Las células inmunes que se alojan en los conductos de la leche del tejido mamario, llamadas macrófagos, juegan un papel clave en la metástasis temprana del cáncer de mama, según un estudio llevado a cabo por expertos del Instituto del Cáncer Tisch en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai de Nueva York (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista ‘Nature Communications’.
El estudio, realizado en ratones y con células humanas, ha puesto de manifiesto que la metástasis se origina cuando los macrófagos son atraídos por los conductos de la leche, desencadenando una reacción en cadena que permite que las células cancerosas se diseminen a otras partes del cuerpo.
Ahora bien, los científicos estadounidenses han comprobado que, si se interrumpe este proceso, se puede prevenir dicha diseminación y, por tanto, la metástasis mortal.
“Nuestro estudio desafía el dogma de que el diagnóstico temprano y el tratamiento significan una curación segura”, han señalado los expertos, para asegurar que sus resultados pueden ser un punto de partida para la creación de una prueba que detectara de forma más temprana este tumor.