GM Barcelona | miércoles, 11 de enero de 2017 h |

La diferencia entre un cerebro viejo y un cerebro joven no está tanto en el número de neuronas sino en la presencia y función de las células glía. En un artículo publicado este martes en Cell Reports, investigadores que examinaron muestras de cerebro postmortem de 480 individuos con edades comprendidas entre 16 y 106 años describen que el estado de la glía de una persona es tan consistente a través de los años que puede usarse para predecir su edad.

El trabajo establece las bases para entender mejor el papel de la glía en las enfermedades cerebrales tardías. “Caracterizamos ampliamente los cambios en la expresión génica alterados por el envejecimiento en diez regiones del cerebro humano y encontramos que, de hecho, las células gliales experimentan cambios más importantes que las neuronas”, subraya el autor del estudio, Jernej Ule, neurobiólogo del Francis Crick Institute y del University College London, ambos en Reino Unido.

Las distintas células de la glía son los oligodendrocitos, la microglía que actúa como células inmunes y los astrocitos, que ayudan con el metabolismo de la neurona y la desintoxicación, entre muchas funciones. Los investigadores muestran que los astrocitos y los oligodendrocitos cambian sus patrones regionales de expresión génica durante el envejecimiento particularmente en el hipocampo y la sustancia negra, mientras que la expresión de genes específicos de la microglía aumenta en todas las regiones del cerebro.