Más de 140 oncólogos y profesionales sanitarios de referencia nacional e internacional se han reunido en el SOLTI ADCsessions in Oncology. Durante esta jornada, han puesto en común los nuevos horizontes que plantean los inmunoconjugados o Antibody Drug Conjugates (ADCs) en distintos tumores. Concretamente en el cáncer de mama, pulmón, gastrointestinal y genitourinario.

Según han afirmado los participantes, las investigaciones en marcha confirman que el uso de esta familia de fármacos, en las distintas patologías oncológicas, cambiará el protocolo de tratamiento en la práctica clínica habitual.

“Además, hemos compartido biomarcadores, toxicidades; lo que es realmente importante porque son estrategias que vamos a incorporar o estamos incorporando en nuestra práctica clínica”, ha destacado Enriqueta Felip, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefa de la sección de Tumores Torácicos de VHIO.

En el caso del cáncer de mama HER2 positivo, estudios recientes demuestran una reducción del 72 por ciento en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en pacientes con un estadio avanzado de la patología, tratadas con uno de los ADC en estudio actualmente, comparado con el tratamiento estándar.

En palabras de Mafalda Oliveira, miembro de la Junta Directiva de SOLTI y oncóloga de Vall d’Hebron Institute of Oncology (VHIO), “ya se está produciendo un cambio en el tratamiento de pacientes con cáncer de mama metastásico, pero los ADCs también son prometedores para el resto de patologías. El tratamiento de tumores triple negativos con fármacos inmunoconjugados, por ejemplo, también mejora la supervivencia libre de progresión en comparación con la quimioterapia“.

“Un endpoint -ha añadido Oliveira- muy difícil de conseguir en este subgrupo de pacientes, que son las que tienen un peor pronóstico. Esto abre horizontes esperanzadores para esta población que merecen ser explorados en los próximos años”.

Además, y por primera vez en pacientes con cáncer de mama precoz hormono-sensible y HER2 negativo no tratadas previamente, los expertos han medido con éxito el beneficio terapéutico de otro ADC demostrando que el tumor se redujo o desapareció en un 45 por ciento de los casos tras una sola administración de un ADC anti-HER3.

Por otro lado, en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) con mutación HER2, previamente tratados, este ADC también demostró alta respuesta tumoral -61,9 por ciento- y una supervivencia libre de progresión de 14 meses, Asimismo, también se está evaluando su potencial como primera línea de tratamiento para esta población.

“El tratamiento de tumores triple negativos con fármacos inmunoconjugados, por ejemplo, también mejora la supervivencia libre de progresión en comparación con la quimioterapia”

Mafalda Oliveira, miembro de la Junta Directiva de SOLTI y oncóloga de VHIO

Tener en cuenta las alteraciones moleculares, no el tumor

Para Eva Ciruelos, vicepresidenta de SOLTI y coordinadora de la Unidad de Mama del Hospital Universitario 12 de Octubre y de HM Hospitales los ADCs pueden ser la quimioterapia del futuro, puesto que han marcado un punto de inflexión en el tratamiento del cáncer.

“Se trata de una nueva forma de conducir el tratamiento mediante la unión de compuestos de quimioterapia a anticuerpos dirigidos, específicamente a un antígeno propio de una célula o de un tipo tumoral en concreto. Esto está permitiendo redescubrir quimioterapias que ya eran viejas conocidas, ahora formuladas para llevar las concentraciones terapéuticas al lugar del tumor y no a tejidos sanos, lo que explica la buena tolerabilidad de estos fármacos”, ha detallado Ciruelos. 

Tal y como han indicado los expertos, la FDA ha aprobado 11 ADCs y más de 80 están en fase de desarrollo clínico para diferentes indicaciones oncológicas hasta la fecha.

En opinión de los expertos, la reunión ADCsessions in oncology ha evidenciado que los resultados de los últimos estudios con la nueva generación de ADCs confirman la tendencia hacia un abordaje del cáncer que no tenga en cuenta el órgano del tumor sino las alteraciones moleculares que se observan en el mismo.

De este modo se trataría la patología de forma transversal, partiendo de la identificación de estas alteraciones. Como la mutación de HER2, la sobreexpresión de TROP2 o de nectina 4 y la sobreexpresión/amplificación de HER2. Esta última, han asegurado los expertos, presente en un 30 por ciento de los cánceres, entre otros, de mama, de pulmón, colorrectal y de endometrio.

La nueva generación de ADCs confirman la tendencia hacia un abordaje del cáncer que no tenga en cuenta el órgano del tumor sino las alteraciones moleculares que se observan en el mismo

En esta misma línea, los oncólogos han puesto de manifiesto la necesidad de agilizar el acceso a la innovación para que la investigación tenga un impacto real en la práctica clínica habitual en los distintos países y, por tanto, en los y las pacientes de forma generalizada.

Impulsada por SOLTI, la reunión científica se celebró desde Madrid y en formato híbrido, a caballo entre la presencialidad y la virtualidad, y ha contado con el aval de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), de TTD, de SOGUG y con el soporte colaboración de Roche, Gilead, Daiichi-Sankyo y AstraZeneca.


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