GACETA MÉDICA Barcelona | miércoles, 07 de septiembre de 2016 h |

Un estudio en el que han participado investigadores del Instituto Ramón y Cajal de investigación Sanitaria (Irycis) y del Centro de Investigación Biomédica en Red en su Área Temática de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) señala que los embarazos gemelares deben adelantar el parto a la semana 37 de gestación para reducir al mínimo los riesgos de muerte intrauterina.

Las recomendaciones actuales varían en cuanto al momento del parto electivo, oscilando entre las semanas 34 y 37 para el caso de embarazos monocoriales y desde la semana 37 a la 39 en los embarazos bicoriales. En el trabajo publicado se analizaron los resultados de 32 estudios, realizados en los últimos 10 años, que incluyeron mujeres con embarazos no complicados de gemelos y en los que se comunicaban resultados de mortalidad intrauterina y neonatal (definida como aquella que ocurre en los primeros 28 días tras el parto) para diversas edades gestacionales posteriores a la semana 34. En conjunto, los estudios incluyeron 35.171 embarazos de gemelos (29.685 bicoriales y 5.486 monocoriales). Los investigadores analizaron específicamente el equilibrio entre el riesgo de muerte fetal intrauterina de la actitud expectante frente al parto y el riesgo de muerte neonatal tras el parto a partir de las 34 semanas de gestación.

Los resultados para los embarazos bicoriales mostraron que el riesgo de muerte fetal intrauterina se equilibraba con el riesgo de muerte neonatal hasta la semana 37 de gestación. Sin embargo, retrasar el parto una semana adicional (semana 38) producía en promedio 8,8 muertes por cada 1.000 embarazos por el incremento en el riesgo de muerte fetal intrauterina.

En los embarazos monocoriales, el riesgo de muerte fetal parece ser mayor que el de la muerte del neonato tras el parto más allá de la semana 36 de gestación. Sin embargo, el menor número de embarazos recogidos de este grupo impiden hacer una recomendación firme sobre el momento óptimo del parto electivo en este grupo de embarazos monocoriónicos. Las tasas de morbilidad neonatal (incluyendo el síndrome de dificultad respiratoria, septicemia o convulsiones neonatales) y el ingreso en Unidades de Cuidados intensivos Neonatales se redujo de forma consistente con el aumento de la edad gestacional en ambos grupos.