Daiichi Sankyo Europe lanza un ambicioso plan para abordar la creciente crisis de enfermedades cardiovasculares (ECV) en Europa, impulsando un enfoque holístico en la atención médica. En enero de 2024, la farmacéutica organizó el primer ‘Future of Heart Health in Europe: A Holistic Care Think Tank’, un evento que reunió a destacados profesionales de la salud, investigadores, defensores de los pacientes y expertos en políticas públicas para trazar un nuevo camino hacia la mejora de la salud cardiovascular.
Las ECV representan una amenaza significativa para la salud pública, siendo la principal causa de muerte en Europa, con más de 10.000 fallecimientos diarios. A pesar de su impacto devastador, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hasta el 80 por ciento de los casos de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares prematuros pueden prevenirse mediante intervenciones en el estilo de vida. Este panorama fue el punto de partida para el Think Tank organizado por Daiichi.
Uno de los principales objetivos del evento fue identificar las barreras que impiden una atención más efectiva y holística para los pacientes cardiovasculares. Los participantes discutieron sobre los desafíos en la atención multidisciplinaria, la falta de colaboración entre especialistas y los obstáculos que enfrentan los pacientes para acceder a tratamientos preventivos y de calidad. La compañía ha puesto énfasis en la necesidad de un enfoque holístico que aborde no solo los factores médicos, sino también los conductuales y sociales que influyen en la salud cardiovascular. Esto incluye una mayor atención a la prevención, tratamiento y seguimiento de los factores de riesgo, como la hipertensión, la diabetes, el colesterol elevado, el tabaquismo y la falta de actividad física.
“Debería ser una prioridad absoluta considerar la salud cardiaca de forma holística y fomentar el intercambio entre expertos de distintos campos“, afirmó la psicóloga Claudia Garbrecht. “Si observamos los datos, vemos que hay un gran número de factores que influyen en la salud cardiovascular. Muchos de ellos van más allá de los factores de riesgo tradicionales, como la tensión arterial o el colesterol, e incluyen la dieta, el ejercicio o también la salud mental”, añade. Por tanto, argumenta que “si queremos optimizar la atención al paciente, es prioritario tener una visión más holística de la salud cardiovascular, especialmente en el ámbito clínico”.
Durante las discusiones se hizo hincapié en la importancia de la educación sanitaria a lo largo de todas las etapas de la vida. Los expertos coincidieron en que la educación desde edades tempranas puede tener un impacto duradero en la reducción de factores de riesgo cardiovascular. Se propuso la inclusión de temas sobre salud cardíaca en los planes educativos escolares, con el fin de concienciar a los jóvenes sobre la importancia de una alimentación equilibrada, el ejercicio regular y el control del estrés.
“Mi sueño en el campo de la salud cardiovascular es promover la educación, sobre todo en los niños“, expresó José González Juanatey, cardiólogo y miembro de la Federación Mundial del Corazón. “Con intervenciones sencillas de promoción de un estilo de vida saludable, evitando el tabaco, mejorando el ejercicio físico, reduciendo la obesidad y controlando también los factores de riesgo simples (hipertensión, colesterol, diabetes), se puede evitar más del 80 por ciento de las muertes cardiovasculares prematuras”, reiteró González Juanatey.
En este sentido, se destacó también la necesidad de involucrar a las empresas en la promoción de hábitos saludables entre los trabajadores. Los programas de bienestar en el lugar de trabajo, que incentivan la actividad física y una mejor alimentación, pueden desempeñar un papel fundamental en la prevención de ECV en la población adulta.
Mejora de comunicación
Otro aspecto clave discutido en el Think Tank fue la mejora de la comunicación entre médicos y pacientes. Los profesionales sugirieron la implementación de un modelo en el que cada paciente tenga un gestor de casos, encargado de coordinar la atención entre los diferentes especialistas. Este enfoque garantizaría una atención más personalizada y efectiva. Además, se abordó el potencial de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito de la salud cardiovascular. Los expertos consideraron que la IA puede ser una herramienta poderosa para personalizar el tratamiento y mejorar la predicción de riesgos, ayudando a los médicos a tomar decisiones más informadas y eficientes. Esto también permitiría un mejor seguimiento de los pacientes a lo largo del tiempo.
El acceso equitativo a la atención de salud fue otro de los temas prioritarios. Los participantes subrayaron la importancia de garantizar que todos los ciudadanos europeos, independientemente de su ubicación o situación económica, tengan acceso a servicios de prevención y tratamiento de calidad. Esto requeriría una mayor inversión en infraestructuras sanitarias y una mejor distribución de los recursos.
En cuanto a las políticas públicas, se destacó la necesidad de que los gobiernos europeos colaboren estrechamente para implementar estrategias coherentes de prevención y tratamiento de las ECV. Los participantes del Think Tank insistieron en la urgencia de incluir la salud cardiovascular en las agendas políticas, con el fin de promover estilos de vida saludables y reducir el impacto de las ECV en la población.
Una de las conclusiones más importantes fue la recomendación de fortalecer la colaboración interdisciplinar. Médicos, nutricionistas, psicólogos y otros profesionales de la salud deben trabajar en conjunto para ofrecer un enfoque integral en el cuidado de los pacientes. Este modelo multidisciplinario no solo mejoraría los resultados de los tratamientos, sino que también fomentaría una mayor adherencia a las recomendaciones médicas por parte de los pacientes.
El evento también puso de relieve la importancia de las asociaciones público-privadas para avanzar en la investigación y el desarrollo de nuevas terapias y tratamientos para las ECV. Daiichi Sankyo destacó su compromiso de colaborar con diversas entidades, como la Alianza Europea para la Salud Cardiovascular (EACH, por sus siglas en inglés), para promover investigaciones innovadoras que puedan transformar el panorama de la salud cardiovascular en Europa.
El uso de datos y la innovación tecnológica fueron otros puntos clave del debate. Los avances en el análisis de grandes cantidades de datos permitirán a los profesionales de la salud identificar tendencias y patrones que pueden ser cruciales para la prevención de ECV. Al mismo tiempo, tecnologías como las aplicaciones móviles de salud pueden ayudar a los pacientes a monitorear su salud en tiempo real.
Finalmente, los participantes señalaron que es crucial promover campañas de sensibilización pública que destaquen los factores de riesgo cardiovascular y fomenten un estilo de vida más saludable. Estas campañas deben estar dirigidas a toda la población, pero con especial atención a los grupos más vulnerables, como los adultos mayores y las personas con condiciones crónicas. El ‘Future of Heart Health in Europe: A Holistic Care Think Tank’ marca el inicio de una nueva era en el tratamiento de las ECV en Europa. Las recomendaciones y acciones planteadas durante el evento sentarán las bases para un futuro en el que la atención cardiovascular sea más accesible, efectiva y centrada en las necesidades del paciente.
“Creo que lo más importante es que nos unamos y que incluyamos a las partes interesadas adecuadas”, matizó Joost Wesseling, de la Alianza Europea de la Nutrición para la Salud. Tenemos que incluir a los responsables de la toma de decisiones, porque podemos tener la ciencia, pero necesitamos la aplicación”, concluyó