El avance hacia un diagnóstico cada vez más específico en hematología ha supuesto un gran avance en las enfermedades de esta especialidad. Al lograr un diagnóstico más exacto, se puede definir el tratamiento para cada paciente con más exactitud, lo que ha supuesto una notable mejora del pronóstico en diferentes enfermedades de la sangre.

En este sentido, la secuenciación de nueva generación, sumada a otros métodos de diagnóstico mejorados como las técnicas de imagen o las citometrías de flujo, han supuesto un cambio de paradigma en el abordaje de las enfermedades hematológicas. Sobre estas ideas abundaba Ramón García Sanz, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) durante la inauguración del congreso anual que esta entidad celebra conjuntamente con la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).

Pero, más allá del avance científico, García Sanz aludía a la necesidad de que estas técnicas diagnósticas estén disponibles a gran escala. Para lograrlo, consideraba fundamental que el ámbito público y el privado aúnen fuerzas, para expandir el uso de estas técnicas y que sean tan accesibles como lo puede estar un PET-TAC en pacientes oncológicos. Y es que, subrayaba, el diagnóstico de patologías ha aumentado sustancialmente gracias a la secuenciación de nueva generación, lo que supone grandes progresos en hematología.

Por su parte, José María Moraleda, presidente del comité científico de la SEHH y director del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria, también apuntaba al diagnóstico biológico como uno de los aspectos más novedosos del congreso, teniendo en cuenta el avance que esto supone en el trabajo cotidiano de los hematólogos.

Demandas en la especialidad

Con los avances que han desencadenado estas nuevas técnicas como base, García Sanz demandaba la inclusión de la secuenciación de nueva generación en la cartera básica de servicios del Sistema Nacional de Salud, por su utilidad en el diagnóstico y las oportunidades que ofrece a la hora de brindar una mejor asistencia a los pacientes.

Asimismo, Felipe Prósper, presidente del Comité Organizador y codirector de Hematología en la Clínica Universidad de Navarra reclamaba el papel de la investigación. De esta manera, llamaba a las autoridades políticas a priorizar la I+D, detallando que más allá de que pueda ayudar en hallazgos como la vacuna contra la COVID-19, en hematología se está haciendo un gran esfuerzo para avanzar, por ejemplo, en terapias avanzadas, que actualmente son clave para muchos pacientes, y se espera que en el futuro, cada vez puedan ayudar a más personas con enfermedades hematológicas.

Hematología y COVID-19

Otro de los temas destacados en el evento fue la relación entre hematología y COVID-19. Esto es debido a que una de las consecuencias que genera este coronavirus es la formación de trombos que pueden empeorar el pronóstico de estos pacientes. De hecho, José Antonio Páramo, presidente del comité organizador del congreso y presidente de la SETH, destacaba que en esta edición se presentan un total de 88 comunicaciones relativas al ámbito de la trombosis y la COVID-19, puesto que es un tema que está generando un gran interés.

Además, José Ramón González Porras, presidente del comité científico de la SETH y hematólogo en el Hospital Clínico Universitario de Salamanca subrayaba que este nuevo coronavirus ha logrado colarse entre los cinco simposios oficiales; en concreto, el tema que se aborda sobre el que versa esta intervención es la trombosis en localizaciones atípicas y en COVID-19.

García Sanz, señalaba que uno de los logros de la SEHH, ha sido participar activamente en la gestión de la COVID-19, poniéndose a disposición del Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas desde el princpio. Asimismo afirmaba que los grupos de trabajo de la sociedad han emitido más de treinta documentos sobre temas diversos, se ha desarrollado un registro de pacientes hematológicos con COVID-19, la entidad ha participado en el congreso COVID, se han promovido webinars… un trabajo desde varias perspectivas con un objetivo único: colaborar en el abordaje de la enfermead ofreciendo apoyo a los especialistas en hematología.

A este respecto, Páramo añadía que los especialistas han emitido recomendaciones diversas que han tenido impacto positivo en los meses de pandemia. Por ejemplo, determinar los anticoagulantes más adecuados en COVID-19,  permitir el cambio a anticoagulantes orales de acción directa (ACODs) o heparinas de bajo peso molecular y seleccionar los fármacos más adecuados para la trombosis.

Terapias avanzadas

Acerca de las terapias avanzadas en hematología, Prósper se refería a las CAR-T alogénicas. Sobre estas, señalaba que ya se han empezado a desarrollar, y que se está desarrollando un ensayo internacional para evaluar su eficacia en mieloma. En este sentido, precisaba que la mayor ventaja que aportarán es su practicidad, y es que se tendría la medicación de forma directa reduciendo la complejidad de los procesos. Asimismo, resaltaba que esto debería repercutir en la parte económica puesto que las CAR-T actuales, como consecuencia del proceso, son muy costosas. De todas maneras, se mostraba cauto, añadiendo que todavía es pronto para saber si van a funcionar igual de bien que las que están disponibles actualmente, también en términos de seguridad.

Los expertos también se refirieron al Plan de Terapias Avanzadas. Moraleda indicaba que este ha supuesto un gran avance, aunque ahora precisa de un desarrollo ulterior para que este tipo de terapias lleguen a todos los pacientes que las necesitan. Así, demandaba que su uso se vaya generalizando paulatinamente, puesto que hay ensayos que demuestran que al utilizarlas en fases más tempranas de la enfermedad, su beneficio es todavía mayor.

García Sanz coincidía en la evaluación de éxito de Moraleda, aunque puntualizaba que es necesario mejorarlo puesto que hay problemas importantes, como el tiempo de espera para administrarla. El presidente de la SEFH también apuntaba a las dificultades en acceso, remarcando la importancia de que los tratamientos estén disponibles para todos los pacientes que las necesitan.

Por último, Prósper también consideraba que es necesario actualizar y mejorar el plan, puesto que tiene limitaciones. Así, señalaba problemas como las derivadas de que ciertas terapias estén aprobadas para diferentes indicaciones y, sobre todo, ponía en el foco que el número de pacientes que pueden beneficiarse de las terapias avanzadas es mayor que aquellos que ya las han recibido. No obstante, concluía que aunque se ha de mejorar su eficacia, este ha sido “instrumental y fundamental”.


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