José Luis González Larriba, catedrático de Oncología de la Universidad Complutense de Madrid y jefe de la Unidad de Tumores Torácicos del Hospital Clínico San Carlos

El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, una fecha clave para reflexionar sobre los avances y desafíos en la lucha contra esta enfermedad, que sigue siendo una de las principales causas de mortalidad a nivel global. En este sentido, GM ha conversado con José Luis González Larriba, catedrático de Oncología de la Universidad Complutense de Madrid y jefe de la Unidad de Tumores Torácicos del Hospital Clínico San Carlos, quien ha explicado aspectos cruciales sobre el abordaje de esta enfermedad en España, los avances en investigación y la imperiosa necesidad de priorizar la prevención, especialmente la eliminación del hábito tabáquico.

Un abordaje integral y de alto nivel en España

Según González Larriba, España está a la vanguardia en el tratamiento del cáncer de pulmón, con un nivel comparable al de los mejores sistemas de salud de Europa y Norteamérica. Este abordaje incluye estrategias avanzadas en cirugía, radioterapia y oncología médica, lo que permite ofrecer a los pacientes opciones terapéuticas eficaces y personalizadas. No obstante, el diagnóstico precoz sigue siendo un reto debido a que los síntomas iniciales, como tos persistente o fatiga, suelen confundirse con problemas respiratorios comunes, especialmente en personas mayores con antecedentes de tabaquismo o broncopatías.

El especialista enfatiza que el tratamiento depende del estadio de la enfermedad. En casos localizados, la cirugía es la primera opción. Si hay afectación locorregional, se combinan terapias como quimio-inmunoterapia antes de proceder a una intervención quirúrgica. Para estadios avanzados, los avances en terapias dirigidas y la inmunoterapia han cambiado drásticamente el pronóstico de los pacientes, permitiendo una supervivencia prolongada incluso en casos como metástasis.

Uno de los puntos clave, que incidió el especialista fue la importancia de implementar programas de cribado poblacional mediante TAC de baja dosis en grupos de riesgo, como fumadores y personas con enfermedades pulmonares crónicas. Estudios internacionales han demostrado que esta herramienta permite detectar lesiones pulmonares en fases tempranas, aumentando las posibilidades de curación. Sin embargo, González Larriba subraya que, aunque su beneficio está científicamente probado, el principal obstáculo para su implementación en Europa es organizativo, debido al volumen de personas que serían candidatas a este cribado. Aun así, anima a los colectivos de riesgo a buscar activamente estas pruebas, pues el diagnóstico temprano es determinante en el éxito del tratamiento.

La investigación, clave en la personalización del tratamiento

El campo de la oncología ha evolucionado significativamente gracias a los avances en investigación, y el cáncer de pulmón no es una excepción. González Larriba señala que la identificación de dianas moleculares, así como la búsqueda de biomarcadores han revolucionado la forma en que se aborda esta enfermedad. Actualmente, es posible analizar alteraciones genéticas específicas en el tumor de un paciente y aplicar terapias dirigidas que atacan directamente estas alteraciones. Este enfoque permite mejorar la eficacia del tratamiento, con una buena tolerancia a los mismos.

Otro avance destacado es la inmunoterapia, que estimula el sistema inmunológico del paciente para combatir el cáncer. Según el especialista, esta estrategia ha logrado que cerca del 40 % de los pacientes con cáncer de pulmón metastásico sobrevivan más de cinco años, una cifra impensable hace apenas una década.

Además, el desarrollo de anticuerpos conjugados (ADC) abre un nuevo horizonte. Este enfoque consiste en diseñar «balas mágicas» que transportan fármacos directamente a las células tumorales, destruyéndolas con precisión y minimizando el daño a tejidos sanos. La investigación en este ámbito sigue avanzando, con el objetivo de extender estos tratamientos a fases más tempranas de la enfermedad y optimizar su eficacia.

Prevención: el pilar más importante

Si bien los avances médicos son fundamentales, González Larriba enfatiza que la medida más eficaz para reducir la incidencia del cáncer de pulmón es la prevención, específicamente la eliminación del tabaquismo. En este sentido, afirma que,«si mañana lográramos que nadie fumara, en unos años el 50 % de los cánceres de pulmón desaparecerían, y posiblemente, en un porcentaje incluso mayor», afirma.

José Luis González Larriba, catedrático de Oncología de la Universidad Complutense de Madrid y jefe de la Unidad de Tumores Torácicos del Hospital Clínico San Carlos

En este sentido, es crucial sensibilizar a la población, especialmente a los jóvenes, sobre los riesgos del tabaco. Las campañas educativas en colegios y comunidades son esenciales para frenar el inicio del hábito tabáquico y, por ende, reducir la incidencia futura de la enfermedad. Además, es necesario reforzar las políticas públicas que promuevan la cesación tabáquica y desincentiven su consumo.

Retos a corto, medio y largo plazo

El camino hacia la erradicación del cáncer de pulmón está lleno de desafíos. A corto plazo, el reto más urgente es concienciar a la población sobre la importancia de abandonar el tabaco. En cuanto al medio plazo, se debe trabajar en la organización de programas de cribado poblacional accesibles, especialmente para los grupos de mayor riesgo. A largo plazo, la meta es profundizar en la investigación para identificar nuevas dianas moleculares y desarrollar tratamientos aún más personalizados y efectivos.

Asimismo, González Larriba destaca la relevancia de avanzar en la identificación de biomarcadores en sangre, lo que permitiría seleccionar el tratamiento óptimo para cada paciente de manera más sencilla y menos invasiva.

Una lucha colectiva

El Día Mundial del Cáncer de Pulmón es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y la investigación en la lucha contra esta enfermedad. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de apoyar estas iniciativas y promover hábitos de vida saludables que reduzcan los factores de riesgo. La ciencia ha demostrado que podemos cambiar el curso del cáncer de pulmón, pero el primer paso comienza con decisiones individuales y colectivas que prioricen la salud y el bienestar.


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