J. V. / Madrid | viernes, 11 de noviembre de 2016 h |

¿De qué manera los sistemas de información pueden ayudar tanto a pacientes, como a profesionales sanitarios, en el manejo, comprensión, toma de decisiones y seguimiento de las personas que padecen una enfermedad crónica como la diabetes?

Xavier Cos Claramunt, director CAP San Martín de Provensals, en el Instituto Catalán de la Salud, explica a GACETA MÉDICA que, hoy en día, la nueva era —la digital— implica “un cambio importante” respecto a la manera en la que se modulan los contactos, las relaciones; entre profesionales, pacientes y consultantes.

“La incorporación progresiva de la informatización en la consulta y de todas sus potencialidades actuales, debería comportar un replanteamiento del modelo de visitas actuales”, subraya. Algunas de las plataformas de seguimiento clínico permiten que los pacientes puedan estar en contacto con los profesionales sanitarios de forma electrónica y, aparte, añade, que se está investigando de qué manera las plataformas de seguimiento clínico pueden facilitar el seguimiento de patologías crónicas.

“Experiencias realizadas en insuficiencia cardiaca (IC) y diabetes tipo 1 y 2 avalan los beneficios de como las tecnologías acompañan en el seguimiento clínico de patologías crónicas y cómo pueden fomentar el autocuidado, la adherencia y la potencial mejora de indicadores clínicos finales”, prosigue.

Dado que en estos momentos, conceptos como la e-receta o la e-Health forman parte de nuestro día a día, es hora de plantearse si ocurre lo mismo con el término e-paciente. ¿Ha llegado el momento de incorporar esta expresión a nuestro vocabulario?

Cos recuerda que ya en 2007 el economista político Tom Ferguson publicó ‘e-pacientes: cómo nos pueden ayudar a cuidar mejor la salud’ y que también Wikipedia cuenta con este concepto que no es tan novedoso, como se puede pensar. “La sociedad se ha ido adaptando a los avances tecnológicos y a como estos podían ir transformado el comportamiento previo. El acceso inmediato a la información que facilita internet, las redes sociales, etc., está motivando debates para poder regular la veracidad y calidad de los aspectos que son tratados a ese nivel”, apostilla el experto, quien advierte de que muchas personas afectadas de trastornos crónicos descargan información o aplicaciones médicas, “aunque, quizás, sus profesionales sanitarios todavía no son conocedores de las mismas”.

Al respecto, Cos recalca que, por ello, es “muy importante” establecer iniciativas para mostrar las potencialidades de la red en el manejo de estas patologías.

Ahora bien, a la pregunta de cómo pueden contribuir las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a los pacientes crónicos, el especialista incide en que “obviamente”, las TIC implican un sistema de comunicación diferente entre pacientes y profesionales de la sanidad.

“Es un reto construir esta nueva realidad en la que los ciudadanos y/o personas con trastornos crónicos y los servicios de salud estén en un plano de comunicación, considerando todas las potencialidades que los nuevos avances de la información pueden ofrecer”, apostilla, al tiempo que pone dos ejemplos para mostrar la ayuda que pueden ofrecer.

Así, por un lado, habla del programa de seguimiento de IC y el de pacientes diabéticos 1 o 2 con los sistemas de monitorización continua o bien con los autoanálisis intensivos y, por otro, de qué manera los sistemas de información permiten al paciente y al clínico a observar cómo se comportan el metabolismo de glucosa en estas personas y qué planteamientos terapéuticos pueden ser los más apropiados.

Xavier Cos Claramunt, director CAP San Martín de Provensals, en el Instituto Catalán de la Salud.