La pandemia del SARS‐CoV ‐2 afectó y empeoró enormemente la salud de muchos pacientes con cáncer. Para conocer el impacto de esta crisis sanitaria en estos pacientes un grupo de investigadores de Estados Unidos inició un estudio cualitativo que ha sido presentado en la última Reunión Anual de ASCO.
Para ello realizaron entrevistas en profundidad con pacientes de todo el país. El objetivo era comprender mejor el efecto de la pandemia de COVID-19 en la atención del cáncer, la salud emocional y mental, y solicitar así sugerencias sobre cómo los profesionales podrían mitigar estas preocupaciones.
Las preguntas se relacionaron con los retrasos en la atención oncológica entre abril y octubre de 2020. “Invitamos a todos los encuestados que se ofrecieron como voluntarios a participar en una entrevista de 40 minutos sobre sus experiencias y sugerencias sobre cómo los profesionales podrían mitigar las preocupaciones relacionadas con COVID19”, explican en el abstract. Las entrevistas fueron analizadas mediante análisis de contenido temático cualitativo.
En total se estableció contacto con un total de 34 participantes.
Se identificaron cuatro temas generales: preocupación significativa con respecto al riesgo de infección; inquietudes con respecto a los cambios en la atención, como retrasos, empeoramiento de los resultados del cáncer; preocupación con respecto a la pérdida de empleo, seguro médico y transporte sobre el tratamiento del cáncer, la asequibilidad y el pronóstico; y empeoramiento de la salud mental y emocional debido al aislamiento social.
El estudio propone orientación anticipada a profesionales sobre salud mental
De este modo, las sugerencias para el equipo clínico incluyeron: orientación específica y directa de los profesionales sanitarios sobre cómo mitigar el riesgo de infección; detección y acceso a servicios de salud mental; continuación del tratamiento, la vigilancia y los ensayos clínicos del cáncer sin demoras; y asistencia de los cuidadores a las citas.
En definitiva, los participantes identificaron que la COVID-19 y las modificaciones a su atención oncológica empeoraron su salud emocional y mental con preocupaciones crecientes sobre el impacto del virus y el estado socioeconómico en los resultados del cáncer. “Se deben considerar sugerencias específicas para los profesionales, como orientación anticipada, acceso a servicios de salud mental y visitas ampliadas, para mejorar la experiencia de los pacientes con la atención durante la pandemia”, explican los autores.