En Columbia Británica, Canadá, se ha detectado el primer caso de gripe aviar H5 en un ser humano. Este caso involucra a un adolescente de la región de Fraser Health, quien actualmente recibe atención en el Hospital Infantil de Columbia Británica. Las pruebas iniciales, realizadas en el Laboratorio de Salud Pública del Centro para el Control de Enfermedades de la provincia, han confirmado el positivo para el virus H5, además as muestras han sido enviadas al Laboratorio Nacional de Microbiología en Winnipeg para una verificación adicional.
Bonnie Henry, epidemióloga y funcionaria de salud de Columbia Británica, señaló que, «aunque es el primer caso detectado en Canadá, ya se han reportado algunos casos humanos en Estados Unidos y en otras regiones, por lo que estamos llevando a cabo una investigación completa para entender la fuente de exposición». El Departamento de Salud Pública de Columbia Británica ha comenzado a rastrear a los posibles contactos para evaluar síntomas, ofrecer orientación sobre pruebas preventivas y establecer medidas de control.
Las autoridades sanitarias sospechan que la fuente de contagio en este caso está relacionada con un animal infectado, posiblemente un ave. Pero esta hipótesis todavía está siendo investigada por equipos de salud pública, junto con especialistas veterinarios y medioambientales, que han incrementado la vigilancia y control en áreas de Columbia Británica donde se han identificado brotes de H5N1 en aves silvestres y explotaciones avícolas. Desde el mes de octubre, la provincia ha visto un aumento en los casos de gripe aviar en aves de granja y en especies silvestres, lo que ha activado la cooperación entre la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos, agencias provinciales y socios internacionales para contener el virus.
Medidas de protección en Canadá y Europa
Ante la expansión de la influenza aviar, las autoridades han establecido estrictas pautas preventivas para minimizar los riesgos de contagio. Las recomendaciones incluyen evitar el contacto directo con animales enfermos, reportar aves muertas o animales sospechosos y mantenerse alerta a síntomas gripales, especialmente en personas que hayan estado en granjas infectadas o en contacto con aves silvestres.
La preocupación no es exclusiva de Canadá; en Europa, varios países han incrementado las medidas de seguridad y han declarado la situación de «alto riesgo» ante el aumento de brotes en aves domésticas y silvestres. Austria y Francia son dos de los países que han adoptado regulaciones más estrictas tras reportar varios focos de infección en sus territorios.
En Austria, donde en las últimas semanas se han identificado brotes de influenza aviar en aves silvestres y cuatro granjas avícolas, se ha clasificado a todo el país como zona de alto riesgo. Las granjas avícolas afectadas en Alta y Baja Austria han sido puestas bajo cuarentena, lo que implica la inspección exhaustiva de los animales por veterinarios oficiales. Además, se han implementado zonas de restricción para evitar la propagación, limitando la salida de aves de estas áreas y prohibiendo el uso de agua de embalses a los que tengan acceso aves silvestres.
El Ministerio de Sanidad de Austria también ha dispuesto medidas de bioseguridad para los avicultores, como el uso de redes y tejados para evitar el contacto entre aves domésticas y silvestres, y la separación de patos y gansos del resto de las aves de corral. Estas disposiciones también incluyen la notificación obligatoria de aves acuáticas muertas, como cisnes y patos, a las autoridades, que se encargan de su recuperación y análisis.
Francia refuerza medidas y áreas de protección
Francia, que ha calificado la situación como de «alto riesgo» desde el 9 de noviembre de 2024, ha sido uno de los países más afectados por la influenza aviar en Europa, registrando sus primeros casos de IAAP (influenza aviar altamente patógena) en agosto de este año. Ante esta situación, las autoridades sanitarias han implementado medidas para limitar el avance de la enfermedad en las granjas afectadas, como la eliminación de aves infectadas y la limpieza exhaustiva de los sitios de infección. Además, en las áreas cercanas a los brotes, se han establecido zonas de protección y vigilancia en las que está prohibido el movimiento de aves de corral y se han restringido ciertas actividades, como la caza de aves de pluma.
Los servicios estatales han habilitado una plataforma de información llamada PIGMA, donde los ciudadanos pueden consultar en tiempo real las áreas reguladas y el estado de los brotes en cada departamento del país. Esta herramienta permite a las autoridades controlar de manera precisa la implementación de las medidas de emergencia y asegurar que se mantengan los protocolos de bioseguridad en las granjas cercanas a los focos de infección.
Cooperación internacional
La propagación de la influenza aviar H5N1 subraya la importancia de la colaboración entre países en la vigilancia y control de enfermedades infecciosas que afectan tanto a animales como a personas. La gripe aviar, una enfermedad altamente contagiosa que ha demostrado ser letal en aves de corral, puede también, en casos excepcionales, transmitirse a seres humanos a través de un contacto muy cercano, como ha sido documentado en varios países. Sin embargo, la transmisión de humano a humano es extremadamente rara, y no existen riesgos conocidos de contagio a través del consumo de alimentos.
Canadá, Europa y otros países afectados siguen coordinando sus esfuerzos de prevención y respuesta a través de entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). En conjunto, estos organismos monitorean los brotes, actualizan protocolos y promueven prácticas de bioseguridad que minimicen la diseminación del virus. En este sentido, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) realiza un seguimiento constante de los brotes de enfermedades transmisibles que hay activos en el mundo.
Este brote de gripe aviar H5N1 pone de relieve la necesidad de una vigilancia continua y la cooperación internacional para proteger tanto la salud pública como la industria avícola. El seguimiento y la respuesta rápida son esenciales para contener el virus, mitigar su impacto en la economía y garantizar la seguridad de la población.
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