En España, la asistencia en oncología presenta desigualdades en función del código postal. Esto no es algo nuevo. Carlos Camps, director de programas científicos de la Fundación ECO y jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Valencia, era el encargado de moderar la primera Mesa Redonda de la jornada Cáncer Now; esta se denominaba ‘Equidad en la asistencia oncológica’. Durante la introducción de la misma, ponía de manifiesto que “el objetivo no es demostrar la inequidad ya que existen suficientes cifras al respecto”.
“En estos últimos años se han conocido las bases biológicas de la enfermedad, innovaciones como el diagnóstico molecular, avances médicos y radioterápicos tanto en adultos como en niños… tenemos una organización del sistema sanitario español que es modélica, pero modélica para los años 80; ahora hay que hacer cambios para dar cabida a toda esta innovación”, aseveraba Camps.
“En estos últimos años se han conocido las bases biológicas de la enfermedad, innovaciones como el diagnóstico molecular… tenemos una organización del sistema sanitario español que es modélica, pero modélica para los años 80; ahora hay que hacer cambios para dar cabida a toda esta innovación”
Carlos Camps, director de programas científicos de la Fundación ECO
Con el Plan Europeo de Cáncer en el horizonte, el especialista consideraba que “España tiene una oportunidad muy importante, este Plan nos señala caminos a seguir”. A este respecto, atajaba que “nos jugamos no solo dinero, sino mejorar la supervivencia de nuestros pacientes”. Por todo ello, aludía a temas como “la necesidad de centros monográficos, el tratamiento multidisciplinar o la importancia de los profesionales como temas a poner en el centro para materializar las mejoras que necesita el sistema de cara a alcanzar una asistencia más equitativa.
Técnicas diagnósticas
Una vez alcanzado el conocimiento sobre biología molecular para afinar el diagnóstico, es necesario contar con recursos para aplicarlo a la práctica clínica. En este sentido se manifestaba Javier de Castro, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). “El modelo asistencial, aunque ha funcionado muy bien, necesita cambiar; para ello es fundamental incorporar las nuevas tecnologías y mejorar el acceso”, apuntaba. En esta línea hacía referencia a que “con los hallazgos sobre biomarcadores sabemos identificar mejor los tumores para aplicar la medicina personalizada; sin diagnóstico no hay medicina personalizada pero también hay que favorecer el acceso a la innovación farmacológica, también en el área quirúrgica y aplicando las nuevas tecnologías a la oncología radioterápica”.
“El modelo asistencial, aunque ha funcionado muy bien, necesita cambiar; para ello es fundamental incorporar las nuevas tecnologías y mejorar el acceso”
Javier de Castro, miembro de la Junta Directiva de SEOM
A este respecto Antonio Gómez Caamaño, presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), apuntaba que “los recursos tecnológicos existentes limitaban drásticamente la posibilidad de administrar tratamientos radioterápicos de calidad”. Siguiendo este hilo subrayaba que existen iniciativas concretas como las donaciones realizadas por la Fundación Amancio Ortega (relativas a aparatología de protonterapia) o los fondos del Plan INVEAT (que han ayudado a renovar tecnología obsoleta en términos de radioterapia. Sin embargo, consideraba que “esta renovación se está realizando a ‘golpe de pedal’; agregaba que lo que realmente solucionaría los problemas sería apostar por “un modelo más transversal con modelos basados en el conocimiento y las habilidades profesionales y unidades dotadas de recursos”.
“Hay que apostar por un modelo más transversal con modelos basados en el conocimiento y las habilidades profesionales y unidades dotadas de recursos”
Antonio Gómez Caamaño, presidente de SEOR
Abordaje integral
Para Ramón García Sanz, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), esta equidad debería adoptarse de manera integral a todo el proceso; “mejorar el diagnóstico y tratamiento en cáncer como algo que debemos revisar entre todos”, afirmaba. Aquí, demandaba que entre las bases de la medicina se incida en la “prevención, en la revisión de sistemas de screening y el avance en diagnóstico para que además de precoz sea preciso ampliando el uso del diagnóstico molecular y por imagen”. Con todo esto, una vez identificado el tumor y sus características, se podrá seleccionar el mejor tratamiento. Pero aquí surge otro problema. García Sanz señalaba que “en el caso de la hematología, muchos fármacos tienen un retraso notable en términos de acceso”.
