| miércoles, 26 de junio de 2019 h |

La eliminación de la hepatitis C en los colectivos con adicciones ha sido una de las claves del VI Congreso Internacional de Patología Dual que se ha celebrado estos días en Madrid y que reúne a expertos nacionales e internacionales en esta materia. Este ha sido el tema central del simposio “Eliminar la hepatitis C, una responsabilidad de todos”, moderado por Pablo Vega Astudillo, Jefe de Sección del Centro de Atención a las Adicciones (CAD) de Tetuán y que ha contado con la colaboración de la compañía biofarmacéutica AbbVie. El simposio ha contado con la participación de expertos de primer nivel en el abordaje de este perfil de paciente, que han puesto de relevancia la necesidad de diagnosticar y tratar a estos pacientes.

“Hoy en día se estima que más del 60% de los pacientes adictos a las drogas por vía parenteral tienen anticuerpos de la hepatitis C, por lo que, si no diagnosticamos y tratamos a los usuarios de drogas, no podremos eliminar la hepatitis C. Debemos trabajar en esta población, teniendo en cuenta que por su perfil tienen más dificultades a la hora de acceder al sistema sanitario y que requieren de un abordaje integral y multidisciplinar”, explica el Dr. Vega.

Actualmente, según los dato del Ministerio de Sanidad, en España se habrían tratado en torno a unos 120.000 pacientes de hepatitis C, y los datos estiman que un 0,22% de la población tendría infección activa. No obstante, “cuando nos salimos de la población general y trabajamos con personas usuarias de drogas, la infección por virus C es mucho más elevada porque existe una exposición continuada a una conducta de riesgo. Diagnosticar y tratar a estos pacientes es fundamental para prevenir nuevas infecciones y reinfecciones”, apunta.

En este sentido, e Joan Colom, director del Programa de Prevención, Control y Atención al VIH, las ITS y las Hepatitis Víricas y subdirector general de Drogodependencias de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, ha destacado el liderazgo de Cataluña en el tratamiento de poblaciones clave y la puesta en marcha del Plan de Prevención y Control de la Hepatitis C en esta Comunidad.

Colom ha resaltado que para eliminar la hepatitis C se requiere un abordaje especial de las poblaciones más vulnerables, utilizando el diagnóstico en un solo paso y acercando el tratamiento lo máximo posible a estas personas. Asimismo, ha incidido no solo en la importancia de prevenir las nuevas infecciones y reinfecciones, sino en la necesidad de utilizar mecanismos novedosos que permitan identificar lo antes posible y tratar de forma inmediata a las poblaciones clave, entre las que se encuentran los usuarios de drogas por vía parenteral pero también las personas que están en prisión, los hombres que tienen sexo con hombres o los inmigrantes originarios de países de alta prevalencia.

A este respecto, Vega explica: “Los circuitos terapéuticos complejos a través de atención primaria, provocan la pérdida de al menos el 50% de los pacientes. Sería fundamental el cribado universal en los CAD y establecer una derivación directa entre el CAD y el hospital para lograr la eliminación de la hepatitis C”.

M.ª del Mar Sánchez, ha compartido su experiencia desde la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Ciudad Real, poniendo de relevancia el abordaje multidisciplinar que requieren estos pacientes, desde un enfoque que va más allá de la enfermedad y en el que se trabajan los aspectos psicosociales. La especialista ha explicado que la coordinación constituye una pieza fundamental en la organización sanitaria y que una buena coordinación entre todos los recursos, intra y extrahospitalarios que trabajan con población vulnerable, conducirá a la eliminación de la hepatitis C.

Por su parte, Carlos Roncero, jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, ha corroborado que una de las barreras que existe es la complejidad de los circuitos asistenciales y ha establecido como retos futuros el papel clave de los profesionales de salud mental y adicciones en la motivación, detección y remisión del paciente al especialista y su relevancia en la administración del tratamiento, el seguimiento y la prevención de reinfecciones.