Gaceta Médica Barcelona | viernes, 04 de noviembre de 2016 h |

Una investigación internacional con participación de investigadores de la UAB aporta luz nueva sobre cómo influye la interacción de los factores genéticos y de los ambientales en la formación y la propagación de agregados de una proteína, la alfa-sinucleína (aSyn), relacionada con la enfermedad de Parkinson (EP). El estudio muestra cómo una mayor presencia de estos agregados no siempre implica más toxicidad para las neuronas.

El estudio se ha realizado en cultivos neuronales de rata sobre una de las seis mutaciones de aSyn relacionadas con las formas familiares, más tempranas y agresivas, de párkinson, la H50Q, que los investigadores han identificado como la más activa en la formación y transmisión de agregados en presencia de un factor ambiental relacionado con estados de neurodegeneración como es el cobre.

Los investigadores han comparado esta actividad con la de la mutación sin cobre y con la forma natural de la proteína con o sin el metal. La agregación de la variante natural de aSyn está asociada a las formas llamadas espontáneas de párkinson, que suelen aparecer a partir de los sesenta años.

Los resultados muestran que la combinación de la variante mutada con cobre es la que produce más agregados y que estos se propagan más rápidamente, creando cuerpos de inclusión en el citoplasma y en el núcleo de la célula. Pero, contrariamente a lo que se podría pensar, son menos tóxicos y dañinos para las neuronas que los generados por las otras combinaciones estudiadas.

“Siempre se ha pensado que la causa última de las sinucleinopatías era la agregación de la aSyn. Aquí hemos constatado que esta agregación y su propagación no siempre es la responsable de la toxicidad y de la muerte neuronal —explica Salvador Ventura, investigador del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la UAB (IBB)—. Es posible que estas formas de inclusión que vemos en el núcleo celular sean sólo un espejo de la presencia de agregados fuera de la célula”.