Los dermatólogos llevan años alertando del importante aumento en la incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS). De acuerdo con los últimos datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en 2019, en una década —entre 2008 y 2018— los casos de sífilis notificados han aumentado un 58% y los de enfermedad gonocócica se han triplicado.

Alicia Comunión, dermatóloga en Centro ITS de Salud Madrid y coordinadora del Grupo de Enfermedades de Transmisión Sexual de la AEDV.

“Las ITS mas prevalentes en España siguen siendo, respecto a las víricas, el virus del papiloma humano (VPH), y de las bacterianas, la clamidia“, explica a GACETA MÉDICA Alicia Comunión, dermatóloga en un Centro ITS de Salud Madrid y coordinadora del Grupo de Enfermedades de Transmisión Sexual de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

La sífilis, la gonorrea y la clamidia se han incrementado en un 76%, 67% y 22%, respectivamente, en Europa. “La clamidia es la ITS más prevalente, que afecta sobre todo a mujeres menores de 25 años. Por otro lado, el gonococo (gonorrea) ha aumentado desde el año 2002 y, especialmente, desde 2016. Afecta sobre todo a varones menores de 30 años. Por su parte, los casos de VIH han disminuido su incidencia”, señala la dermatóloga.

En los últimos tres o cuatro años se ha producido un incremento exponencial de las ITS, debido a factores como cambios en la práctica sexual, banalización del riesgo y precocidad en las relaciones. “Es una cuestión multifactorial. Por ejemplo, los jóvenes se inician cada vez antes en las relaciones sexuales y, por lo general, hay un mayor número de parejas sexuales. El uso de aplicaciones móviles en cierta población facilita la proliferación de contactos esporádicos. Asimismo, está demostrado que el consumo de alcohol y drogas disminuye la percepción de riesgo en las conductas sexuales“, subraya la experta.

La dermatóloga puntualiza que este tipo de prácticas de riesgo puede constatarse en todos los grupos y perfiles de edad que mantengan relaciones sexuales. “Así lo vemos en las consultas. Es cierto que hay que incidir y realizar esfuerzos en educación, formación e información en la población joven. Pero también, por poner un ejemplo, otro grupo importante es el de hombres que tienen sexo con hombres”, añade.

Los jóvenes se inician cada vez antes en las relaciones sexuales y, por lo general, hay un mayor número de parejas sexuales. El uso de aplicaciones móviles en cierta población facilita la proliferación de contactos esporádicos”

Avances y multiresistencias

Las ITS pueden aparecer en forma de úlceras, verrugas o exantemas en partes del cuerpo extragenitales. El motivo de estas reacciones más inusuales son la inoculación directa del microorganismo mediante pequeñas erosiones o por la diseminación de la infección.

“En el ámbito en el que más se ha avanzado es el diagnóstico. Por ejemplo, en detección de la clamidia o el VPH se llevan a cabo técnicas de amplificación de ácidos nucleicos que han supuesto un avance importante”, continúa Comunión. “Respecto a la estrategia terapéutica, las infecciones bacterianas se tratan básicamente con antibióticos. Lo que sí ha ido cambiado con el paso del tiempo son los tratamientos de elección en algunas estas infecciones”, añade.

En este sentido, 40 años después, la penicilina sigue siendo el tratamiento de elección para abordar la sífilis. “Por el contrario, el gonococo es un germen que se ha vuelto resistente a ciertos antibióticos y ha sido necesario cambiar la pauta”, concreta la especialista. El aumento de las ITS y el abuso de los antibióticos han dado lugar a cepas multirresistentes. Especialmente, en la infección gonocócica entre población heterosexual.

“Un fármaco que está generando problemas de resistencia en el tratamiento de la ITS es la azitromicina, un antibiótico de amplio espectro que se utiliza para catarros y que ha generado un cierto uso indiscriminado. Ello nos obliga a hacer antibiogramas o test de sensibilidad para no prescribir tratamientos de forma empírica solamente, sino más ‘dirigidos’”, puntualiza.

“Un fármaco que está generando problemas de resistencia en el tratamiento de la ITS es la azitromicina, un antibiótico de amplio espectro que se utiliza para catarros y que ha generado un cierto uso indiscriminado”

Concienciación y prevención

Hasta hace unos años, estas patologías se denominaban Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). “El cambio en la denominación se llevó a cabo porque muchas de estas infecciones no causan enfermedades y no provocan ni síntomas ni signos. Esto obliga a ‘buscarlas’ y no esperar a los síntomas cuando ha habido prácticas de riesgo”, expone Comunión.

La sífilis, sífilis congénita, infección por gonococo, Chlamydia trachomatis, linfogranuloma venéreo, infección por VIH, hepatitis A y B aguda son Enfermedades de declaración obligatoria (EDO). Sin embargo, la dermatóloga señala que hay que mejorar la detección de contactos estrechos. “Cuando se diagnostica una ITS, hay que identificar y localizar el círculo con el que el paciente ha tenido relaciones sexuales para cortar la cadena de transmisión y no esperar a que sea el propio paciente el que avise”, resalta.

Como mensaje final, la dermatóloga incide en que es importante que las ITS sean conocidas por la población y que se disponga de recursos para ellas. “Los pacientes tiene que saber donde puede acudir. No solo a Urgencias, que puede ser la vía más fácil, sino a centros de ITS, a atención primaria… y que puedan ser diagnosticados y tratados de forma eficaz para reducir la incidencia”, concluye.


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