Timothy Brown, más conocido como el ‘paciente de Berlín’, fue la primera persona del mundo en ser ‘curada’ de VIH, tras ser sometido en 2008 a un trasplante de células madre para superar una leucemia mieloide aguda (LMA). Ya en 2019, el ‘paciente de Londres‘ se convertía en el segundo caso, tras permanecer el virus ‘indetectable’ 29 meses después de la interrupción del tratamiento con antirretrovirales (TAR). Este paciente recibió un trasplante de células madre para tratar un linfoma de Hodgkin, tal y como confirmó un estudio coordinado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el University Medical Center de Utrecht (Holanda).
Ahora, un equipo de investigadores de Estados Unidos ha anunciado la posible curación de una mujer que recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical para superar una LMA. Este caso ha sido presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Denver, Colorado, tal y como ha adelantado The New York Times.
La paciente fue diagnosticada con VIH en junio de 2013 y de LMA en 2017. En agosto de ese año (2017) recibió un trasplante de un donante que portaba la mutación CCR5 Delta 32 en las células CD4, que hace que las células sanguíneas sean inmunes al VIH al evitar la entrada del virus en ellas. Sin embargo, se trataba de un paciente parcialmente compatible, en lugar de la práctica habitual de encontrar un donante de médula ósea de raza y etnia similar a la del receptor. También recibió una transfusión de células madre sanguíneas parcialmente compatibles de un familiar de primer grado, para mejorar las probabilidades éxito.
Los médicos retiraron el TAR 37 meses después del trasplante. Ahora, un año y dos meses después de ello, no muestra rastro de VIH en sangre ni anticuerpos contra el virus.
La mutación CCR5 Delta 32 en las células CD4 se ha identificado en solo unos 20.000 donantes, la mayoría de los cuales son descendientes del norte de Europa
Diferencia con los casos anteriores
En los casos de Berlín y Londres, ambos hombres recibieron trasplantes de médula ósea de donantes que portaban la mutación CCR5 Delta 32 en las células CD4. Dicha mutación se ha identificado en solo unos 20.000 donantes, la mayoría de los cuales son nativos del norte de Europa.
Por su parte, ambos hombres sufrieron efectos secundarios graves, incluida la enfermedad de injerto contra huésped. Por el contrario, la mujer abandonó el hospital el día 17 después de su trasplante y no desarrolló la enfermedad de injerto contra huésped, según ha explicado JingMei Hsu, médico de la paciente en Weill Cornell Medicine, en declaraciones a The New York Times. Según el especialista, la combinación de la sangre del cordón umbilical y las células de su pariente podría haberle evitado muchos de los efectos secundarios brutales de un trasplante de médula ósea.
Asimismo, los antecedentes sexuales y raciales del nuevo caso marcan un importante paso adelante en el desarrollo de una cura para el VIH, según los investigadores. Más de 14 meses después, no muestra signos de VIH en los análisis de sangre y no parece tener anticuerpos detectables contra el virus.
Más de 14 meses después, no muestra signos de VIH en los análisis de sangre y no parece tener anticuerpos detectables contra el virus
Intentos fallidos
Desde Timothy Brown han sido muchos los intentos de replicar el caso de el ‘paciente de Berlín’ que han concluido en la reaparición del virus.
Por ejemplo, en el año 2014 se reportó el caso de el ‘paciente de Essen’, que recibió un trasplante con la mutación CCR5 Delta32. Pero cuando se interrumpió el TAR, el VIH experimentó un rápido rebote. Y en otros tres casos de trasplante de células madre, que no presentaban la mutación CCR5 Delta 32, el virus rebotó a las 12, 32 y 41 semanas, respectivamente. Un caso español es el de cinco pacientes del Hospital Gregorio Marañón de Madrid infectados por VIH que presentan actualmente un reservorio indetectable del virus tras recibir un trasplante de células madres. En cambio, a este grupo no se le ha interrumpido aún el tratamiento antirretroviral.