Parece que la gripe estacional, volverá con más fuerza este invierno a la vista de lo sucedido en el hemisferio sur. Tras unos años algo desplazada por la COVID-19, sigue siendo un importante problema de salud mundial. Ante este, los expertos coinciden en que la mejor forma de prevenirla continúa siendo la vacunación ya que se traduce en una menor transmisión del virus y una reducción de la mortalidad.

Seqirus (de CSL Limited) es una de las compañías biotecnológicas concienciada con este virus de la gripe, siendo la única empresa mundial especializada únicamente en gripe y el segundo mayor productor de vacunas antigripales en el mundo.

Según cuentan desde la compañía, entre sus retos más cercanos se sitúa en primer lugar acelerar el desarrollo de su próxima generación de tecnología de vacunas de ARN mensajero (ARNm), ARN mensajero autoamplificador. Y es que ya han creado un programa dedicado específicamente a este tipo de vacunas y se encuentran inmersos en el análisis y desarrollo de una serie de vacunas contra la gripe basadas en ARN mensajero. Los resultados preclínicos demuestran ser prometedores en comparación con las tecnologías más tradicionales y apuntan a que será una mejor plataforma tecnológica.

En este sentido, Nigel Hilton, Vice President of manufacturing and Site head de Seqirus, explica que para hacer una vacuna de la gripe cada temporada es necesario poner cuatro cepas diferentes, lo que se traduce en que es bastante ARNm el que se necesita en las vacunas.

“Creemos que esto puede presentar un desafío en términos no solo de la eficacia sino también del perfil de seguridad del ARNm, por lo que podría probarse definitivamente la cantidad de MRNA que se necesita usar”

Nigel Hilton, Vice President of manufacturing and Site head de Seqirus.

Además, reconoce que algunas compañías como Moderna y Pfizer les sacan algo de ventaja en el análisis del desarrollo de este tipo de vacunas de la gripe, pero “hacer una vacuna estacional de cuatro cepas es diferente a las de COVID-19”.

Pandemia COVID-19

Desde la compañía biotecnológica, se denominan como “una empresa de pandemias”, ya que la gripe, no se nos olvide, también lo es. Por ello, Seqirus explica que la crisis sanitaria del coronavirus les sirvió para comprobar que los planes que tenían desarrollados y testados para una pandemia de gripe les funcionaban muy bien la práctica, aunque fuese en una pandemia por otro tipo de virus.

“Somos una empresa de pandemia y como consecuencia nos habíamos preparado mucho para cuando surgiera una. Sin embargo, la sorpresa fue ver que, aunque llegó un virus diferente, también estábamos bien preparados ante él ya que mantuvimos todas nuestras operaciones en orden y al mismo tiempo respondimos a un aumento del 30 por ciento en la demanda”, expresó Nigel Hilton.

Presencia global

La compañía que tiene tres sedes de producción: en Reino Unido (Liverpool), Holly Springs (EE.UU.) y Melbourne (AUS) proporciona vacunas a escala mundial -en más de 20 países-, lo que permite un suministro estacional confiable y una respuesta rápida a posibles pandemias.

Sin embargo, sus miras están puestas en el continuo crecimiento y es aquí donde pone el foco la compañía como otro de sus retos. Así lo explicaba Nigel Hilton: “El número uno en gripe es una compañía que opera en una geografía mucho más grande que la nuestra, por lo que estamos considerando activamente cómo podemos extender toda nuestra oferta a otros mercados ya que sabemos que tenemos productos realmente buenos”.

Esta oferta no se quedaría solo en vacunas de la gripe. Y es que Seqirus ya se puso manos a la obra en plena pandemia de coronavirus firmando un contrato de colaboración de fabricación con AstraZeneca. De esta manera las dosis finales de la vacuna de la COVID-19 se fabricaban y los viales se llenaban y envasaban en Seqirus Parkville. A la par también realizaban pruebas de control de calidad de la materia prima y el producto.

Nigel Hilton, Vice President of manufacturing and Site head de Seqirus.

“Estamos muy orgullosos, hicimos 50 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca en Australia para la población más vulnerable del país”

Nigel Hilton, Vice President of manufacturing and Site head de Seqirus.

Asimismo, indicaba que desde la empresa internacional de vacunas antigripales han estado analizando el desarrollo de su propia vacuna contra la COVID-19 en colaboración con la universidad de Queensland. “Como empresa, definitivamente estamos abiertos e interesados en explorar oportunidades para traer nuestra propia vacuna contra la COVID-19 y quizás hacia otras áreas de vacunas”.

Vacunas de la gripe

El proceso de composición de la vacuna de la gripe es una ardua tarea que cada año suele cambiar debido al posible cambio de las cepas de las que se compone. Hilton cuenta que la composición este año se decidió para el hemisferio sur alrededor del 23 de septiembre y para el hemisferio norte el 26 de febrero. “Este año solo se ha tenido que cambiar una de las cepas, mientras el año pasado no hubo que cambiar ninguna”.

En cuanto a los pronósticos que hacen sobre el número de vacunas que necesitará cada país, Helen Concilia, UK & Ireland Cluster Head, apunta que se hacen con 18 meses de anticipación. “A medida que nos acercamos más y más a la fecha, añadimos la información que vamos obteniendo, la situación es muy dinámica”.

COVID-19 y gripe

Sin duda el valor de la vacunación contra la gripe estacional durante la pandemia de COVID-19 tomó fuerza desde el inicio de la crisis sanitaria. Con la posibilidad de que en los meses de invierno la COVID-19 persista o resurja ha hecho que las vacunas antigripales sean más importantes aún.

Beverly Taylor, Head of Influenza Scientific Affair, WHO and IFPMA Lead de Seqirus, quiso hacer hincapié en la importancia de tomar medidas para preservar los recursos de atención médica durante la próxima temporada de gripe, especialmente “a la luz de algunos expertos que predicen una temporada de gripe particularmente feroz en 2022-2023”.

La OMS recomienda que todos los países logren una aceptación de la vacuna contra la gripe estacional de al menos el 75 por ciento para la población de riesgo y los mayores de 65 años. Así,Taylor apunta que alcanzar o superar el umbral de este 75 por ciento en 2022-2023 “podría salvar muchas vidas y reducir la carga de enfermedad en los pacientes con gripe y COVID-19”.

Según indicó Nigel Hilton, ya está documentado que es posible contraer el virus de la gripe y de la COVID-19 al mismo tiempo. Por lo que todas las personas vulnerables y profesionales sanitarios deben estar vacunados de ambas para que se expongan lo menos posible y proteger así también la capacidad de los servicios sanitarios.

Los estudios iniciales indican que ambos virus comparten muchas de las características y pueden aumentar las posibilidades de una enfermedad grave en caso de coinfección: son altamente contagiosos, apuntan al sistema respiratorio y se adaptan fácilmente.


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