La ministra de Sanidad, Mónica García, ha confirmado durante su comparecencia en el Pleno del Senado, que los dos casos de leptospira de dos voluntarios en Valencia, notificados a finales de la semana pasada, han resultado negativos.
La ministra, ha subrayado que este resultado ha sido posible tras la realización de pruebas diagnósticas sobre los afectados.
Durante su intervención, García, ha actualizado además los datos de la situación epidemiológica actual en la zona 0 de devastada por la DANA en Valencia. “Hasta el momento se han registrado un centenar de casos de gastroenteritis aproximadamente”, ha explicado.
Los dos casos que en principio parecían ser de leptospirosis, han resultado finalmente ser negativos, a pesar de tener síntomas compatibles con esta enfermedad infecciosa.
Vigilancia activa
La ministra, ha recordado además que la vigilancia y la coordinación siguen siendo claves a la hora de detectar, notificar y hacer el seguimiento de posibles casos, no solo de esta enfermedad infecciosa, así como de otras que pudiera aparecer.
Para eso, la Comunidad Valenciana, el Ministerio de Sanidad y la Conselleria de Sanitat han activado un protocolo de vigilancia epidemiológica, que fue presentado la semana anterior por el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón. El protocolo incluye una evaluación diaria de la situación, con el objetivo de detectar de forma precoz cualquier brote de infección en las zonas afectadas y controlar su evolución. “Mantenemos una coordinación activa para responder cualquier evolución en la incidencia de los diferentes focos infecciosos de la zona”, ha subrayado la ministra.
Además, este protocolo describe una serie de síntomas de alerta que indican la necesidad de acudir a un centro sanitario: fiebre, diarrea o vómitos, cambios en la coloración de la piel o los ojos y heridas infectadas.
Estas enfermedades, tal y como han descrito los expertos pueden ir desde infecciones gastrointestinales causados por bacterias que contaminan agua y alimentos, hasta la infección de heridas y por tanto la posible contaminación de la bacteria que provoca el tétanos. También pueden aparecer otras enfermedades, como las provocadas por vectores (mosquitos transmisores) o la ya mencionada leptospirosis (bacteria transmitida por roedores y que puede contagiarse a humanos), que, aunque menos probables, se cuentan entre los riesgos asociados a situaciones de inundaciones similares a las que han ocurrido en Valencia.
En cuanto al tema de la vacunación, la ministra, ha incidido en el hecho de que actualmente no se recomienda ninguna vacuna extraordinaria. “Sin embargo, es importante fomentar las vacunaciones habituales”, ha indicado.
La leptospirosis
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que destaca como uno de los principales riesgos de Salud Pública tras las inundaciones. Se trata de una enfermedad que puede contraerse al contacto con aguas de inundación, tierra húmeda o lodos contaminados con orina o tejidos de animales infectados, siendo las ratas los reservorios más frecuentes de esta bacteria. La bacteria puede introducirse en el organismo a través de lesiones cutáneas o través de las mucosas, y puede afectar a personas que viven en la zona, pero sobre todo a aquellas que participan en tareas de limpieza y desescombro. Sobre todo, aquellas que están en contacto con las aguas residuales y estancadas.
Los síntomas de esta enfermedad suelen ser leves y suelen consistir en fiebre, malestar y dolores musculares. Existe antibiótico para su tratamiento. Aún así, desde el principio de la catástrofe, tanto desde la Consellería de Sanidad valenciana, como desde el Ministerio de Sanidad, se está haciendo hincapié en la importancia de seguir las recomendaciones de protección, para la prevención de riesgos de salud pública.
Así, se recuerda el lavado de manos con agua y jabón, utilizar mascarilla, guantes y protección ocular cuando se lleven a cabo tareas de limpieza y usar ropa larga. Por otra parte se insta a no consumir alimentos que hayan estado en contacto con zonas inundadas, incluso aunque estén envasados.
Se recomienda ventilar bien las zonas cerradas, retirar los enseres mojados, el agua estancada y retirar el lodo en la medida de lo posible, limpiando con lejía en todos aquellos lugares que hayan tenido contacto con esa sustancia.
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