ASCO 2021 ha consagrado el papel que tiene la medicina de precisión en la práctica clínica. Los esfuerzos que se están haciendo en este campo son amplios. Todo ello gracias al trabajo de los centros y servicios oncológicos de todo el mundo que con sus investigaciones y el trabajo en red aportan datos. Durante este último cónclave mundial se presentaron dos estudios en los que ha participado el Servicio de Oncología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, con Jesús García Foncillas a la cabeza, en colaboración con otros centros a nivel mundial. Por un lado, se han conocido los datos de eficacia del inhibidor selectivo frente a fusiones NTRK; y se ha presentado un estudio internacional multiómico en cáncer de colon que identifica dos proteínas críticas, que son dos factores de transcripción.

Con respecto a este último estudio, como destaca García Foncillas se ha evaluado cuál es el perfil de la expresión y del contenido del genoma; del transcriptoma (que es en lo que se expresa ese genoma); y del proteoma (lo que acaba siendo el transcriptoma). “Estamos viendo lo que aportan esas tres capas distintas de análisis multiómico en el cáncer de colon”. Se trata del primer estudio que conjuga lo que es la información del genoma con la información de la expresión génica. “Esto permite primero distinguir los estadios del cáncer de colon”, apunta el oncólogo. Además, gracias a estos datos han visto que existe una diferencia clara entre los tumores localizados en el colon derecho y en el izquierdo. Los cánceres colorrectales de derecha frente a los del lado izquierdo son clínicamente distinguibles en función del pronóstico y la respuesta a ciertas terapias, pero hasta ahora habían datos limitados para explicar estas diferencias.

La Fundación Jiménez Díaz participa en un estudio internacional multiómico en cáncer de colon

¿Qué es lo que los caracteriza?

García Foncillas asegura que lo que marca la diferencia es que hay algunos genes críticos que son distintos del lado derecho e izquierdo. Destaca la diferencia en APC, BRAF, RBB2, KRAS, PI3K, PT, y en TP53. “Son elementos que además se constituyen con diferencias significativas y que además en las tres líneas de forma conjugada y en global marcan diferente”.
Junto a ello hay también una diferencia importante entre los dos lados porque, por una parte, la carga mutacional es completamente distinta siendo significativamente más elevada en aquellos tumores localizados en el lado derecho que en el lado izquierdo. “También tenemos datos de alta inestabilidad y una significativa mayor inestabilidad en los tumores localizados en el lado derecho que en el lado izquierdo”, añade.

El director de OncoHealth, instituto oncológico del hospital madrileño, asegura que hay algunas células del sistema inmunológico que cuando se compara el tejido normal, ya sea en un tumor localizado en el colon derecho o izquierdo, o en el tumor en general, hay una proporción significativa distinta de Natural Killer Cells y de linfocitos citotoxicos CD8. “De manera que significativamente en el tumor tenemos comparativamente menos NK, y menos linfocitos CD8”. Esto significa que hay diferencias importantes en el componente o en las células del sistema inmunológico que conforman el microambiente que rodea el tumor. A su juicio, esto marcaría que la respuesta a la capacidad de pivotar un tratamiento en el sistema inmunológico sea diferente.

Participan también otros centros de Estados Unidos, Japón, Inglaterra y Brasil

¿Qué hay detrás?

García Foncillas asegura que si se intentara buscar qué es lo que puede estar detrás de esas diferencias o cuál puede ser el origen de esas diferencias entre el lado izquierdo y derecho, han visto es que por debajo de todas esas alteraciones moleculares hay dos factores: el factor de transcripción 1 y 2, que por primera vez han identificado en este trabajo. Además, se constata en los tres niveles de este estudio multiómico las diferencias entre los tumores del lado derecho e izquierdo. Del mismo modo, el oncólogo destaca que esto impacta en la supervivencia: “el hecho de que haya predominio del factor 1 ó 2 va a marcar una diferencia estadística”.

Estos hallazgos ayudarán a entender cómo se puede aprovechar el beneficio de esta información para definir los casos que pueden responder a inmunoterapia. “Nos ayuda a definir tratamientos biológicos dirigidos. En concreto, 6 dianas donde somos capaces de diseñar una estrategia terapéutica y sabemos que detrás de estas dianas que afloran para una terapia oncológica podemos plantearnos cuál es la base que reside en estos dos factores de transcripción que regulan y controlan cómo el DNA va a derivar hacia un perfil u otro”. En definitiva, dice, podemos con solo estos dos elementos estudiados determinar las dianas y centrar y dirigir la terapia específica.


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