El tratamiento con el inhibidor de CDK4/6 ribociclib (Kisqali, de Novartis) en combinación con la terapia hormonal fulvestrant mejora la supervivencia global de pacientes con cáncer de mama avanzado con receptores hormonales positivos (HR+) y HER2 negativo. Así se desprende de los datos del ensayo Monaleesa-3 presentado este domingo en el Congreso ESMO 2019 que se celebra en Barcelona.
Los datos muestran una mejora en la supervivencia global de pacientes con cáncer de mama HR+ HER2- avanzado con ribociclib más fulvestrant en primera y segunda línea. Los beneficios de la combinación de ambos fármacos se observaron en pacientes que no habían recibido terapia hormonal previa y en aquellas que habían desarrollado resistencia a la terapia endocrina.
De este modo, la combinación de ribociclib más fulvestrant demostró una prolongación estadísticamente significativa de la Supervivencia Global frente a placebo más fulvestrant (mediana, NR vs 40.0 meses). El beneficio fue consistente en todos los subgrupos, incluido el de primera línea (mediana, NR vs 45.1 meses) y el de recaída temprana / segunda línea (mediana, 40.2 vs 32.5 meses). En los pacientes que recibieron tratamiento de primera línea, la mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) con ribociclib más fulvestrant fue de 33.6 frente a 19.2 meses mostrados con la combinación de la terapia hormonal con placebo. El tiempo de progresión a la siguiente línea de tratamiento o la muerte (PFS2) también fue más largo con ribociclib (mediana, 39.8 vs 29.4 meses). El perfil de seguridad fue consistente con los análisis publicados previamente.
“Se trata de un estudio significativo que puede cambiar la práctica clínica, que nos indica que las pacientes con cáncer de mama avanzado se benefician en términos de supervivencia global si se les administra el inhibidor CDK4/6 ribociclib desde que se presenta la recidiva, incluso si no han recibido terapia endocrina previamente en el momento de presentarse la enfermedad metastásica”, ha indicado Dennis Slamon, de la Universidad de California en Los Ángeles (EEUU) y autor del estudio.
Para José Ángel García Sáenz, oncólogo clínico y responsable de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Clínico San Carlos “ribociclib ha conseguido controlar la enfermedad y aumentar la supervivencia en todas las opciones, lo que nos acerca más a la posibilidad de en un futuro poder cronificar la enfermedad”. Este estudio, ha apuntado, “avala la evidencia de un fármaco que ha demostrado en todos los escenarios de la enfermedad un aumento del control de la misma, de la supervivencia y, ahora, de la supervivencia global”.
Hasta ahora, ha señalado por su parte, Joaquín Gavilá, oncólogo del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) y miembro de la Junta Directiva del grupo de investigación en Cáncer de Mama SOLTI, “con el tratamiento hormonal no habíamos conseguido impactar en la supervivencia, y con los datos arrojados, tanto en el estudio Monaleesa 7 en ASCO, con en el Monaleesa 3 ahora en ESMO es, no solo conseguir dormir la enfermedad por más tiempo, sino reducir el riesgo de muerte y, sobre todo, obtener una mayor supervivencia”.
Resultados Monarch 2
Por otro lado, también se presentaron datos del estudio Monarch 2, que ha mostrado mejoría estadística y clínicamente relevante en la supervivencia global con el inhibidor CDK4/6 abemaciclib (Verzenios, de Lilly) combinado con fulvestrant en mujeres premenopáusicas, perimenopáusicas y postmenopáusicas con cáncer de mama avanzado HR+ HER-, resistente a terapia hormonal (la mediana de SG fue de 46.7 meses para abemaciclib más fulvestrant y de 37.3 meses para placebo más fulvestrant).
“Los resultados del estudio Monarch 2 presentados hace dos años mostraban una mejoría significativa en la supervivencia libre de progresión con la combinación de abemaciclib y fulvestrant en comparación con fulvestrant en monoterapia. Ahora, con un seguimiento más prolongado, tenemos datos de supervivencia global que muestran una mejoría significativa desde el punto de vista estadístico y clínico en la supervivencia global con esta combinación”, ha declarado el autor principal, George Sledge, de la Universidad de Stanford (EEUU). Asimismo, ha sugerido que el principal mensaje que se extrae de este estudio y otros similares, es que los inhibidores CDK4/6 prolongan de forma significativa el tiempo que las pacientes permanecen en remisión, así como su supervivencia global. “Por lo tanto, es muy razonable pensar en estas opciones terapéuticas como estándar para pacientes con cáncer de mama metastásico”, ha aseverado.
Por su parte, Nadia Harbeck, de la Universidad de Múnich (Alemania) ha declarado que “los resultados de Monarch 2 complementan a los de Monaleesa-3. Estos datos respaldan el argumento de que deberíamos comenzar el tratamiento del escenario metastásico con un inhibidor CDK4/6 con terapia endocrina, porque estos fármacos mejoran de forma sustancial los resultados de los pacientes cuando se comparan con el tratamiento antihormonal por sí solo”.