Ferrer ha anunciado hoy los resultados del estudio NEPTUNO, el primer estudio clínico de vida real (RWD, por sus siglas en inglés), con pacientes tratados con la polipíldora CNIC. Esta única polipíldora, compuesta de tres medicamentos de clase A recomendados en las guías de prevención cardiovascular, está indicada para tratar a pacientes que previamente han sufrido un evento cardiovascular, como un infarto de miocardio o un ictus isquémico.

El estudio clínico NEPTUNO se llevó a cabo en 6.456 pacientes en prevención cardiovascular secundaria, en España. La mayoría había sufrido un evento cardiovascular previo; aproximadamente el diez por ciento había tenido dos. El objetivo del estudio fue determinar la efectividad de la polipíldora cardiovascular CNIC en la incidencia de eventos adversos cardiovasculares mayores (MACE, por sus siglas en inglés, correspondientes a Major Adverse Cardiovascular Events), en pacientes en prevención secundaria, en el contexto de la práctica clínica habitual. Adicionalmente, se evaluó la efectividad sobre factores de riesgo cardiovascular (FRCV) como la presión arterial y el perfil lipídico (colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos). También se investigó la persistencia de la terapia, así como el uso y los costes de los recursos sanitarios.

Resultados significativos en datos de vida real (RWD)

Los resultados del estudio NEPTUNO demuestran una disminución del riesgo de sufrir eventos cardiovasculares mayores en los pacientes tratados con la polipíldora CNIC, en comparación con los que reciben medicamentos idénticos o equipotentes por separado. Los pacientes tratados con la polipíldora CNIC también mostraron un mejor control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV), como la presión arterial y el perfil lipídico, junto con una mayor persistencia a la terapia, en comparación con los pacientes que tomaban medicamentos idénticos o equipotentes por separado.

El estudio demuestra que el uso de la polipíldora CNIC reduce significativamente la demanda de recursos sanitarios, en comparación con los grupos de control. Esta reducción en el uso y los costes asociados es significativa en términos de días de hospitalización del paciente, siendo una consecuencia de la menor incidencia de eventos CV y ​del menor número de visitas médicas requeridas en los pacientes tratados con la polipíldora CNIC. Los resultados del estudio NEPTUNO se presentaron en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) 2021, a finales de agosto.

Según Rodrigo Palma dos Reis, director médico de Ferrer, “con estos resultados, Ferrer sigue mostrando un fuerte compromiso con mejorar la vida de los pacientes en el área cardiovascular, reduciendo los eventos adversos cardiovasculares mayores recurrentes. Nuestro objetivo es proporcionar un tratamiento de base para evitar eventos recurrentes en los pacientes que han sufrido infartos e/o ictus, de ahí la importancia de estos resultados”.

Este estudio es la primera observación directa del impacto en vida real y de los resultados en pacientes en prevención secundaria de la polipíldora CNIC en distintos entornos sanitarios. La polipíldora CNIC es el resultado de un co-desarrollo y colaboración entre el CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares) y Ferrer.

Para confirmar estos resultados, se está llevando a cabo un ensayo clínico aleatorizado: Prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular en personas mayores (en inglés, SEcondary prevention of CardiovascUlaR disease in the Elderly – SECURE) (4). Se espera que los resultados del análisis de 2.500 pacientes se presenten en el Congreso de la ESC 2022 en Barcelona. Serán resultados con valor pronóstico, ya que el estudio comparará la polipíldora CNIC con con la terapia estándar en la incidencia de MACEs. Serán presentados por Valentí Fuster, director general del CNIC, y José Maria Castellano, coordinador de ensayos clínicos del CNIC.

El estudio SECURE podría confirmar que la polipíldora CNIC es una estrategia clínica útil, como terapia de base, para reducir la incidencia de nuevos eventos cardiovasculares y mejorar el control de los FRCV en los pacientes, en entornos de prevención cardiovascular secundaria.