La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de la primera quimio-inmunoterapia antes de cirugía para pacientes con cáncer de pulmón en estados iniciales.
Los especialistas en este tipo de tumor han celebrado la aprobación. El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) ha asegurado que la llegada de este nuevo esquema de tratamiento se trata de una «auténtica revolución» y un «cambio de paradigma», ya que mejora significativamente las perspectivas de curación y supervivencia de estos pacientes.
Según los resultados en los que se basa esta aprobación, con este tratamiento la respuesta patológica completa es 13 veces más alta que con el esquema tradicional (24 por ciento frente al 2 por ciento) y existe una mejora notable de la supervivencia.
Un avance muy importante
Hasta ahora, el cáncer de pulmón, pese a diagnosticarse en estadios localmente avanzados, era una enfermedad terminal, con pocas perspectivas de supervivencia a largo plazo (solo un 30 por ciento de los pacientes sobrevivía a los tres años).
En los últimos 30 años no había habido ningún avance en estos pacientes, pues las investigaciones estaban focalizadas en fases avanzadas del tumor. Por ello, un avance en estadios tempranos en una auténtica revolución.
Esta aprobación, según destaca el GECP, abre la puerta a un cambio mundial en el abordaje terapéutico de los tumores de pulmón en estadios iniciales e intermedios. Administrar quimio-inmunoterapia antes de operar un cáncer de pulmón, podría volver «curables» tumores potencial y mayoritariamente letales.
En definitiva, este enfoque de tratamiento aumentaría el número de pacientes que finalmente pueden curarse y elevaría significativamente los ratios de supervivencia manejados hasta ahora.
Investigación española
La aprobación americana de este nuevo esquema de tratamiento está basada en el estudio internacional CheckMate 816, cuyo germen es el estudio español del GECP NADIM. El estudio NADIM del GECP fue la primera investigación que se planteó a nivel mundial que analizó los beneficios (viabilidad, seguridad, eficacia y supervivencia) de administrar quimio-inmunoterapia antes de cirugía a pacientes con cáncer de pulmón en estadios iniciales o localmente avanzados. El estudio Checkmate americano se basó en este esquema.
En el estudio del GECP, el 89,9 por ciento de los pacientes incluidos en el estudio sobrevivió a los dos años y un 77 por ciento no tuvo progresión de la enfermedad en este periodo. Además, un 63,4 por ciento de los pacientes incluidos tuvo una respuesta patológica completa del tumor cuando se realizó la cirugía (ausencia del tumor). Estas tasas suponen casi el doble de supervivencia de lo registrado hasta ahora.
El efecto adverso del tratamiento solo se dio en el 30 por ciento de los pacientes y no interfirió en la cirugía posterior. Además, en comparación con las estrategias de administrar quimioterapia tras la cirugía, los investigadores del GECP consideran que la presencia de la masa tumoral completa al inicio de la inmunoterapia permite la inducción de una respuesta antitumoral adaptativa más fuerte y el desarrollo temprano de la memoria inmune que puede proporcionar protección a largo plazo al paciente.