sarampión

En Estados Unidos, las tasas de vacunación infantil han experimentado una disminución, especialmente desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Para el año escolar 2023-2024, solo el 92,7% de los niños en edad de jardín de infantes recibieron las vacunas requeridas, una caída respecto al 95% previo a la pandemia. Además, las exenciones alcanzaron un récord del 3,3%, lo que equivale a aproximadamente 80.000 niños no vacunados .

Esta disminución en la cobertura de la inmunización ha provocado un resurgimiento de enfermedades prevenibles por vacunación. Un brote reciente de sarampión en el oeste de Texas afectó a más de 620 personas, resultando en 64 hospitalizaciones y la muerte de dos niños. Las autoridades sanitarias han identificado que las tasas de vacunación en comunidades específicas, como las menonitas y algunas escuelas privadas, están significativamente por debajo del objetivo federal del 95%, lo que ha contribuido a la propagación del virus.

Según un nuevo estudio el sarampión, así como otras enfermedades previamente erradicadas como la rubéola y la polio, podrían regresar algún día a Estados Unidos. Publicado en la revista JAMA, el estudio utilizó modelos epidemiológicos a gran escala para simular la propagación de enfermedades infecciosas en el país, analizando distintos escenarios con diferentes niveles de vacunación infantil.

Respecto a este trabajo, Noemí López Perea, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología (CNE-ISCIII), explica, en declaraciones a Science Media Centre, que «mediante el empleo de modelos matemáticos, los autores establecen los posibles escenarios a los que se enfrentarían en EE.UU. en caso de posibles descensos en las coberturas de vacunación, así como el abrumador aumento en el número de casos, brotes, complicaciones asociadas y muertes, a enfermedades que se encontraban ya eliminadas».

La experta señala que «el hecho de poder cuantificar el impacto en el descenso de las coberturas de vacunación es el valor clave del estudio, ya que dota de argumentos científicos claros para ser presentados a los decisores en salud, los sanitarios implicados y los padres, que en última instancia son los que deciden vacunar o no a sus hijos». 

Evitar que el sarampión sea endémico

En este estudio los investigadores determinan que, incluso con las tasas de vacunación actuales, el sarampión podría convertirse nuevamente en endémico, circulando de manera constante en EE. UU., dentro de dos décadas. Si las tasas de vacunación experimentan pequeñas disminuciones, este proceso podría acelerarse.

Sin embargo, un aumento modesto en la cobertura de vacunación podría prevenir su regreso.

Según el modelo de simulación basado en las tasas de vacunación actuales por estado, el sarampión podría restablecer su carácter endémico en un 83% de las simulaciones, con un tiempo medio de 20,9 años y una estimación de 851.300 casos durante un período de 25 años.

En un escenario donde la vacunación contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) disminuya en un 10%, se estima que podrían ocurrir 11,1 millones de casos de sarampión en 25 años. En cambio, con un aumento del 5% en la cobertura de la vacuna MMR, el modelo predice solo 5.800 casos.

Por otro lado, en el estudio aseguran que es poco probable que otras enfermedades prevenibles por vacunación logren restablecer su endemicidad con los niveles actuales de vacunación.

Si la vacunación infantil disminuyera en un 50%, el modelo estima que podrían registrarse 51,2 millones de casos de sarampión durante 25 años, 9,9 millones de casos de rubéola, 4,3 millones de casos de poliomielitis y 197 casos de difteria. En este escenario, el modelo también predice 51.200 casos de secuelas neurológicas asociadas al sarampión, 10.700 casos de síndrome de rubéola congénita, 5.400 casos de poliomielitis paralítica, 10,3 millones de hospitalizaciones y 159.200 muertes.

En este mismo escenario, el sarampión se convertiría en endémico en 4,9 años, la rubéola en 18,1 años y el poliovirus alcanzaría niveles endémicos en aproximadamente la mitad de las simulaciones (56%) a los 19,6 años. Además, también revela una considerable variabilidad en las proyecciones, dependiendo de las características de la población estadounidense.

Estos resultados subrayan la importancia de mantener una alta cobertura en la vacunación infantil de rutina para prevenir el resurgimiento de enfermedades infecciosas prevenibles en los EE. UU.


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