C.M.LÓPEZ Madrid | jueves, 17 de octubre de 2019 h |

A las puertas del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Ignacio Durán, oncólogo médico del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, hace repaso del encuentro europeo (ESMO 2019). A su juicio, el último Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica ha resultado particularmente relevante en el ámbito de los tumores genitourinarios. “Yo destacaría dos estudios en cáncer de próstata uno en pacientes con tumores localizados y dos estudios en cáncer de vejiga avanzado como los mas relevantes en este ámbito de la oncología”.

En vejiga se están dando pasos en la investigación con erdafitinib. “El mundo de la terapia del cáncer de vejiga está sufriendo una auténtica revolución con la llegada de diferentes nuevos fármacos”. Para Durán, habría tres grupos terapéuticos novedosos. La inmunoterapia, los tratamientos dirigidos y los anticuerpos conjugados con fármacos.

Erdafitinib pertenece al grupo de los tratamientos dirigidos siendo eficaz en pacientes cuyos tumores tienen alteraciones en el gen EGFR. “Sin duda se trata de un fármaco que ha demostrado un alto nivel de actividad en una población de pacientes complejos, que previamente habían recibido varios tratamientos de quimio y en ocasiones de inmunoterapia y que tenían en un porcentaje elevado afectación en vísceras como el hígado lo cual suele asociarse a un mal pronóstico”. La actividad de entorno a un 40 por ciento es muy destacable, en su opinión, para un grupo de pacientes que hasta ahora carecía de alternativas terapéuticas.

En ESMO, también se han presentado resultados relativos también a los otros dos grupos de fármacos. Los anticuerpos conjugados con fármacos y la inmunoterapia. En concreto, adelanta, se ha presentado un estudio combinando ambas estrategias (enfortumab Vedotin y Pembrolizumab) “con datos muy prometedores en tumores de vejiga avanzados que no podían recibir cisplatino”. Asimismo se han comunicado los primeros datos del papel de la inmunoterapia combinada con la quimioterapia en cáncer de vejiga.

Cáncer de Próstata

En cáncer de próstata, también se actualizaron datos del estudio SPARTAN. Como asegura el oncólogo, la realidad es que la comunidad uro-oncológica ya conocía que apalutamida es un fármaco eficaz en retrasar el desarrollo de metástasis en pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración no metastásico siendo esto muy alentador. “Nos faltaba, sin embargo, el refrendo de su aportación en supervivencia global”. Los datos presentados apuntan en una dirección favorable con esa reducción del 25 por ciento del riesgo de muerte. Unos datos alentadores, a su juicio, para una población cuyo manejo ha sido controvertido hasta fechas reciente.

Por otra parte, los datos mas destacados que se han presentado en cáncer de próstata avanzado tienen que ver, a su juicio, con el estudio PROfound. “En este estudio se comparó la eficacia de un fármaco que bloquea una proteína necesaria para la reparación del ADN denominado Olaparib, con tratamientos hormonales ya establecidos como la enzalutamida o la abiraterona”. Todos los pacientes incluidos en el estudio tenían cáncer de próstata metastásico resistente a hormonoterapia y debían tener defectos clave en los genes de reparación del ADN. “Se trata del primer estudio fase III en cáncer de próstata que analiza específicamente tumores con alteraciones moleculares concretas. Se puede decir que es el primer estudio de medicina de precisión en cáncer de próstata avanzado. Olaparib disminuyo el riesgo de progresar en un 66 por ciento comparado con los tratamientos hormonales. Aun no hay datos del impacto real en la supervivencia final de estos pacientes pero los resultados preliminares apuntan en una direccion favorable”.

En el ámbito del cáncer de próstata localizado cabe mencionar dos trabajos. El primero, el estudio RADICALS-RT , donde casi 1.400 pacientes operados de cáncer de próstata eran aleatorizados a recibir radioterapia preventiva inmediatamente tras la cirugía o esperar a aplicarla únicamente en caso de una recidiva de su cáncer. Como explica Durán, tras un periodo de seguimiento de cinco años se confirma que no hay diferencias entre ambas estrategias lo que se traduce en que a partir de ahora, los oncólogos se podrían plantear con mas frecuencia la observación tras la cirugía prostática, “evitando a muchos pacientes algunos de los efectos secundarios de la radioterapia y haciendo un mejor uso de los recursos disponibles; dejando este tipo de tratamiento solo en el caso de que se observe una recaída del tumor”, explica.

Estas observaciones se han confirmado en un segundo estudio en una linea similar (el estudio ARTISTIC) Se trata de un metaanálisis basado en mas de dos mil pacientes tratados entres ensayos clínicos que testaban la misma hipótesis que el estudio RADICALS. Este metanálisis confirma que no existían diferencias entre la radioterapia inmediata o el mismo tratamiento administrado de forma diferida. “De nuevo esto viene a reafirmar la tesis de que la radioterapia postoperatoria podría evitarse o demorarse en algunos varones con cáncer de próstata sin empeorar su pronóstico.