Sandra Pulido Madrid | viernes, 02 de marzo de 2018 h |

El perfil más habitual del paciente que recibe el diagnóstico de esclerosis múltiple es el de una mujer entre 20-30 años. Una edad en la que muchas personas tienen el deseo de formar una familia.

Estas paciente tienen las mismas opciones de quedarse embarazadas que el resto de las mujeres pero deben planificarlo ya que necesitan suspender su tratamiento y para ello deben llevar al menos un año sin brotes.

El nuevo libro ‘Planificación familiar y esclerosis múltiple. 100 respuestas clave’ pretende ayudar a especialistas y pacientes en esta situación y acabar con los mitos que rodean al embarazo de las pacientes con esta enfermedad.

“Cuando diagnosticas a una paciente es cuando deciden tener hijos y en este libro respondemos a todas las preguntas que pueden tener”, ha explicado Celia Oreja, jefa de la sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, durante la presentación de la publicación.

Junto con Lucienne Costa-Frossar França, neuróloga de la Unidad de Esclerosis Múltiple del servicio de Neurología del Hospital Universitario Ramón y Cajal y Pilar Lafuente, ginecóloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid, han sido las encargadas de escribir este libro editado por ediciones Mayo y distribuido por Sanofi Genzyme.

Durante muchos años se ha pensado que la gestación de un bebe podía tener un impacto negativo en la evolución de la enfermedad. Esta teoría se ha ido desmontando con los estudios que se han publicado durante los últimos años.

El principal factor que han de tener en cuenta estas pacientes es que actualmente ningún tratamiento de la enfermedad está indicado durante el embarazo, lo que hace necesario el uso de anticonceptivos si no quieren tener hijos o una correcta planificación cuando decidan ser madres. “Si la paciente tiene muchos brotes le decimos que espere un año. Primero tiene que estar estable durante ese tiempo con el tratamiento”, resaltó Oreja. A partir de ese periodo el riesgo de sufrir un nuevo brote en caso de suspender la medicación es mucho menor, apuntan las expertas.

Parcialmente protegidas

Aunque no hay nada que garantice que un paciente vaya a estar sin brotes, según asegura Costa-Frossar, durante el tercer trimestre sí disminuye su incidencia y en caso de aparecer “son bastante más leves. Estas parcialmente protegida”, subrayó la neuróloga.

Las tres expertas han insistido en que un embarazo no va a empeorar la enfermedad y confían en que la obra consiga terminar de animar a aquellas mujeres con EM que siguen teniendo reparo en tener hijos.

Asimismo, también pretenden que arroje luz para acabar con el desconocimiento de la enfermedad entre muchos profesionales implicados en su abordaje en estas fases.