A punto estuvo Francisco Juan Martínez Mojica —Francis Mojica, como firma sus artículos—, investigador de la Universidad de Alicante (UA), de ganar el Premio Nobel de Medicina y, si no, el de Química por sus trabajos acerca del sistema inmunológico de las bacterias y que terminó dando lugar a la tecnología CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) que años después fue galardonada con el Princesa de Asturias.
Pregunta. Yoshinori Ohsumi, Premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos en la autofagia, y Bernhard Feringa, Jean Pierre Sauvage y Fraser Stoddart por los estudios sobre el diseño y síntesis de máquinas moleculares. ¿Cómo valora que estas investigaciones hayan sido las galardonadas?
Respuesta. No conozco con mucho detalle cuáles son las razones que propiciaron esas investigaciones, pero tengo muy claro que son sorprendentes, evidentemente, y que estas personas han contribuido de forma muy importante al progreso de la ciencia. En ambos casos, las repercusiones son tremendas.
P. Su nombre suena en las ‘quinielas’ desde hace años, ¿considera que puede llegar el día en el que se convierta en el tercer español en conseguir el Nobel?
R. Empecé a oír hablar de posibilidades de Nobel hace un año aproximadamente y cuando me lo comentaron se me cayó la mandíbula al suelo. Por la parte de medicina, se pretendería reconocer sobre todo la utilidad de la técnica y en eso, exactamente, no he participado de forma directa y no me sentiría parte importante de ese galardón. En cambio, si hablamos de química y si se reconociese el descubrimiento del sistema inmune de las bacterias ahí sí que contribuí de forma fundamental.
P. No le han otorgado el Nobel pero ha recibido el Premio Jaime I por Investigación Básica 2016, el de la Fundación Balmis, la medalla del Gobierno valenciano… ¿fueron una sorpresa?
R. La pregunta que surge es si quien me lo entrega tiene claro por qué me lo da. Uno quiere sentirse merecedor de ese premio y que quien lo entrega sea consciente del porqué. Sigo sin creérmelo mucho, pero el hecho de que ya no solo reconozcan el trabajo de uno, sino el de todo el equipo y ver la difusión que se está dando a la ciencia es una satisfacción. Además, ahora se habla mucho de las CRISPR.
P. ¿Cómo recuerda aquel día en el que todas las piezas del puzle encajaron y se dio cuenta de que estaba obteniendo la respuesta de algo sobre lo que llevaba investigando mucho tiempo?
R. No sé si puede haber un día más bonito y emocionante en la vida de un científico. Si uno lo encuentra por casualidad es genial, pero si llevas 10 años detrás, luchando, queriendo demostrar algo en lo que crees y que consideras que puede tener una repercusión… Te puedes imaginar. Fue uno de los días más felices de mi vida.
P. ¿Qué ha posibilitado o qué ha significado el descubrimiento de las secuencias CRISPR?
R. Ha contribuido al conocimiento biológico. El hecho de que existan sistemas capaces de recordar infecciones por virus y transmitir esa información a la descendencia para que sea capaz de reconocer dichos virus y destruirlos es bestial. Es posible manipular ese sistema inmune en las bacterias y hacerlas resistentes a la infección por virus. Aparte, se pueden utilizar componentes del sistema inmune de las bacterias, transferiéndolos a cualquier tipo celular (de plantas o animales) y cortar el material genético de estas células de forma dirigida, donde sea necesario, y aprovechar los sistemas de reparación de la propia célula cuando sufre la agresión en su ADN, para por ejemplo corregir genes defectuosos responsables de una enfermedad o, si hay un virus que se ha insertado en una célula humana como el del herpes o el del VIH, eliminarlo. También se podría introducir información genética en el genoma de cualquier célula. Asimismo, se puede regular la eficacia con la que se lee esa información genética. Gracias a ello puedes reproducir enfermedades de humanos en animales de laboratorio, donde se puede estudiar el progreso de la patología y poner a prueba fármacos. Ya se han podido mejorar los síntomas de muchas enfermedades en animales adultos y la idea es poder hacer algo parecido o equivalente en humanos. Hablamos de terapia génica en humanos.
P. ¿Hay algún proyecto en marcha en este sentido?
R. Hay dos ensayos clínicos en marcha con células humanas, del sistema inmunológico de pacientes con cáncer, que se están modificando con el sistema CRISPR para ser posteriormente transferidas de nuevo al mismo paciente. Estas serían capaces de destruir a las células tumorales. Es un tratamiento de terapia génica ex vivo. En España no se está haciendo, sino en Estados Unidos y en China. En nuestro país, pasará un tiempo hasta que esto se pueda hacer.
P. Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier recibieron el premio Princesa de Asturias en 2012 por haber vislumbrado la aplicación de esta herramienta en la edición del genoma.
R. Sentaron las bases para la edición de forma programada del ADN. Identificaron, de entre de todos los componentes que constituyen el sistema inmunológico de las bacterias, cuáles eran los absolutamente necesarios y suficientes para poder cortar de manera específica donde uno quiera tuvo mucho mérito. Aparte, también dijeron que eso se podía utilizar para la edición de genomas. Una contribución bestial. Lo viví con mucha alegría porque esa fue la primera vez que en mi país se reconocía a CRISPR.
P. También investiga sobre alternativas a los antibióticos comunes. ¿Sobre qué exactamente?
R. Las herramientas que se han desarrollado gracias a Doudna y Charpentier y unas cuantas personas más, no solo permiten editar el genoma de células eucariotas, sino que pueden ser transferidas a bacterias. Es posible dirigir las tijeras a regiones del genoma, que solo están presentes en bacterias patógenas. De esta manera se puede matar dichas bacterias de manera específica, sin afectar a las bacterias beneficiosas que forman parte de nuestra microbiota.
P. ¿Tiene en estos momento algún proyecto en marcha?
R. Tengo un proyecto pequeño de la Comisión Europea para desarrollar antimicrobianos basados en virus que infectan bacterias. Esto no tiene nada que ver con CRISPR. Se trata de intentar utilizar componentes de estos virus que matan bacterias, en lugar de antibióticos, por los problema que tienen de las resistencias y su poca especificidad.
P. ¿Cómo está la investigación, sobre todo la básica, en España?
R. Muy bien en cuanto a resultados de investigación, productividad, calidad de los investigadores, relevancia e interés de los resultados. Si eso se compara con la financiación… Somos el décimo país del mundo en producción investigadora. Si nos dieran más financiación estaríamos tremendos. En cuanto a la investigación básica, creo que las CRISPR es el ejemplo de hasta dónde se puede llegar con curiosidad.
P. ¿Qué le pide al nuevo Gobierno?
R. Sobre todo más personal. Hace falta contratar a gente joven.
LAS FRASES
Uno quiere sentirse merecedor del premio y que quien lo entrega sea consciente del porqué”
La investigación en España está muy bien en cuanto a resultados, relevancia y productividad”