Las terapias con indicación tumor agnóstica siguen avanzando en el terreno del cáncer. Así lo ha constatado ASCO 2021 con un estudio internacional multicéntrico, en el que participa la Fundación Jiménez Díaz, que analiza el larotrectinib (Vitrakvi, Bayer), un inhibidor de TRK activo del sistema nervioso central (SNC) altamente selectivo, en pacientes con cáncer de fusión de TRK. “Hemos hecho una valoración de cuánto es el beneficio que aporta larotrectinib respecto a cualquier otra opción terapéutica”.

Muchos de los pacientes con esta alteración genética han recibido 2-3 o más líneas de tratamiento previo

Pacientes adultos y pediátricos

El estudio incorporó un grupo de 140 pacientes adultos y pediátricos y se ha determinado cuánto es la duración de la respuesta que ofrece el tratamiento con Iarotrectinib en comparación con la duración de la respuesta del tratamiento previo que estos pacientes han recibido. Hay que tener en cuenta que muchos de estos pacientes han recibido 2-3 o más líneas de tratamiento. “En esta visión, que es completamente independiente, hemos incluido una variedad de distintos tipos de tumores que incluyen desde sarcomas, cáncer de pulmón, tiroides, colon, melanoma y cabeza y cuello”, añade.

Como indica García-Foncillas cuando se compara la aportación de Iarotrectinib en líneas tan avanzadas respecto a lo que es el tratamiento previo, la duración de respuesta o la supervivencia libre de progresión (SLP) es significativa. “En la separación de curvas entre lo que es larotrectinib y la línea previa claramente hay una diferencia muy significativa”, aclara.

La supervivencia libre de progresión

Actualmente, el tratamiento previo está ofreciendo de media a estos pacientes una mediana de tiempo de tres meses de control de enfermedad. “Lo que aporta Iarotrectinib después de ese tratamiento es una mediana de 33 meses. Eso significa 10 veces más que el tratamiento previo. Traducido en hazard ratio es de 0.22”. A su juicio, un dato claro y contundente: pasar 3 meses a 33 meses.

Jesus Garcia-Foncillas.

Larotrectinib fue el primer inhibidor de TRK de su clase, y fue aprobado por la FDA en noviembre de 2018 para pacientes adultos y pediátricos con cáncer de fusión de TRK.

Como apunta el jefe del Servicio de Oncología esta terapia supone un hito en el nuevo paradigma de la oncología de precisión al introducir el concepto innovador del tratamiento agnóstico o lo que es lo mismo, el tratamiento basado exclusivamente en una alteración molecular independientemente del tipo y localización del tumor.

García-Foncillas está convencido de que este tipo de terapias suponen una revolución puesto que se puede hablar de una “efectividad transversal”, también teniendo en cuenta que puede administrarse en todos los grupos de edad.
Hasta el momento, se ha usado en diferentes líneas de tratamiento, pero el oncólogo considera que, si se detectase la fusión NTRK en los pacientes desde el primer momento, lo más adecuado sería aplicarlo en primera línea.


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