Más de 200 especialistas han participado en el ‘III Encuentro Nacional de Tromboembolismo en Paciente Oncológico’. “Estas reuniones multidisciplinares son importantes porque ayudan a mejorar la formación de los profesionales que día a día atienden a los pacientes con estas patologías”, ha destacado la Dra. Dolores Isla, coordinadora científica del acto, y Jefa de la Sección de Oncología Médica en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. “También nos permiten interactuar entre especialidades que compartimos
al paciente oncológico dentro de los hospitales, de manera que podamos hablar el mismo lenguaje y plantear controversias en aspectos básicos para práctica clínica”.
Durante la jornada, celebrada en la Casa de América de Madrid, tuvieron lugar conferencias y debates con expertos de distintas especialidades: oncología médica, medicina interna, hematología, cirugía general y cirugía vascular, incentivando el diálogo entre los asistentes. En la primera de estas sesiones, Andrés J. Muñoz, coordinador científico del acto y del Grupo de Trabajo Cáncer y Trombosis de la SEOM y m médico adjunto en el Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón presentó los últimos avances y nuevas líneas de investigación sobre la ETV en relación con el cáncer. “En el último año ha habido nueva información que nos ha ayudado a perfilar mejor el tratamiento y la profilaxis según el tipo de cáncer y de factores de riesgo del paciente oncológico”, ha señalado Muñoz.
“Durante este encuentro hemos realizado una revisión muy exhaustiva de la profilaxis, el tratamiento y el estado del arte de la forma en la que manejamos los pacientes”, ha destacado Muñoz.
Mesas redondas para generar un diálogo en torno a los últimos avances sobre la praxis médica
La primera de ellas, con el título: ‘¿Son de utilidad los biomarcadores y las escalas de riesgo en la profilaxis y tratamiento del TEV?’, ha sido moderada por Muñoz, y en ella participaron Enrique Gallardo, del Servicio de Oncología Médica del Parc Taulí Sabadell Hospital Universitari de Barcelona, y Joan Carles Souto, del Servicio de Hematología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Una mesa con posturas a favor y en contra que destacó que todavía queda bastante para tener biomarcadores y escalas más completas que ayuden a estratificar mejor el riesgo de ETV de los pacientes oncológicos.
El debate multidisciplinar titulado: ‘¿Heparina de bajo peso molecular (HBPM) siempre en el paciente oncológico?’, moderado por Isla, cerró la sesión de la mañana. Los distintos especialistas destacaron en general que “las HBPM se asocian con una menor tasa de efectos secundarios y un efecto anticoagulante más predecible”, que redunda en un beneficio para este tipo de pacientes. También se destacó que “la HBPM es lo único que se puede ofrecer al paciente durante el periodo de quimioterapia” en caso de Enfermedad Tromboembólica Venosa. Además, se destacó que hay estudios que aseguran que los pacientes tratados con HBPM evolucionan mejor que con los anticoagulantes orales.
Se recomendó que la tromboprofilaxis con HBPM se debería de valorar en los pacientes de alto riesgo que reciben quimioterapia, durante el tiempo que dure la misma, y también en todo paciente oncológico ingresado por una complicación médica aguda que no presente contraindicación para la anticoagulación o que vaya a ser sometido a una cirugía, tal y como figura en la Guía de Práctica Clínica de SEOM, dónde además se comenta que el uso de heparinas es de elección en el paciente oncológico, y la tromboprofilaxis debe extenderse durante un mínimo de 7-10 días, y hasta cuatro semanas en el caso de cirugía mayor oncológica abdominal o pélvica en pacientes con alto riesgo de tromboembolismo venoso y bajo riesgo de hemorragia.
ejemplos con casos clínicos. En el taller presentado por Raquel Luque, del Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, y el Dr. Javier Trujillo, del Servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario Santa Lucía de Cartagena, lo casos estuvieron relacionados con “Manejo de la trombosis en localizaciones especiales”, y en el taller presentado por el Ramón Lecumberri del Servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, y la Dra. Virginia Martínez, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz de Madrid estuvieron relacionados con “Hemorragia y tratamiento anticoagulante, factores predisponentes y valoración del riesgo hemorrágico”.
Durante el encuentro los médicos participantes destacaron el adecuado abordaje del paciente oncológico en España: “Hacemos una oncología de alto nivel, al máximo nivel en cuanto a calidad de atención del paciente. Hay una buena formación de los oncólogos y un acceso a fármacos con el que ofrecer las mejores opciones de tratamiento oncológico de acuerdo a lo que indican las guías clínicas”, destacaron, pero también hay que prestar atención al manejo de la ETV, que es una de las complicaciones más frecuentes en estos pacientes, y la segunda causa de muerte después del propio cáncer.
Isla agradeció que la industria farmacéutica “invierta en reuniones de formación continuada para los profesionales médicos que atienden pacientes oncológicos” y que “gracias a estas inversiones conseguimos que el nivel de formación de nuestros profesionales sea óptimo”. Isla señaló también que en estos momentos hay líneas de investigación abiertas que darán frutos en el corto-medio plazo.