El 18 de diciembre es el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, una fecha dedicada a concienciar sobre esta enfermedad neurodegenerativa y crónica que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), afecta a unas 55.000 personas en España.

Además, la SEN recuerda que tres de cada cuatro pacientes con esclerosis múltiple tienen algún tipo de discapacidad reconocida y constituye la segunda causa de discapacidad en la población joven después de los traumatismos craneoencefálicos.

Cada año se diagnostican en España más de 2.000 nuevos casos de esta enfermedad cuyos primeros síntomas suelen manifestarse en edades jóvenes, en torno a los 20-40 años, y afecta mayoritariamente a mujeres en una proporción de 2-3 casos por cada hombre. Actualmente las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir esclerosis múltiple respecto a los hombres y esta proporción sigue en aumento.

“En todo el mundo, en los últimos cinco años, ha aumentado cerca de un 20% el número de pacientes con esclerosis múltiple. En este aumento están implicados tanto la mejora de las técnicas diagnósticas como las opciones de tratamiento de esta enfermedad, lo que ha ayudado tanto a identificar los casos como a aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes”, afirma Ana Belén Caminero, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.

“Pero también porque se está produciendo un aumento de la prevalencia de esta enfermedad que, por causas que no son claras, está ocurriendo fundamentalmente a expensas de un número creciente de casos en mujeres”, explica Caminero.

Población joven

Alrededor del 90 por ciento de las personas con esclerosis múltiple sufre fatiga; un 80 por ciento, espasticidad; un 15-20 por ciento, dificultades visuales; hasta un 80 por ciento sufre problemas de vejiga; más del 50 por ciento, en los 15 años posteriores al inicio de los síntomas, dificultades para caminar; y hasta un 70 por ciento de los pacientes llegará a desarrollar problemas cognitivos.

Además, los pacientes con esclerosis múltiple tienen un riesgo mayor que la población general de desarrollar comorbilidades, tanto agudas como crónicas. Casi el 80 por ciento de los pacientes con esclerosis múltiple presentan, entre otras patologías, ansiedad, depresión, hipertensión, trastornos del sueño, etc.

“Afortunadamente, en las últimas décadas, se ha progresado mucho en el tratamiento de esta enfermedad. Esto ha permitido que un porcentaje muy significativo de pacientes tengan ya una situación funcional mucho más favorable y una mejor calidad de vida tras varios años desde el diagnóstico de la enfermedad”, comenta Caminero.

“Pero para ello, el tratamiento temprano es esencial. Los nuevos fármacos pueden hacer que casi el 90 por ciento de los pacientes no desarrollen nuevos brotes, al menos durante 2 años (tiempo evaluado en los ensayos clínicos). Además, está previsto que en los próximos meses se aprueben nuevos tratamientos cada vez más efectivos”, destaca, y añade que aun así, “todavía queda mucho por hacer y por investigar en la lucha contra esta enfermedad que, solo en Europa, supone un coste sociosanitario de más de 9.000 millones de euros anuales”.


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