La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es la primera causa de insuficiencia renal terminal. De igual modo, la enfermedad renal constituye una de las complicaciones más relevantes que dificultan el control de la diabetes y lo que es más, hay evidencia de que las personas con diabetes mellitus tipo dos y enfermedad renal presentan un mayor riesgo cardiovascular y un peor pronóstico vital.
José Luis Górriz, especialista del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Clínico de Valencia y miembro del Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes (CTD), recuerda que una de cada cuatro personas con DM” presentará albuminuria a los diez años del diagnóstico de diabetes. Además, uno de cada tres pacientes diabéticos en el mundo, subrayan, presentarán algún grado de nefropatía y hasta un 40 por ciento de los diabéticos presentarán nefropatía a lo largo de su evolución.
Sobre esta relación ha versado la primera reunión monográfica del Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes (Grupo CTD), que integra a más de una decena de especialistas a nivel nacional. A partir de esta reunión, se proporcionará una hoja de ruta para dar a conocer a los profesionales sanitarios la mejor estrategia terapéutica para estos pacientes, que contempla el empleo de fármacos que abordan ambos frentes.