Un estudio publicado en Nature Medicine ha señalado la posible relación entre la vacuna Shingrix (GSK) contra el herpes zóster (HZ) y una reducción del riesgo de desarrollar demencia. Hasta ahora, las investigaciones se han centrado en la vacuna viva contra el HZ, la cual ha sido retirada de países como EE. UU., siendo reemplazada por una versión recombinante.

Un equipo de investigadores ha aprovechado este cambio para estudiar los efectos de la vacuna viva y de la vacuna recombinante en más de 200.000 personas. De esta manera, han analizado los registros de salud electrónicos de personas vacunadas entre 2014 y 2020 y han observado que aquellos que recibieron la vacuna recombinante después de octubre de 2017 presentaban un riesgo significativamente menor de ser diagnosticados con demencia en los seis años posteriores a la vacunación. Concretamente, se ha descubierto que quienes recibieron la vacuna recombinante vivieron un 17 por ciento más de tiempo sin un diagnóstico de demencia, lo que se traduce en 164 días más sin la enfermedad en comparación a quienes fueron vacunados con la vacuna viva.

Relación con otras vacunas

Las personas vacunadas con Shingrix se compararon con aquellas que habían recibido vacunas combinadas contra la gripe y el tétanos/difteria/tos ferina. En esta comparación, se observó que la vacuna recombinante contra el HZ estaba asociada con un menor riesgo de desarrollar demencia en comparación con estas otras vacunas. Los análisis mostraron que, tanto la vacuna contra la gripe como la de tétanos/difteria/tos ferina aportan importantes beneficios para la salud, pero la vacuna recombinante contra el HZ parecía tener una relación más fuerte con la reducción del riesgo de demencia. Esto sugiere que, además de proteger contra el HZ, esta vacuna podría tener efectos neuroprotectores adicionales.

Los investigadores han asegurado que estos efectos se mantienen en los análisis secundarios, lo que aumenta la credibilidad y la confianza de los resultados. Además, no se han encontrado diferencias en cuanto a la mortalidad total entre los grupos que recibieron ambas vacunas, lo que indica que Shingrix no está asociada con riesgos adicionales significativos.

El estudio ha mostrado que Shingrix reduce el riesgo de demencia tanto en hombres como en mujeres, aunque el efecto fue mayor en mujeres, con un 22 por ciento más de tiempo vivido sin diagnóstico frente a un 13 por ciento en hombres. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas entre los géneros en la reducción del riesgo de infecciones por HZ.

Estudio observacional

Según se señala en el estudio, se trata de un trabajo observacional, por lo que no se puede probar una causalidad definitiva entre la vacuna recombinante y la reducción del riesgo de demencia. Sin embargo, la rapidez con la que se produjo el cambio de la vacuna viva a la recombinante ha permitido a los investigadores observar estos efectos y estimar las asociaciones con la demencia sin las principales fuentes de sesgo de selección.

Se especula que la vacuna podría ofrecer protección frente al HZ, que ha sido asociado con la aparición de la demencia en investigaciones previas. Aunque esta hipótesis ha sido debatida, podría explicar por qué ambas vacunas (viva y recombinante) parecen reducir el riesgo de demencia y por qué la protección proporcionada por Shingrix es mayor, dado que protege mejor frente al HZ.

Los autores del estudio sugieren que se deben realizar ensayos clínicos aleatorios a gran escala para confirmar estos descubrimientos y explorar los posibles mecanismos detrás de esta protección. También señalan que, si se confirma el beneficio adicional de Shingrix, esto podría influir en futuras evaluaciones de costo-efectividad y en las políticas de vacunación para los diferentes grupos poblacionales.

Posible efecto neuroprotector

Además, el descubrimiento de un posible efecto neuroprotector abriría nuevas líneas de investigación sobre el impacto de las vacunas en la salud cognitiva, lo que podría tener implicaciones significativas en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el alzhéimer. Es por ello por lo que este estudio representa un avance importante en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.

Este estudio se ha llevado a cabo dada la relación que existe entre el HZ y el deterioro cognitivo a través de mecanismos como la neuroinflamación o la lesión neuronal directa. Además, la vacunación contra HZ podría potencialmente reducir este riesgo, aunque se requieren más investigaciones para confirmar estos hallazgos. Este estudio es uno de los primeros en analizar la relación entre HZ y el deterioro cognitivo subjetivo, lo que puede ofrecer información valiosa para la prevención temprana y estrategias de salud pública relacionadas con el deterioro.


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