Juan Pablo Ramírez Madrid | viernes, 15 de septiembre de 2017 h |

La Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) ha hecho especial hincapié en el acceso a los medicamentos durante su congreso anual que se celebró en Madrid entre el 8 y el 12 de septiembre. En diferentes intervenciones, el presidente electo de ESMO, Josep Tabernero, no solo se ha referido a los fármacos innovadores, sino también a aquellos medicamentos esenciales que por diferentes circunstancias como problemas en la fabricación, falta de rentabilidad o incrementos de la demanda no se encuentran disponibles para la sociedad.

Hasta 200.000 pacientes de 11 países europeos y de Canadá no pueden acceder a tratamientos oncológicos innovadores aprobados por las agencias reguladoras debido a la denegación de financiación pública. Este informe de la consultora PRMA Consulting analiza también España, donde unos 2.500 pacientes se encuentran en esta misma situación. La autora del informe, Jan McKendrick, matizó que en el caso de nuestro país, las decisiones sobre utilización de nuevos medicamentos depende de las comunidades autónomas, por lo que las restricciones podrían ser incluso mayores. En concreto, el estudio se centra en el periodo que comprende entre 2006 y 2016 y en seis tipos de tumores: mama, riñón, pulmón, mieloma múltiple, melanoma y próstata. El 34 por ciento de las evaluaciones realizadas por las administraciones sanitarias de estos 12 países para decidir acerca de la financiación de un nuevo tratamiento concluyó con restricciones totales o parciales en los centros públicos.

Ante estas cifras, el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Miguel Martín, señaló que en el caso de España “con ciertas diferencias y restricciones autonómicas se mantiene un razonable acceso a los fármacos antitumorales más modernos y eficaces. El acceso es aceptablemente bueno, aunque se puede mejorar”. A pesar de pintar un escenario relativamente favorable, Martín insistió en la necesidad de destinar una mayor inversión pública a sanidad. El presidente de SEOM hizo referencia a las últimas cifras de Eurostat, en las que se ponía de manifiesto que el gasto en salud en España representa el 6,2 por ciento del PIB, un punto por debajo de la media europea.

Al igual que para SEOM, el acceso a los tratamientos oncológicos es una de las principales preocupaciones de SEOM. Tabernero insistió en la necesidad de avanzar hacia “un sistema de reembolso basado en el valor cada fármaco y adaptado a las necesidades geográficas de cada país”.

Medicamentos esenciales

Los problemas de acceso a otros medicamentos esenciales para el tratamiento del cáncer vienen motivados por desabastecimientos que tienen su origen en su mayor parte por problemas de producción, como pone de manifiesto un informe elaborado por la Intelligence Unit de The Economist y ESMO.

El estudio desvela que se trata en la mayoría de los casos de medicamentos no costosos, genéricos e inyectables, tales como el 5-flouroucil, carboplatin, cisplatin, doxorubicin, etoposide, melphalan, methotrexate, oxaliplatin y and vincristine. Todas estas moléculas s encuentran en una lista de desabastecimientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “debido principalmente a cuestiones de fabricación y de distribución”.

Estos desabastecimientos tienen un impacto negativo en los pacientes y en el funcionamiento del sistema sanitario. ESMO advierte en el informe de que pueden provocar fracasos y retrasos en el tratamiento, la utilización de medicamentos frecuentemente más caros o el incremento de efectos adversos debido al uso de fármacos o dosis diferentes. “En el caso de los tumores pediátricos la situación puede ser especialmente grave, cuando las medicinas afectadas por los desabastecimientos son curativas y no existen alternativas de efectividad probada”, según el informe.

Ante esta situación, ESMO plantea seis recomendaciones. La primera consiste en una legislación para la notificación temprana de los desabastecimientos de medicamentos. Esta normativa debería incluir un requerimiento a los fabricantes para que provean información. En segundo lugar, el establecimiento de planes estratégicos en todos los países de la Unión Europea. El desarrollo de catálogos, coordinados por la Agencia Europea del Medicamento, basados en una definición compartida y en el desarrollo de una plataforma para cotejar la información de los sistemas nacionales. En cuarto lugar, la creación de un listado de medicamentos esenciales basado en el modelo de la OMS y en el que se advierta de los riesgos del desabastecimiento. La quinta recomendación consiste en incentivar a los productores. En último lugar, la creación de modelos para prevenir este problema.