Las vacunas contra la influenza y la neumonía se asocian a menos muertes hospitalarias en pacientes con insuficiencia cardíaca. Así lo destaca un estudio publicado en el Congreso Europeo de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés).

Según este trabajo, una de cada cinco personas desarrollará insuficiencia cardíaca a lo largo de su vida. Se estima que 26 millones de personas se ven afectadas en todo el mundo. En este sentido, las infecciones respiratorias como la influenza y la neumonía empeoran la insuficiencia cardíaca. Por ello, es recomendable la vacunación anual. “La pandemia de la COVID-19 ha puesto el foco la importancia de la vacunación para prevenir infecciones respiratorias, particularmente en personas con enfermedades como insuficiencia cardíaca”, señala el autor del estudio, Karthik Gonuguntla de la Universidad de Connecticut.

El estudio

Este estudio examinó si las vacunas tenían algún vínculo con el riesgo de que los pacientes con insuficiencia cardíaca murieran mientras estaban en el hospital.

Solo el 1,4 por ciento de los pacientes del estudio recibieron la vacuna contra la gripe y el 1,4 por ciento la vacuna contra la neumonía. Los investigadores compararon las tasas de mortalidad hospitalaria entre los pacientes con insuficiencia cardíaca que recibieron estas vacunas. Así, las tasas de mortalidad hospitalaria fueron significativamente más bajas en los pacientes que recibieron la vacuna contra la influenza (1,3 por ciento) en comparación con los que no recibieron la vacuna contra la influenza (3,6 por ciento). De manera similar, las tasas de mortalidad fueron significativamente más bajas en los pacientes inoculados contra la neumonía (1,2 por ciento) en comparación con los que no (3,6 por ciento).

Gonuguntla señala que las reacciones graves a las vacunas contra la gripe y la neumonía son muy raras, ocurren en unas pocas horas y pueden tratarse eficazmente. “Las vacunas contra la neumonía y la gripe son vitales para prevenir estas infecciones respiratorias y proteger a los pacientes con insuficiencia cardíaca. Aunque muchas personas han rechazado las vacunas comunes y seguras antes de la COVID-19, soy optimista de que la pandemia haya cambiado las percepciones sobre el papel de las inmunizaciones en la protección de nuestra salud”, apunta.