GM Barcelona | martes, 13 de diciembre de 2016 h |

La extracción del injerto de hígado de un donante vivo mediante laparoscopia presenta menos complicaciones y de menor gravedad que cuando esta misma intervención se realiza con cirugía abierta. Se trata de la principal conclusión de un estudio comparativo preliminar desarrollado por especialistas del Área de Cirugía Hepatobiliopancreática y de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra. El equipo de cirujanos del centro hospitalario experto en trasplantes hepáticos es pionero en la utilización del abordaje laparoscópico en la extracción de la porción de hígado (injerto) necesaria para un trasplante hepático cuando se trata de un donante vivo. Los resultados de la investigación se han publicado recientemente en la revista científica de la especialidad Transplantation.

Debido la controversia suscitada en el ámbito científico por el uso de la laparoscopia para esta indicación, los especialistas de la Clínica decidieron realizar un estudio comparativo en el que se evaluasen y comparasen las complicaciones surgidas en el donante como consecuencia de la utilización de uno u otro abordaje. Con esta intención, en el análisis han comparado los resultados de la intervención con abordaje laparoscópico total realizado en cinco pacientes consecutivos, respecto a los obtenidos en los últimos diez donantes operados con cirugía abierta convencional en el mismo centro hospitalario y por el mismo equipo médico.

Los resultados del estudio son muy elocuentes, según indica el autor principal del artículo, Fernando Rotellar, especialista en Cirugía General y Digestiva de la Clínica y con gran experiencia en este abordaje. “En los cinco donantes consecutivos analizados se completó un procedimiento laparoscópico puro. Todos los aloinjertos (tanto los procedentes de cirugía abierta como los adquiridos por laparoscopia) fueron trasplantados con éxito con buena función del injerto”, indica el cirujano.

Es llamativo cómo el número de complicaciones a corto plazo (< 3 meses) fue menor en los donantes intervenidos con laparoscopia, en una relación de 1 a 6, y además con una gravedad menor en los casos de este abordaje mínimamente invasivo. A largo plazo (6-12 meses), esta proporción pasa a ser de 1 a 12.