Marta Riesgo Madrid | viernes, 25 de mayo de 2018 h |

El historial innovador de Merck en Esclerosis Múltiple (EM) viene de lejos. Y es que son pocas las compañías que puedan presumir de llevar 20 años trabajando para mejorar la vida de estos pacientes. Además, lo hace con un objetivo claro: “Nuestra aspiración es liberar de esta enfermedad tan discapacitante a todas las personas que la padecen. Hasta conseguir el objetivo de curar la EM, seguiremos trabajando en nuevas opciones terapéuticas que les permitan tener lo más parecido a una vida sin esclerosis múltiple” asegura Ana Polanco, directora de Corporate Affairs de Merck.

Pero el éxito de la compañía va más allá de las innovaciones: “En Merck entendemos que tenemos una responsabilidad con las personas que conviven con la EM que va más allá de poner a su disposición tratamientos eficaces y seguros. Nuestro objetivo es acompañarles y facilitar su vida desde el punto de vista físico, pero también psicológico y social, procurándoles un bienestar integral”, asevera Polanco. Esta forma de pensar es la que les llevó, hace ya tres años, a salir literalmente a la calle con motivo del Día Mundial de la EM de la mano de las asociaciones de pacientes, neurólogos y Administración.

Este año la cita volverá a repetirse con el objetivo de “llamar la atención de la sociedad en torno a la patología y mostrar cómo impacta en la realidad de las aproximadamente 50.000 personas afectadas en España y su entorno más cercano”. En esta ocasión se darán cita en la Plaza de Isabel II (Ópera) de Madrid bajo el lema “Hazte visible. Hazles visibles”. Un evento que muestra el compromiso de Merck con una realidad hasta hace poco desconocida. Y es que, la compañía está plenamente convencida “del valor que tiene la implicación del paciente en el abordaje de su propia patología y de que debe participar en la toma de decisiones”, explica Polanco. De hecho, apunta, “cuando participa, se reduce su nivel de ansiedad, se genera un mayor realismo en sus expectativas y mejora su nivel de satisfacción sobre la atención sanitaria”.

Por ello, son numerosas las iniciativas promovidas por Merck. Entre otras, en 2015 pusieron en marcha el programa globalAs One For Patients”, que busca reducir la burocracia de los procesos de la compañía para ser más rápidos a la hora de responder a las necesidades del paciente. Además, destaca su implicación en el estudio AprEMde, promovido por la Universidad Francisco de Vitoria, la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la asociación de pacientes Esclerosis Múltiple España (EME) para conocer las necesidades y deseos de los pacientes con EM en todas las comunidades autónomas.

En I+D en EM, la evolución de Merck es indiscutible. “Nuestra experiencia nos ha llevado a ser consciente de lo importante que es reducir el estrés que sienten los pacientes y por ello hemos orientado nuestra estrategia en I+D hacia opciones que permitan reducir la carga de la enfermedad, mejorar la adherencia y simplificar la administración del tratamiento para que la posología no impacte en su día a día”, explica Isabel Sánchez Magro, directora médico de Merck.

La compañía ha desarrollado Mavenclad (cladribina comprimidos), primer tratamiento oral de alta eficacia que se administra en un corto periodo de tiempo. “Plantea ventajas a diferentes niveles para las personas con EM y también para los profesionales”, explica.

En lo referente a seguridad y eficacia, tras dos años de tratamiento, 8 de cada 10 pacientes estuvieron libres de brotes y en 9 de cada 10 la discapacidad no había evolucionado. A ello se suma su mecanismo de acción innovador, que se basa en la reconstitución selectiva del sistema inmune, provocando la reducción transitoria de los linfocitos implicados en la patogenia de la EM, seguida de su reconstitución.

Desde el punto de vista del paciente, Sánchez Magro explica que Mavenclad “facilita su vida porque aporta sencillez al tratamiento; permite controlar la enfermedad durante 4 años con un máximo de 20 días de tratamiento oral: hasta 10 días en el primer año y otros 10 en el segundo, seguidos de dos años libres de tratamiento”. Su sencilla pauta de administración está asociada a una menor carga de monitorización del paciente, que tiene que realizarse menos controles que con otros fármacos, además de facilitar una mayor adherencia.


Pronto llegará a España Mavenclad (cladribina comprimidos), que permite controlar la EM durante cuatro años con un máximo de 20 días de tratamiento oral