Con el objetivo principal de sensibilizar sobre la importancia de la prevención de los tumores de cabeza y cuello y, a su vez, ayudar a normalizar la vida diaria de estos pacientes, estigmatizados como consecuencia de las secuelas derivadas de su enfermedad, MSD junto con la Fundación Española del Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello (Fettcc) han lanzado la campaña de concienciación bajo el lema ‘Secuelas visibles, personas invisibles’ en el marco del Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello.

Con el nombre de cáncer de cabeza y cuello se conoce a un grupo de tumores malignos localizados en los senos paranasales, faringe, laringe, cavidad oral, lengua y glándulas salivales, entre los que se excluyen los tumores de la piel, cerebrales y tiroideos. Se considera un tumor infrecuente y representa un 5 por ciento de todos los tumores.

En España se estima que en 2022 se diagnosticarán más de 11.000 nuevos casos, lo que lo sitúa en el sexto lugar de incidencia en el país.

Entre las diferentes actividades llevadas a cabo por MSD, destaca un vídeo donde se muestra cómo estos pacientes pueden llegar a sentir que son invisibles en su vida cotidiana y social. En palabras de ambas organizaciones, con esta pieza audiovisual se pretende reforzar la idea de visibilizar su diversidad e integración social a la vez que se resalta la importancia de la prevención.

En España se estima que en 2022 se diagnosticarán más de 11.000 nuevos casos, lo que lo sitúa en el sexto lugar de incidencia en el país

Organización hospitalaria desbordada

Según indican los expertos, los pacientes sometidos a determinados tipos de cirugías, en ocasiones, se tornan socialmente aislados. No solo por el rechazo de otras personas, sino también debido a la preocupación sobre su apariencia y el miedo a la reacción de los demás. Así, los pacientes con más desfiguración facial pueden verse impactados en su calidad de vida y necesitar ayuda para entender su nueva realidad corporal y aceptarla.

El abordaje terapéutico de esta enfermedad puede dejar importantes secuelas en los pacientes. En algunos casos, puede producirse una pérdida permanente del habla, la resección del hueso maxilar y la extirpación de la lengua.

Otras secuelas que puede producir el abordaje terapéutico del cáncer de cabeza y cuello son alteraciones cutáneas, pérdida del gusto, boca seca, problemas dentales y rigidez mandibular.

En algunos casos, puede producirse una pérdida permanente del habla, la resección del hueso maxilar y la extirpación de la lengua

“Desde hace muchos años, los servicios de los hospitales se han organizado de forma vertical según la técnica diagnóstica o terapéutica que conocían y en base a las diferentes patologías que existían. Actualmente, el abordaje de los diferentes tipos de tumores desborda estas organizaciones verticales y el enfoque pasa a ser multidisciplinar, poniendo en el centro la problemática del paciente y analizándola a través de consensos de los diferentes especialistas”, explica Ricard Mesía, presidente de Fettcc, del Grupo Español de Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello, y jefe de Servicio de Oncología Médica Institut Català d’Oncologia- Badalona.

Para Mesía, los grupos cooperativos necesitan también dar un paso en la organización multidisciplinar. “Para ello, es importante tener al paciente y a su cuidador en continua interacción con la fundación, para que nunca se nos olvide que nuestra misión está en reducir el impacto del cáncer de cabeza y cuello en la vida del paciente, para poder hacer visible de nuevo a un antiguo enfermo de cáncer de cabeza y cuello”, prosigue.

Campaña ‘Secuelas visibles, personas invisibles’.

La importancia de la prevención

El consumo de tabaco y alcohol son los principales factores de riesgo identificados que se pueden prevenir, según los expertos. El tabaco aumenta el riesgo de tumores de cavidad oral, orofaringe, hipofaringe y laringe. La duración y la magnitud del consumo está directamente relacionado con el riesgo.

Por su parte, el alcohol aumenta el riesgo de cáncer de laringe hasta cinco veces más con respecto a la población general. Cuando se asocia con el consumo de tabaco, su riesgo es todavía mayor. También aumenta el riesgo de tumores de orofaringe, hipofaringe y cavidad oral.

Asimismo, ambas organizaciones apuntan a que hay otros elementos que también pueden contribuir a la aparición de estos tumores. Así como las infecciones por virus del papiloma humano (VPH) y por virus de Epstein-Barr (VEB), el déficit de vitaminas (fundamentalmente la A y la C), la escasa higiene bucal o la exposición a radiaciones ultravioletas.

El consumo de tabaco y alcohol son los principales factores de riesgo identificados que se pueden prevenir

En el manejo de la enfermedad “es muy importante, como en cualquier tumor, un diagnóstico precoz”. Por eso, los profesionales enumeran una serie de síntomas de sospecha, a los que “hay que estar muy atentos”:

  • Un bulto o un dolor que no se cura.
  • Dolor de garganta que se mantiene en el tiempo.
  • Dificultad para la deglución (disfagia).
  • Cambios en la voz.

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