SANDRA PULIDO Madrid | viernes, 22 de diciembre de 2017 h |

La resistencia a determinados tipos de antibióticos causa en España cerca de 2.500 muertes al año, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).

Buscar soluciones rápidas ha llevado a que los distintos países incluyan en la agenda política este asunto como prioritario.

La Comisión Europea pidió en el pasado mes de noviembre no limitar los esfuerzos para concienciar sobre el uso prudente de los antibióticos en un “gran esfuerzo de comunicación”, que es “más necesario que nunca”, sino que además ha subrayado la necesidad de “actuar” para reducir las diferencias entre los países de la UE y que todos consigan los mejores resultados posibles.

En la declaración con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos recordaron que la resistencia a los antimicrobianos causa 25.000 muertes al año y genera en al UE unos gastos de 1.500 millones en asistencia sanitaria y pérdidas de productividad. Además, han advertido de que esta resistencia “podría matar a una persona cada tres segundos y convertirse en una causa de muerte más común que el cáncer” en 2050.

Bruselas ha llegado a tildar la situación de alarmante ante el aumento de la resistencia incluso a los antibióticos de último recurso como la colistina, “nos enfrentamos a un alarmante futuro ‘postantibióticos’ en el que podríamos perder la capacidad de realizar cirugía mayor y trasplante de órganos, o de implantar con éxito prótesis de cadera o válvulas cardíacas”, destacaba el texto.

La genómica contra MMR

La reunión anual de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) celebrada en Madrid recientemente se centró en la amenaza que suponen los microorganismos multirresistentes (MMR).

La limitación de los recursos terapéuticos requiere la apuesta por nuevos tratamientos efectivos frente a estas infecciones. Sin embargo, a falta de ir incorporando al arsenal terapéutico los distintos fármacos que poco a poco van surgiendo (actualmente hay solo 41 antibióticos en investigación, de los que tan solo tres pueden acabar con más del 90 por ciento de las cepas definidas como problemas de salud pública) los expertos apuntan a la genómica como punta de lanza para la evitar la diseminación de estas bacterias.

Tal y como explicaron desde la Unidad de Genómica de Tuberculosis del Instituto de Biomedicina de Valencia, la genómica está irrumpiendo en el abordaje de estas infecciones, en cuanto al diagnóstico y a la epidemiología.

Actualmente se está trabajando en el campo de la tuberculosis multirresistente. El primer genoma de la tuberculosis, que se realizó en 1997, costó cuatro millones de euros pero ahora, se está empezando a pensar en usarlo en ambientes clínicos.

En este nuevo paradigma, el genoma está permitiendo identificar mutaciones que hace años no tenían al alcance. Es más, siempre se habían utilizado diferentes marcadores para comprobar si las cepas eran las mismas.

La tuberculosis multirresistente (TB-MDR) a medicamentos supone un riesgo para la salud pública, con 600.000 nuevos casos de resistencia al medicamento principal de primera línea, la rifampicina. Según las cifras de la OMS, aproximadamente 490.000 eran casos de multirresistencia a los fármacos.

La situación del VIH

La resistencia a los medicamentos contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se aproxima al 10 por ciento en las personas que viven con el virus y van a comenzar o reiniciar la terapia antirretroviral de primera línea.

Así se desprendió de un estudio dirigido por los investigadores de University College London (UCL) y la OMS.

La investigación encontró que la resistencia, particularmente a uno de los principales tipos de fármacos de primera línea, los inhibidores de la transcriptasa inversa no análogo de los nucleósidos (ITINN), está aumentando en los países de ingresos bajos y medianos especialmente en África, América Latina y Asia.

Si no se toman medidas, la resistencia a los ITINN será superior al 10 por ciento en las personas que inician la terapia y provocará 890.000 muertes más por sida y 450.000 infecciones más solo en el África subsahariana antes de 2030, a medida que la mayoría de las personas en las que la terapia no surte efecto tengan virus fármaco-resistentes, según han indicado las investigaciones previas.

Las directrices de la OMS sobre la resistencia a los medicamentos contra el VIH antes del tratamiento recomiendan que los países cambien a un tratamiento de primera línea más sólido cuando los niveles alcancen el 10 por ciento.

La resistencia a determinados tipos de antibióticos causa en España cerca de 2.500 muertes al año, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.


Resistencia antibióticos



Causa 25.000 muertes al año y genera en la UE unos gastos de 1.500 millones en asistencia sanitaria



VIH



Las directrices de la OMS recomiendan que los países cambien a un tratamiento de primera línea más sólido