Las prácticas de medicación poco seguras y los errores en la toma de medicamentos se articulan como una de las principales causas de lesiones y daños evitables en los sistemas de sanitarios de todo el mundo. Diversos estudios constatan que el 80 por ciento de los errores de medicación son evitables. Las personas mayores, especialmente las que toman varios medicamentos, son uno de los grupos con mayor riesgo de sufrir daños por la medicación. También se observan altas tasas de daños relacionados con la medicación en la atención quirúrgica, los cuidados intensivos y la medicina de urgencias, así como en pacientes oncológicos. Esta ha sido una de las cuestiones que se han abordado en una de las mesas redondas de la jornada centrada en la digitalización en la gestión de medicamentos, organizada por la Fundación Tecnología y Salud, impulsada por Fenin, que se ha celebrado en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid.
La Organización Mundial de la Salud se ha marcado en su tercer reto reducir los errores en la medicación en un 50 por ciento. “Solo el cinco por ciento de los profesionales podrían decir que no se han visto implicados en un error en la medicación. A nivel mundial, muchas instituciones y administraciones ya han puesto el foco en esta área para garantizar la seguridad del paciente. Esto habría que hacerlo desde un abordaje multidisciplinar porque, detrás de cada error de medicación hay una persona y una familia que sufre esas consecuencias”, ha afirmado María Cruz Martín Delgado, jefa del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital 12 de Octubre y miembro de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
“Las UCIs son áreas de riesgo para la aparición de incidentes y efectos adversos. Hemos crecido mucho, pero tenemos una desigualdad tremenda entre comunidades autónomas y hospitales. Hemos ido mejorando mucho en el almacenamiento, pero aún nos queda mejorar en prescripción”, ha añadido Rosa García Díez, de la Organización Sanitaria Integrada URIBE y miembro de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC).
En lo que se refiere a pacientes oncológicos, Francisco Ayala de la Peña, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Morales Meseguer y miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), ha sostenido que los esquemas de tratamiento que se utilizan en oncología son complejos y, por tanto, la frecuencia de errores es alta (entre un uno y un tres por ciento). “Se producen errores en la prescripción, preparación y administración. Por eso, ha sido una de las primeras áreas donde se desarrollaron sistemas seguros de prescripción”, ha añadido.
“El riesgo del paciente oncológico es alto, pero la complejidad del circuito hacen que esto incremente. En la practica clínica es importante tener unos estándares de calidad. Las enfermeras somos los que administramos, pero también estamos en la preadministración y en la posadministración”, ha afirmado Isabel Magall, supervisora de Hospitales de Día y Consultas Externas de Oncología del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO).
Tecnologías y sistemas de digitalización
Un aspecto crucial para reducir y acabar con esta problemática lo constituyen las tecnologías y los sistemas de digitalización. En este caso, Miguel Ángel Calleja, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen Macarena y expresidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), ha explicada la situación en la que se encuentra España en cuanto a la digitalización de los medicamentos. “Tengo dos mensajes que dar. El primero es bueno, pues hemos mejorado mucho en digitalización en el uso de medicamentos; el otro no lo es tanto, pues la mejora ha sido asimétrica y se ha priorizado unas áreas frente a otras. Aún nos queda mucho por hacer”, ha explicado.
Calleja ha recordado que nueve de cada diez servicios de farmacia de los hospitales disponen de sistemas semiautomáticos para la dispensación y almacenamiento de medicamentos. En lo que se refiere a prescripción electrónica, el 93 por ciento de los hospitales españoles cuenta con ella. Sin embargo, afirma que el siete por ciento restante le preocupa. El especialista considera que donde tienen más margen de mejora es en la administración y preparación de medicamentos. En este aspecto, ha recordado que solo el 17 por ciento dispone de sistemas de bombas inteligentes. La interoperabilidad constituye otra de las barreras, ya que la receta electrónica solo está disponible en nueve comunidades autónomas.
“La situación actual en UCI es que el 22,9 por ciento no dispone de prescripción electrónica. La actualización y evaluación de cuáles son las practicas seguras demuestran que todavía existe una brecha importante de las áreas de mejora, como puede ser la inteligencia artificial. Es importante garantizar la cultura de seguridad”, ha admitido Martín Delgado. Desde el punto de vista de enfermería, García Díez ha asegurado que las enfermeras a veces disponen de tecnología que les cuesta utilizar.