El envejecimiento es un fenómeno biológico inevitable que se caracteriza por cambios sistémicos que deterioran progresivamente la integridad fisiológica del organismo. Este proceso incrementa la vulnerabilidad a enfermedades asociadas a la edad y culmina en la mortalidad. Entre las principales características del envejecimiento destacan la senescencia celular, la inestabilidad genómica, las alteraciones epigenéticas, la pérdida de proteostasis, el agotamiento de las células madre, la inflamación crónica y la comunicación intercelular disfuncional.

De estas características, la senescencia celular ocupa un lugar central. Se trata de un estado en el que las células dejan de dividirse de forma permanente como respuesta a diversos factores de estrés, y su acumulación es un impulsor clave del envejecimiento. Estas células senescentes (SnC) liberan un conjunto de moléculas inflamatorias y prosenescentes conocido como fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP), que afecta el funcionamiento normal de los tejidos y fomenta la aparición de más células senescentes. El impacto de este fenómeno ha llevado a los investigadores a explorar enfoques innovadores para combatir los efectos del envejecimiento.

En esta línea, las estrategias terapéuticas dirigidas a las células senescentes han cobrado protagonismo en la investigación sobre el envejecimiento y las enfermedades asociadas. Estas terapias se clasifican en dos enfoques principales: las estrategias senolíticas, que eliminan directamente las SnC, y las senomórficas, que suprimen la señalización patológica del fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP). Ambos enfoques han demostrado beneficios significativos, como la prolongación de la esperanza de vida, la reducción de la inflamación y la mejora de las funciones cognitivas.

Sin embargo, estas terapias presentan limitaciones importantes. La eliminación de SnC mediante agentes senolíticos es efectiva cuando estas células están presentes en bajas cantidades; pero, su acumulación aumenta con la edad, lo que puede hacer que la eliminación masiva de SnC cause daños en los tejidos y comprometa la función de los órganos. Por otro lado, las terapias senomórficas, aunque rejuvenecedoras, podrían interferir en la vigilancia inmunitaria, dificultando la respuesta del organismo frente a patógenos y células cancerígenas.

El papel de los exosomas

En este contexto, en el que se está persiguiendo superar las limitaciones actuales, los exosomas derivados de células madre embrionarias humanas (hESC-Exos) han mostrado un notable efecto regenerador en tejidos locales, como el hipocampo y la médula ósea. Estos contienen proteínas y microARN (miARN) con propiedades reguladoras sobre el envejecimiento y la proliferación celular. Con base en estos hallazgos, un grupo de investigadores ha presentado la estrategia “Senoreverse”, que busca revertir el arresto proliferativo de las SnC mediante el uso de hESC-Exos para promover el rejuvenecimiento celular. Este enfoque innovador, publicado en la revista científica Cell Metabolism, podría representar un avance significativo en la medicina regenerativa y en la ralentización del envejecimiento.

En concreto, a través de la estrategia Senoreverse, el equipo ha identificado una molécula clave, el microARN miR-302b, que podría ralentizar el proceso de envejecimiento celular. Este microARN, conocido por su papel en la inmunidad y la supresión de células cancerígenas, se presenta como un posible aliado en la regulación del envejecimiento. Utilizando células humanas cultivadas en laboratorio, los investigadores demostraron que los exosomas derivados de células madre embrionarias humanas (hESC-Exos) pueden restaurar la capacidad de las células senescentes para proliferar. Estos exosomas actúan como transportadores de ARN entre células, y cuando están enriquecidos con miR-302b, se potencian sus efectos regenerativos.

Para comprobar esto utilizaron ratones de entre 20 y 25 meses de edad, equivalente a 60-70 años en humanos, y les administraron diferentes tratamientos: exosomas normales, exosomas cargados con miR-302b adicional, o solución salina como control. Los resultados preliminares sugieren que el miR-302b, al influir en dos genes relacionados con la división celular, podría abrir nuevas posibilidades para combatir los efectos del envejecimiento y promover la regeneración tisular.

Reprogramación celular

La reprogramación celular generalmente implica un cambio en la identidad celular, borrando características diferenciadas para adquirir propiedades similares a las de las células madre. Sin embargo, recientes hallazgos indican que el tratamiento con miR-302b ofrece un enfoque distinto: revierte los marcadores de senescencia y mejora tanto las funciones celulares como las organismales, sin modificar la identidad celular.

Este efecto rejuvenecedor lo han logrado a través de la restauración de la proliferación celular. El microARN miR-302b actúa sobre vías específicas relacionadas con la senescencia, regulando negativamente inhibidores del ciclo celular como Cdkn1a y Ccng2, claves en el mantenimiento del estado senescente. Al mitigar estas restricciones, miR-302b permite que las células senescentes reanuden la división celular, favoreciendo la regeneración tisular y el rejuvenecimiento global.

Estos hallazgos, observados en modelos animales envejecidos, refuerzan el potencial de miR-302b como herramienta terapéutica para combatir el envejecimiento celular y promover la regeneración sin necesidad de alterar la identidad celular, un avance significativo en la medicina regenerativa.


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