Los datos muestran una disminución del 60% en los nuevos ensayos clínicos de fármacos y terapias biológicas contra el cáncer desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Un nuevo estudio publicado en The Lancet Oncology confirma que la suspensión de los estudios durante los primeros meses de la crisis sanitaria aún sigue retrasando el comienzo de nuevos ensayos clínicos destinados a cubrir las necesidades en el campo de la oncología.
Durante un período de observación de 40 meses –seguido por investigadores estadounidenses en un estudio publicado en JAMA Network Open– se lanzaron 1.440 ensayos oncológicos de fase 1 a 4 en 91 países. De estos ensayos, 1.249 se iniciaron en los años previos a la pandemia, pero solo 191 desde que golpeó el COVID-19. Otros cálculos basados en un análisis mes a mes mostraron una tasa de incidencia de 0 · 40 (IC del 95%: 0 · 28–0 · 55) en comparación con el período prepandémico.
“Las cifras generan preocupación sobre el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer”, ha señalado Fahreed Melham, vicepresidente senior de Acorn AI Labs (Boston, MA, EE.UU.) y uno de los investigadores del estudio, quien también ha puntualizado que en investigaciones prepandemia ya habían notado la caída en la inscripción de nuevos ensayos.
Encarrillar de nuevo la investigación
En julio de 2020, una encuesta de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) observó que el 60% de las instituciones que participaron en el trabajo habían suspendido los ensayos clínicos o habían cambiado las prioridades de los mismos.
Por su parte, a principios de 2021, ASCO publicó el informe ‘El camino hacia la recuperación‘ estableciendo cinco objetivos para volver a encarrilar la investigación clínica, incluido el diseño de ensayos más pragmáticos y eficientes, la reducción de la carga regulatoria y la mejora de la accesibilidad.
“No es sorprendente ver una disminución en el lanzamiento de nuevos ensayos. Es consistente con otros trabajos que muestran una disminución del 50% en la inscripción durante los primeros meses de la pandemia”, subrayó Richard Schilsky, director médico de ASCO.
Por arrojar un punto positivo, la publicación sostiene que el reclutamiento para los ensayos ha comenzado a recuperarse a medida que los centros se adaptan a las nuevas formas de trabajar.
“Esta pandemia llegará a su fin. Y cuando lo haga, el cáncer seguirá estando con nosotros. Tuvimos que reorientar nuestro enfoque, tenía que hacerse, pero tenemos que volver a encarrilar la investigación sobre el cáncer lo antes posible“, ha puntualizado Schilsky.
El 95% de los ensayos clínicos se detuvieron
A principios de 2020, el 95% de los ensayos clínicos se detuvieron. Según Aoife Regan, jefe de investigación clínica de Cancer Research UK (Londres, Reino Unido), se ha hecho un gran esfuerzo para volver a ponerlos en marcha. Sin embargo, esta situación deja una capacidad limitada para incorporar nuevos ensayos clínicos.
“Es probable que pase un tiempo antes de que los lanzamientos de nuevos estudios vuelvan al ritmo que tenían antes, a pesar de que un puñado de centros han comenzado ahora nuevos ensayos”, ha señalado Regan.
Asimismo, el investigador apuntó a los problemas de reclutamiento y de búsqueda de financiación. “La rápida caída en los ingresos por recaudación de fondos significa que el Cancer Research UK esté planeando una disminución en el gasto en investigación de £ 400 millones a £ 250 millones“, ha continuado el investigador.
“Va a ser un desafío y es posible que tengamos que pensar en cómo hacer ese espacio para los nuevos estudios que están surgiendo. Hay una voluntad real de que esto suceda”, agregó.
Según señala el estudio, la industria farmacéutica está ya aprendiendo a trabajar en este nuevo mundo y las operaciones de ensayos clínicos a gran escala se han adaptado realmente a la pandemia.