cáncer

El cáncer sigue siendo la principal causa de muerte por enfermedad en la población infantil. La supervivencia de los niños con cáncer no solo depende de tratamientos convencionales como la cirugía, los fármacos citostáticos y la radioterapia, sino también de las respuestas inmunitarias sistémicas. Sin embargo, aún se desconocen los factores determinantes que influyen en estas respuestas inmunitarias según la edad del niño y el tipo de tumor. Aunque las nuevas inmunoterapias pueden potenciar las respuestas inmunitarias antitumorales, hasta ahora, pocos niños han podido beneficiarse de estas estrategias, y aún se carece de marcadores claros para identificar respuestas terapéuticas efectivas.

Un equipo de investigadores del Instituto Karolinska y del Hospital Infantil Astrid Lindgren, en Suecia, ha identificado cómo varía la respuesta del sistema inmunitario en niños frente a distintos tipos de cáncer dependiendo de su edad. Los hallazgos, publicados en la revista Cell, muestran diferencias clave entre el sistema inmunológico de niños y adultos, abriendo la puerta al desarrollo de tratamientos personalizados específicamente diseñados para el cáncer infantil.

Para estudiar las variaciones del sistema inmunológico sistémico en niños afectados por distintos tumores sólidos, se llevó a cabo un estudio que incluyó a 191 pacientes pediátricos atendidos en el Centro de Oncología Pediátrica del Hospital Universitario Karolinska, en Estocolmo, Suecia. Todos los niños fueron diagnosticados entre marzo de 2018 y febrero de 2024, y abarcan edades de entre 0 y 18 años al momento del diagnóstico, con una distribución por edad y sexo equilibrada: 94 niñas y 97 niños, en consonancia con los datos poblacionales de cáncer pediátrico en Suecia.

El estudio incluyó a pacientes con todas las formas de tumores sólidos, incluidos aquellos con tumores raros y linfomas. Sin embargo, se excluyeron los casos de leucemia, debido a la dificultad de diferenciar las respuestas inmunitarias dirigidas a las células tumorales de las células malignas originadas en el sistema hematopoyético. Los 191 pacientes incluidos en presentaron un total de 34 tipos diferentes de tumores. De ellos, el 44% afectaban al sistema nervioso central (SNC), mientras que el resto correspondía a tumores extracraneales. Entre los tipos más comunes de tumores extracraneales se encontraban el neuroblastoma, los tumores de Wilms y el linfoma de Hodgkin.

Los investigadores estudiaron tanto muestras de tejido tumoral como de sangre de los pacientes para identificar las mutaciones genéticas presentes en los tumores. Además, analizaron la actividad genética del sistema inmunológico, determinando qué genes estaban activos y cuáles permanecían inactivos.

Diferencias del sistema inmunológico entre niños y adultos

Petter Brodin, profesor de inmunología pediátrica en el Departamento de Salud de la Mujer y el Niño del Instituto Karolinska y pediatra en el Hospital Infantil Astrid Lindgren.

Los resultados del estudio revelan que el sistema inmunitario de niños y adultos responde de manera distinta al cáncer, y que los diferentes tipos de tumores activan la respuesta inmunitaria en grados variables.

“Lo que hemos observado es que los tumores infantiles tienden a ser menos inflamatorios y presentan menos mutaciones, lo que probablemente los hace menos reconocibles para el sistema inmunitario”, explicó Petter Brodin, profesor de inmunología pediátrica en el Departamento de Salud de la Mujer y el Niño del Instituto Karolinska y pediatra en el Hospital Infantil Astrid Lindgren, Hospital Universitario Karolinska. “Como resultado, este no ataca a los tumores con la misma intensidad, subrayó.

A pesar de esto, el estudio destaca una considerable variabilidad individual, lo que resalta la importancia de la medicina de precisión. “Se trata de personalizar el tratamiento para cada paciente, y nuestra investigación demuestra cómo este enfoque puede aplicarse en la práctica”, añadió Brodin.

Los hallazgos del estudio podrían arrojar luz sobre por qué los niños no se benefician de manera significativa de tratamientos inmunoterapéuticos como los inhibidores de puntos de control. Este tipo de terapia biológica potencia la efectividad de las células inmunitarias contra el tumor al bloquear proteínas que frenan su acción.

“Para que los inhibidores de puntos de control funcionen, es necesario que las células inmunitarias ya estén activadas contra el tumor”, señaló Brodin. “Nuestro estudio muestra que, en muchos casos, las células inmunitarias de los niños no se activan inicialmente contra el tumor, lo que implica que los tratamientos convencionales con inhibidores de puntos de control no serán efectivos en estos casos”.

Además, Brodin enfatiza que los niños probablemente requieran enfoques inmunoterapéuticos distintos, diseñados para activar las células inmunitarias desde cero, permitiéndoles reconocer y atacar las células tumorales de manera efectiva.

Células T asesinas

Tras monitorear la respuesta inmunitaria en varios niños durante el tratamiento, los investigadores identificaron cambios en la población de células T asesinas, aquellas encargadas de destruir las células tumorales. “Este hallazgo tiene un gran potencial clínico”, destacó Brodin. “Podríamos emplearlo de inmediato para evaluar el efecto terapéutico en cada paciente y ajustar el tratamiento de manera personalizada”.

El equipo de investigación ahora planea probar este enfoque a mayor escala, convencidos de que podría complementar los análisis genéticos de los tumores, una práctica ya común en la atención oncológica de rutina. Este avance podría optimizar aún más las estrategias de medicina de precisión en el tratamiento pediátrico del cáncer.


También te puede interesar…