Un grupo de investigadores ha descubierto que las biopsias líquidas, que se utilizan cada vez más en la atención rutinaria de los pacientes para identificar y controlar el progreso del cáncer, también pueden detectar un trastorno de las células sanguíneas que pone a los pacientes en mayor riesgo de desarrollar cánceres sanguíneos. Los hallazgos se presentan el viernes 28 de octubre en el 34º Simposio EORTC-NCI-AACR [1] sobre dianas moleculares y terapias del cáncer en Barcelona, ​​España.

Los tumores arrojan ADN al torrente sanguíneo, y esto contribuye a lo que se conoce como ADN libre de células (cfDNA). El cfDNA se puede identificar en muestras de sangre o en “biopsias líquidas” tomadas de pacientes, lo que permite a los médicos caracterizar mejor un cáncer, seleccionar la mejor terapia contra él o monitorear la progresión de la enfermedad y su respuesta al tratamiento, todo ello sin necesidad de otras biopsias, más invasivas, extraídas del propio tumor.

Una condición llamada hematopoyesis clonal (HC), un hallazgo incidental y relativamente común en biopsias líquidas, llevó a los investigadores del Institut Gustave Roussy (Villejuif, Francia) a preguntarse si las biopsias también podrían usarse sistemáticamente para identificar pacientes que tienen o podrían tener mayor riesgo de desarrollar cánceres de la sangre, como el síndrome mielodisplásico (un trastorno de las células sanguíneas que se origina en la médula ósea) o la leucemia mieloide aguda.

La HC ocurre cuando un tipo de célula, la célula madre hematopoyética, que puede convertirse en diferentes tipos de células sanguíneas y se produce en la médula ósea, comienza a producir células con la misma mutación genética —que es diferente al patrón genético de las células sanguíneas normales—. Estas células también pueden arrojar ADN a la sangre. Ya unos estudios previos habían demostrado que el riesgo absoluto de que la HC progrese a cáncer de la sangre es de alrededor del 1 por ciento al año, con un aumento de 10 veces en riesgo relativo.

Entre los meses de marzo y octubre de 2021, los investigadores tomaron biopsias líquidas de 1.416 pacientes con una variedad de tumores sólidos que se habían inscrito en el estudio Gustave Roussy Cancer Profiling (STING).

Marco Tagliamento, oncólogo médico e investigador del Institut Gustave Roussy, ha asegurado en el simposio de Barcelona al respecto de su trabajo de investigación: “Hemos hallado que 113 pacientes, el 8 por ciento, tenía al menos una mutación de la hematopoyesis clonal que podría considerarse que los pone en mayor riesgo de desarrollar cánceres de la sangre a lo largo de sus vidas. De estos pacientes, 45 fueron derivados a nuestra unidad de hematología por su oncólogo y cinco fueron diagnosticados posteriormente de cáncer de sangre: uno con leucemia mielomonocítica, dos con síndrome mielodisplásico y dos con trombocitemia esencial”.

Los investigadores creen que, cuando las biopsias líquidas revelan una característica de HC de alto riesgo en los pacientes, hay que hacer una evaluación hematológica adicional en algunas circunstancias para revelar el riesgo real de desarrollar un cáncer de la sangre o también para descubrir casos en los que un paciente ya sufre uno sin saberlo.

“La detección temprana podría prevenir complicaciones durante los tratamientos contra el cáncer; por ejemplo, alteraciones en los recuentos sanguíneos y la consiguiente interrupción o retraso del tratamiento. También podría indicar posibles vías de diagnóstico y terapéuticas para que los médicos las consideren para enfermedades hematológicas”, ha asegurado Tagliamento.

Durante el trabajo para identificar a los pacientes que deberían ser remitidos para una mayor investigación, la Junta de Tumores Moleculares de Gustave Roussy consideró cuidadosamente cada caso para identificar las mutaciones genéticas involucradas en CH.

“La evaluación caso por caso es crucial”, afirma Tagliamento. “Se deben considerar diferentes aspectos al evaluar el impacto potencial y el manejo de la hematopoyesis clonal de alto riesgo en pacientes que ya tienen cáncer. Estos se relacionan, por ejemplo, con los pacientes, su historial médico y los cánceres subyacentes. Todos ellos deben formar parte de una evaluación equilibrada hecha para cada caso individual”.

“Continuaremos aplicando este enfoque dentro de la Junta de Tumores Moleculares de Gustave Roussy. Queremos implementar y mejorar la eficiencia del algoritmo para seleccionar pacientes con cánceres sólidos que podrían beneficiarse de una evaluación hematológica”

Marco Tagliamento, oncólogo médico e investigador del Institut Gustave Roussy.

Los resultados son parte de un proyecto de equipo liderado por Mihaela Aldea y Jean Baptiste Micol.

Ruth Plummer, de la Universidad de Newcastle, Reino Unido, es la presidenta del 34º Simposio EORTC-NCI-AACR y no ha participado en la investigación. Preguntada por ella, ha asegurado: “Esta es una investigación bien realizada que revela una función adicional de la información obtenida de las biopsias líquidas. Tagliamento tiene razón al enfatizar la importancia de evaluar el contexto para cada paciente individual. Los pacientes con cáncer tienen mucho de qué preocuparse, por lo que son sus médicos quienes deben tener en cuenta la situación clínica del paciente y su plan de tratamiento”.

Por su parte, Plummer señala que debido a la posible ansiedad de los pacientes “no siempre será apropiado resaltar un posible aumento del riesgo de desarrollar un cáncer de sangre adicional en años posteriores”.

“Es probable que solo algunas mutaciones específicas de la hematopoyesis clonal predigan un mayor riesgo de desarrollar cáncer de la sangre en algún momento en el futuro. Este estudio sugiere que los pacientes con estas mutaciones deben ser derivados para una evaluación adicional e incluso entonces, las decisiones sobre lo que sería mejor para estos pacientes dependerán de una variedad de otros factores”, matiza.


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