La vacunación ha sido uno de los avances más importantes en la medicina moderna, salvando millones de vidas y previniendo enfermedades graves. Sin embargo, en los últimos años, el aumento de mitos y bulos ha generado una creciente desconfianza hacia las vacunas, lo que pone en riesgo la salud pública. Es crucial abordar este problema para garantizar que se mantenga la protección de la salud global, especialmente entre los grupos vulnerables, como los mayores, quienes dependen de la inmunización para preservar su calidad de vida.
La atención primaria juega un papel clave en este desafío, ya que es el primer punto de contacto entre los pacientes y el sistema de salud. Los profesionales de atención primaria no solo deben proporcionar las vacunas, sino también combatir la desinformación, educando a la población sobre los beneficios de la inmunización. De esta forma, pueden garantizar que los mitos no socaven los esfuerzos para proteger a la sociedad de enfermedades prevenibles.
En el VIII Seminario para periodistas Pfizer-ANIS, se ha reunido a expertos para debatir sobre las distintas cuestiones que conllevan la desinformación sobre las vacunas y que manipulan la percepción pública de la salud. La directora de comunicación de Pfizer, Maite Hernández, ha abierto el acto hablando de la creciente preocupación por la desinformación que existe en torno a las vacunas: «Es bastante preocupante en ocasiones ver que 7 de cada 10 conversaciones en redes sociales ponen en duda las vacunas«, expresó Hernández, subrayando que la desinformación ha llevado al resurgir de enfermedades que se pensaban erradicadas. La dirigente subrayó la necesidad urgente de mejorar la comunicación pública sobre la vacunación para evitar que mitos y bulos sigan afectando la salud global.
A continuación, el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil, recordó en su intervención la importancia de ampliar los criterios de vacunación para incluir a más grupos vulnerables: «En algún otro encuentro me habéis oído decir que el calendario de la vacunación debería de incluir alguna columna más, los mayores de 60 años no son suficientes«, agregó, destacando la necesidad de visibilizar y mantener la protección de esta población.
Gil también subrayó que la situación actual de endemicidad baja hace que la vacunación sea crucial, especialmente para las poblaciones más vulnerables. «La gripe es otra que ha recuperado la estacionalidad, después del Covid-19. Ha obligado a anticipar la vacunación, a extenderla a los meses de octubre y noviembre«, explicó. Además, hizo un llamamiento a «vacunar, vacunar y vacunar» para prevenir enfermedades graves, como el virus de la bronquiolitis, que afecta también a la población adulta y causa «cerca de 10.000 muertes al año». «Fortalecer nuestra atención primaria en cuanto a los RRHH es esencial«, agregó, refiriéndose a la importancia de mejorar las coberturas de vacunación en los adultos.
Haciendo referencia al Reino Unido, Gil expresó que para evitar la eliminación de algunas enfermedades del calendario de vacunación, como ocurrió en el país anglosajón, «La claridad de los pediatras en la vacunación ha sido clave«. En este contexto, destacó que «España tiene el sarampión erradicado, no eliminado. En España, tenemos en torno a un 94% de cobertura. Estamos muy bien. Hemos recuperado la cobertura», mostrando la efectividad de los programas de vacunación en el país.
Finalmente, Gil mencionó la importancia de facilitar y promover la vacunación desde la formación temprana. «Lo importante es facilitar y dar accesibilidad a la vacunación e implementarle desde que eres estudiante«, sugirió, señalando que la concienciación desde temprana edad puede mejorar la tasa de vacunación. También mencionó la necesidad de incentivos para motivar la vacunación, subrayando que los médicos también forman parte de la población y deben ser ejemplos a seguir. «Tenemos que convencer de la importancia de vacunarnos«, concluyó, enfatizando que la colaboración de todos los actores sociales y sanitarios es esencial para avanzar en la protección de la salud pública.
Por su parte, Isabel Jimeno, responsable del Grupo de Vacunas de SEMG, destacó que «los medios de comunicación son la otra pata fundamental para la vacunación«. Explicó que, además de la educación en salud, los profesionales sanitarios necesitan mejorar sus habilidades comunicativas para llegar a una población cada vez más influenciada por la desinformación en redes sociales. «En nuestro plan de estudios, no pasas por preventiva. Nadie te cuenta nada sobre la vacunación«, lamentó, insistiendo en que los profesionales deben estar mejor preparados para enfrentar los desafíos actuales.
La presidenta de la Asociación Canaria de Enfermeros en Vacunas, Begoña Reyero, coincidió en la importancia de la atención primaria como punto clave en la lucha contra la desinformación. «La vacunación es como el ejercicio, es como no fumar. Hay que concienciar«, afirmó Reyero. Para ella, el profesional que se vacuna transmite un mensaje más efectivo, generando más empatía y cercanía con los pacientes. Además, destacó lo positivo que sería retomar el contacto de los Centros de Salud con la comunidad a través del contacto con colegios u otros lugares donde se pueda educar a los padres y desmitificar los falsos rumores sobre las vacunas.
A lo largo del seminario, se abordó la importancia de garantizar la accesibilidad a la vacunación, especialmente en poblaciones vulnerables como los mayores de 65 años. Según Jimeno, el objetivo es mejorar las coberturas de vacunación, que actualmente rondan el 60%, pero que deberían llegar al 75%, como recomienda la OMS. A pesar de los esfuerzos, la desinformación sigue siendo uno de los principales obstáculos para lograr un mayor compromiso con la inmunización.
En relación a las coberturas de vacunación en España, Hernández recordó que el país tiene el sarampión erradicado, pero destacó que el trabajo no está terminado. «En España tenemos un 94% de cobertura. Estamos muy bien, pero debemos seguir avanzando», afirmó. Sin embargo, la presidenta de ANIS, Graziella Almendral, también subrayó que la desinformación persiste, sobre todo en adultos que muestran reticencia a vacunarse, lo que contribuye a un descenso del 20% en las tasas de vacunación. «La desinformación lo está haciendo muy bien y, desgraciadamente, nos está ganando terreno», concluyó.
En este contexto, Almendral hizo un llamamiento a los medios de comunicación a desempeñar un papel más activo en la lucha contra la desinformación. «Un 40% de la gente española se informa por redes sociales y un 30% de estos no verifica las fuentes«, explicó Almendral, destacando el riesgo que esto representa para la salud pública. Propuso también la idea de que los profesionales sanitarios reciban formación continua e información sobre la desinformación, de manera que puedan responder adecuadamente a los pacientes y contrarrestar los mitos de manera efectiva.
Finalmente, durante el seminario se discutió la experiencia de otros países, como el Reino Unido, que ha logrado reducir la incidencia del cáncer de cuello de útero gracias a una campaña de vacunación escolar. «Quien ha logrado fomentar la vacunación han sido los propios niños», explicó Almendral, destacando que los niños, al recibir información sobre salud, se convierten en portavoces clave que influyen en sus padres. Esta experiencia resalta el poder de la comunicación efectiva en la promoción de la salud y el impacto positivo de los programas educativos en la vacunación.
En resumen, el seminario dejó claro que, en un contexto de desinformación creciente, los medios de comunicación y los profesionales de la salud deben trabajar de la mano para garantizar que la verdad sobre las vacunas llegue a toda la población. La colaboración entre estos actores es esencial para superar los retos actuales y mantener la eficacia de los programas de vacunación a nivel global.