La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) acaba de abrir la convocatoria de sus Becas, en la que se incluyen la gran mayoría de becas formativas y de proyectos de investigación, con más de 40 categorías, con una dotación de unos 1.200.000 euros. Así lo explica el coordinador de la Comisión de Becas, Francisco Ayala. “Este año como novedad tenemos tres becas para proyectos de investigación traslacional, una beca para proyectos de investigación en cáncer gástrico y hemos aumentado el número de becas para proyectos de investigación en general (pasando de 1 a 6) y el número de becas de proyectos de investigación de Oncología Médica relacionadas con medicina nuclear (pasando de 1 a 4)”.

Pregunta. ¿Ha afectado de algún modo la pandemia al programa de becas?

Francisco Ayala.

Las becas más afectadas han sido, por motivos obvios, las de estancias en centros extranjeros, para las que hubo menos peticiones. Ha sido necesario también flexibilizar algunos plazos o adaptar algunas condiciones para permitir que los oncólogos becados para estos programas pudieran completar los proyectos o las estancias. Pero la verdad es que el impacto fue menor de lo esperado en cuanto al número de solicitudes, lo que demuestra el interés y el compromiso de los oncólogos a pesar de las circunstancias difíciles. Por último, aunque nos preocupó al principio, no solo no han disminuido los fondos donados por los patrocinadores de las becas (industria farmacéutica, fundaciones, asociaciones de pacientes, pacientes), sino que este año han vuelto a aumentar y nos han permitido aumentar el número de becas y generar nuevas convocatorias.

Como explica Ayala, el programa de becas se ha ido construyendo a lo largo de los años e intenta responder a las necesidades de formación e investigación de los oncólogos.” Por un lado, con estancias en centros extranjeros o nacionales, como el CNIO; por otro, facilitando la formación investigadora de los oncólogos apoyando becas Río Hortega o Juan Rodés. Y, por supuesto, con becas dirigidas a proyectos de investigación clínica y traslacional”.

El cambio en la especialidad se ha traducido, como apunta el experto, en cambios en el tipo de becas. El desarrollo de nuevas áreas de conocimiento dentro de la oncología se ha correspondido con nuevas modalidades de becas dirigidas ya no solo a tumores concretos, como el cáncer de mama o de pulmón, sino a la investigación en inmuno-oncología, a proyectos relacionados con técnicas de medicina nuclear diagnósticas o terapéuticas o al tratamiento de soporte. “También se han convocado en los últimos años becas de intensificación de oncólogos clínicos que les permiten compatibilizar su actividad clínica con tareas de investigación”.

Para Ayala, las necesidades fundamentales siguen siendo las de siempre: investigación clínica y traslacional por un lado y, por otro, formación en centros de excelencia, que permitan retornar el conocimiento y la experiencia a los hospitales de nuestro país.

“Algunas necesidades más recientes han sido generar becas de retorno para investigadores que estaban en el extranjero, becas para grupos emergentes de investigación y dotar de becas también a las secciones de SEOM para realizar trabajos de interés estratégico”, acota el coordinador de SEOM.