La senescencia es un estado en el que las células envejecidas pierden la capacidad de dividirse y contribuir al funcionamiento del organismo. El problema es que tampoco mueren y se acumulan. Al ser resistentes a la muerte celular pueden contribuir al envejecimiento de los tejidos o a favorecer que reaparezca la enfermedad (recidiva tumoral), la metástasis o la resistencia a los fármacos. A lo largo de la vida, algunos factores externos como la radiación ultravioleta o tratamientos como la quimioterapia pueden promover esta senescencia celular prematura.
En este sentido, durante tres años y con una financiación que supera el millón de euros, la investigadora del CSIC en el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA), María Moros, va a liderar el proyecto europeo Nano4zombie. Durante esta investigación el equipo buscará desarrollar un enfoque terapéutico innovador para eliminar células senescentes tumorales mediante una plataforma basada en nanopartículas magnéticas.
Hasta ahora se han probado diferentes fármacos capaces de eliminar selectivamente las células cancerosas senescentes, pero su efectividad puede ser limitada. Tal y como explica a Gaceta Médica la investigadora Moros, “estos medicamentos no funcionan y se han interrumpido muchos ensayos clínicos por los efectos secundarios. Algunos se han parado por causar trombocitopenia”.
Nanopartículas magnéticas
Las nanopartículas son unas esferas muy pequeñas que, por su tamaño, interaccionan mucho mejor con una célula. ¿Por qué magnéticas? “Porque nos dedicamos a las magnéticas, podríamos utilizar otras partículas que fueran liposomas o lípidos, pero utilizamos las magnéticas. Queremos que la combinación de fármacos que nosotros ponemos genere estrés en las células que refuerce el efecto del medicamento”, indica la investigadora.
Las nanopartículas magnéticas cumplirán una doble función: por un lado, servirán de soporte para albergar una novedosa combinación de agentes terapéuticos y anticuerpos específicos que las guíen a las células senescentes. Por otro lado, se utilizarán para producir estrés en la célula que refuerce el efecto de los fármacos. Según Moros, “la combinación de fármacos que nosotros ponemos va a generar estrés en las células y nosotros queremos aumentar ese estrés con las partículas magnéticas aplicando un campo magnético. Esto hace es que las partículas se calienten dentro de las células y generen estrés oxidativo”.
Proyecto europeo
Este novedoso proyecto cuenta con varios participantes. Cuatro centros de investigación de España, Polonia y Letonia especializados en ciencia de los materiales, medicina, biogerontología, química y farmacia. “Mis socios son expertos en este tipo de células y también hay otra persona en el consorcio experta en diseñar fármacos para estas células”, explica Moros. Estos investigadores se dieron cuenta de que existía una necesidad porque los ensayos clínicos con este tipo de medicamentos presentaban muchos efectos secundarios.
“Ellos me conocían, sabían que nosotros lo que hacemos son nanopartículas a las que les podemos pegar, vamos a decir, lo que queramos. Entonces pensaron en intentar hacer una combinación con estos fármacos”, señala la investigadora. Una de las ventajas es que las nanopartículas se pueden dirigir, por lo que cuanto más llegue a las células senescentes, menos dosis serán necesarias y menos efectos secundarios se generarán.
Más allá de las células senescentes
Aunque este proyecto se ha centrado en las células senescentes en un futuro podría ampliarse, pero con otro tipo de fármacos. Moros recalca que la combinación de fármacos que han elegido es para este tipo de células porque son muy insensibles a los fármacos tradicionales. “Son fármacos que se utilizan contra este tipo de células intentando que cuando lo añadamos a la nanopartícula, por esto de que va a ir más selectivamente, aumente el efecto de estrés que generamos nosotros. ¿Qué se pudiera tratar las células senescentes para otras enfermedades? Sí, pero en principio esta sería la diana principal”.
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