrógeno, Cuando los andrógenos se unen al receptor, este envía una señal a la célula para que se divida, pero el fármaco bloquea esta señal.

“Ambos medicamentos consiguen prolongar la supervivencia de forma considerable —comenta este experto—. Se han publicado datos de que pueden alargar la supervivencia entre 18 y 24 meses. Además, y este es un aspecto muy importante, mejoran la calidad de vida de una manera muy significativa. Estos fármacos, que se emplean en pacientes en los que la enfermedad ya es metastásica, reducen la fatiga y los eventos óseos, por ejemplo”.

Avances en RM

Otro de los aspectos que ha permitido mejorar el abordaje de estos pacientes son los avances en las pruebas de resonancia magnética (RM). “Hasta hace poco, la resonancia magnética se usaba para el estadiaje —comenta Benedicto—, pero ahora ya podemos emplearla para el diagnóstico. De este modo se pueden evitar biopsias que son innecesarias. La tecnología de la resonancia magnética ha avanzado mucho, por ejemplo, en el caso de los softwares para la realización de biopsias por fusión, lo que ha permitido mejorar también la curva de aprendizaje de los radiólogos”. A nivel diagnóstico, añade Benedicto, “parece demostrado que el screening poblacional cada vez ofrece más dudas de que sea efectivo para reducir la mortalidad”.

Futuro

Actualmente, se está investigando para que los tratamientos puedan aplicarse en fases todavía más tempranas de la enfermedad. “Las actuales indicaciones son para pacientes metastásicos —indica Benedicto—, pero hay en marcha ensayos clínicos con combinaciones, para poder emplear los fármacos antes de llegar a etapas tan avanzadas de la enfermedad”.