“Mejorar el diagnóstico y tratamiento en cáncer es algo que debemos revisar entre todos”
Ramón García Sanz, presidente de la SEHH
Para solventar esta barrera opinaba que se ha de trabajar en tres puntos. “Hay que insistir en la formación para que los médicos de centros menos especializados sean capaces de derivar a los pacientes a centros monográficos; centralizar el tratamiento de aquellos tipos de tumores más raros y aumentar la investigación en nuestro país”. En toda esta ecuación, el experto subrayaba que “se ha dicho que en España estamos muy por debajo en términos de gasto; yo prefiero referirme a inversión y creo que debe incrementarse para lograr la eficacia que queremos para nuestros pacientes”.

Sobre gasto e inversión, Jacobo Cabañas Montero, presidente de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ), puntualizaba que “no nos gastamos en cáncer todo lo que deberíamos pero es más, igual no lo estamos gastando adecuadamente”.
“No nos gastamos en cáncer todo lo que deberíamos pero es más, igual no lo estamos gastando adecuadamente”
Jacobo Cabañas Montero, presidente de SEOQ
Inequidades en pediatría
Ana Fernández-Teijeiro Álvarez, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP), destacaba que desde la asociación que representa detectaron hace cinco años “una diferencia de supervivencia entre comunidades autónomas; esto condicionó que en la Estrategia de Cáncer se diseñara un proceso orientado a una mejor ordenación, facilitando el trabajo en red entre CC.AA y en cada región”. Aun así, aludía a la inequidad que se sigue dando en temas como “el acceso a ensayos clínicos precoces o a la medicina de precisión”.
“Hemos detectado una diferencia de supervivencia entre comunidades autónomas; esto condicionó que en la Estrategia de Cáncer se diseñara un proceso orientado a una mejor ordenación, facilitando el trabajo en red entre CC.AA y en cada región”
Ana Fernández-Teijeiro Álvarez, presidenta de SEHOP
Por otra parte, aludía a varias necesidades como “una cartera de biomarcadores para cáncer pediátrico accesible desde todas las comunidades autónomas; solucionar dificultades en acceso a algunos fármacos, sobre todo por los retrasos que se producen desde las agencias regulatorias o el seguimiento a los supervivientes”. Finalmente explicaba que “el 30 por ciento de los niños son atendidos por médicos que no son pediatras y no tienen formación sobre esta especialidad”. Así, llamaba a acabar con este problema. Uniendo todos estos puntos exponía un horizonte ambicioso: “nuestro objetivo tiene que ser que el 85 por ciento de los pacientes pediátricos superen la enfermedad como sucede en un gran número de países europeos”.
Recursos complementarios
El hecho de que haya todavía carencias en la asistencia oncológica hace que los pacientes tengan que recurrir a otro tipo de servicios en ocasiones. Ramón Reyes, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), precisaba que “no todas las personas tienen las mismas posibilidades de acceder a la prevención, ni de detectar adecuadamente el cáncer puesto que los programas de cribado son desiguales entre comunidades autónomas; tampoco, de tener un cuidado integral en el que se incluyan aspectos como la atención psicológica”.
“No todas las personas tienen las mismas posibilidades de acceder a la prevención, ni de detectar adecuadamente el cáncer puesto que los programas de cribado son desiguales entre CC.AA.”
Ramón Reyes, presidente de la AECC
Reyes desarrollaba que desde la AECC “se da a los enfermos de cáncer y a la población los recursos que el sistema no les da”. Pero la solución, concretaba, debería pasar por “actuar con las instituciones para para que se integren y actúen para cumplir las necesidades de los pacientes”. Para ello, informaba que la entidad está trabajando en un acuerdo global que involucre a todos los agentes con un abordaje que “minimice las desigualdades, integrando aquellas cuestiones necesarias para contrarrestar la inequidad”. “Hay que garantizar el derecho a la salud de los españoles, que no es tal actualmente en lo que respecta al cáncer”, zanjaba.
Perfiles especializados
Por su parte, Julio de la Torre Montero, representante de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), urgía a que “las enfermeras estén integradas en los equipos multidisciplinares”. Siguiendo este hilo planteaba que “la formación de la enfermera oncológica es fundamental para el paciente con cáncer; también, para encuadrar este perfil en el esquema de la medicina de precisión”.
“La formación de la enfermera oncológica es fundamental para el paciente con cáncer; también, para encuadrar este perfil en el esquema de la medicina de precisión”
Julio de la Torre Montero, representante de la SEEO
De la Torre también se refería a que esta formación deriva en una “mayor seguridad del paciente como para el resto de profesionales”. El especialista aludía a las previsiones que apuntan al gran aumento de casos de cáncer que se dará en los próximos años, considerando que el sistema debe estar prevenido para abordarlos. “Cuántas más enfermeras y mejor preparadas estén, mejor será la atención a los pacientes; todavía estamos muy lejos de otros países como Italia o Grecia en cuanto al numero de enfermeras oncológicas por habitante”, argumentaba. Desde un prisma positivo agradecía a “las sociedades científicas el trabajo conjunto para mejorar el abordaje del paciente con cáncer y también para la profesión enfermera en este aspecto”.

Directrices de mejora
Camps exponía que “atendiendo a las cifras hay una situación de inequidad en España respecto a Europa; aunque también entre comunidades autónomas y dentro de cada una de ellas”. Por ello, proponía “aportar soluciones sin derribar el sistema, que es bueno”. Para avanzar en este sentido, Jacobo Cabañas sugería “establecer muchos servicios donde trabajar en cáncer, que que el diagnóstico se asocie a un equipo multidisciplinar que dé la mejor atención en cada caso; así no derribas el sistema, redistribuyes la carga de trabajo y aseguras que el oncólogo esté especializado en los casos que se le asignen”.
Para García Sanz, la clave residiría en “crear redes cada vez más amplias con nodos en los que se hagan este tipo de aproximaciones”. Aquí especificaba que “no tiene porque ser solo un centro, sino varios que se especialicen en un tipo de tumor”. Esto, apuntaba, “serviría de ejemplo para que los organismos públicos nos permitan dar mejor acceso al diagnóstico y tratamiento de estos pacientes”.
De Castro se mostraba prudente indicando que “es difícil cambiar de la noche al día todo de forma radical”. Pero, para lograr cambios como el propuesto en términos de redes y coordinación, opinaba que “es necesario intervenir dentro de las propias comunidades autónomas”. Y es que el experto señalaba que hay problemas como que existen “comunidades autónomas o provincias que ponen resistencia a que pacientes que no residan dentro del territorio accedan a estas facilidades aunque sean las más cercanas a su lugar de residencia”. Por ello instaba a “identificar estas rigideces y tratar de evitarlas”.
Siguiendo este hilo Gómez Caamaño instaba a “tomar decisiones con arrojo político”. Asimismo, a “cambiar la actitud y el espíritu de los médicos, siendo más aperturistas para que los mejores traten los casos más complejos”. Garcia Sanz añadía que “es necesario recordar que el compromiso como médicos es pensar en lo que es mejor para el paciente”.
Para Fernández-Teijeiro, lo más urgente sería “lograr un mejor modelo de organización porque esto repercute en los pacientes”. También, atendiendo a las diferentes circunstancias que pueden afectar a cada paciente, como las personales y económicas.
En palabras de Reyes, abordar estos problemas es una responsabilidad conjunta que debe dirigirse a “hacer frente a las desigualdades uniendo a sociedades científicas y políticos, promoviendo un trabajo en red”.